Los equipos de rescatadores españoles en Turquía han encontrado una situación extrema en las zonas donde están trabajando. Ciudades devastadas y supervivientes en la calle con hogueras para no morir de frío, según relatan algunos de estos efectivos a Vozpópuli. La climatología y los problemas de transporte se unen a las consecuencias fatales del terremoto que ha dejado millares de muertos.
"Cuando llegas aquí eres realmente consciente de la devastación que ha producido este terremoto. Se han derrumbado miles de edificios y sabemos que las primeras horas son cruciales para poder rescatar al mayor número de personas posible", explica a Vozpópuli Mariluz López, guía canina e instructora de la Escuela Española de Salvamento y Detección con Perros (ESDP) que está en Turquía, junto con su perra Neus, como miembro del ERICAM.
Mariluz y Neus han sufrido para llegar a la zona. "Cuando vas a ayudar tras una catástrofe, la logística no es fácil en general, pero menos aún cuando viajas con perros. Sin embargo su seguridad es fundamental para nosotros", asegura. Esta guía se encuentra en Turquía con su compañero Juan Carlos, su perra Uma y Ana, una auxiliar técnico veterinario. "Estamos contentos de colaborar con bomberos y sanitarios en salvar vidas", subraya.
Supervivientes en las calles con hogueras
Llegar hasta las diferentes ciudades asignadas en la misión internacional ya ha sido un calvario para los operativos españoles. Las carreteras están en "mal estado", no llegan a todos los puntos del país y los "problemas de logística" hacen mella. Turquía no estaba preparada para movilizar a tanta gente que está acudiendo al país para ayudar en las diferentes "misiones internacionales".
Otro de los problemas está siendo la climatología. "Nieva muchísimo y hace mucho frío", explican varios de estos efectivos a Vozpópuli. Están trabajando en un pueblo "muy afectado" por el terremoto. La gente se ha quedado sin sus casas. "Hay supervivientes en la calle con hogueras y los edificios no tienen luz", aseguran.
En el camino para llegar a este punto han pasado por "pequeños pueblos destruidos y ciudades fantasmas". "La gente está realmente asustada pero agradecen cada granito de arena que aportamos". De forma paralela el gobierno turco ha declarado el estado de emergencias en el país. "Quieren evacuar las zonas más afectadas para que no mueran más personas por el frío en las calles", explican los desplazados españoles. La gente que se ha quedado sin hogar podría ser trasladada a hoteles en puntos céntricos de Turquía.
Varias vidas salvadas por los españoles en Turquía
Los especialistas españoles en Turquía pudieron completar con éxito su primera misión: salvar una vida. Los miembros de la ERICAM de la Comunidad de Madrid rescataron tras ocho horas de trabajo a un hombre, de 65 años, que estaba atrapado bajo los escombros de un edificio. Deshidratado pero aparentemente en buen estado de salud. Lamentablemente, a su lado, staba el cuerpo sin vida de su hijo de 32 años.
Los trabajos para salvar a este hombre han sido extremadamente complicados. Escuchaban al hombre pero era un sonido sordo que no lograban ubicar. A todas estas dificultades se unía que la zona de ruinas era inestable con continuos desplazamientos de losas y con dos forjados colapsados.
El equipo de la Comunidad de Madrid se ayudó con puntales metálicos y con la colaboración de rescatadores turcos. Así pudieron llegar hasta el padre y el hijo y sacarles de las profundas ruinas donde permanecían sepulados desde que se produjo el terremoto.
Una situación parecida vivió el operativo de los Bomberos de Zaragoza que se encuentran desplazados en la ciudad de Adimayan, en el sur de Turquía. Estos efectivos realizaron un butrón para rescatar a una mujer de 60 años que estaba inmovilizada debajo de un plegamiento de un forjado. Ese punto fue marcado por uno de los perros de salvamento españoles que se encuentran en la zona.
Fue un trabajo contrarreloj ya que la herida se encontraba deshidratada y podría haber sido fatal el desenlace si hubiera permanecido más horas atrapada bajo los escombros con las bajas temperaturas y nieve. A esta ciudad prácticamente no han podido llegar las ayudas internacionales.
Una nueva vida para Nasser
Otra de las acciones humanitarias españoles realizadas en el país tiene el nombre propio de la ONG Intervención, Ayudas y Emergencias. Los miembros de este equpo rescataron de entre los escombros a Nasser, un joven de 26 años, que se encontraba atrapado en la ciudad de Adiyaman.
Nada más llegar tuvieron que cumplir esta misión y la ejecutaron con creces. El chico estaba a unos dos metros de profundida con un pie atrapado en una de las vigas. Su familia le daba por muerto. Los rescatadores de esta ONG valenciana no se dieron por vencidos y consiguieron liberarle.