España

Hacienda compra 132.000 mascarillas FFP2 pese a dejar de ser obligatorias en febrero

La Agencia Tributaria acaba de formalizar un contrato por 11.000 euros para proveerse de estas mascarillas hasta septiembre, 7 meses después del fin de su uso obligatorio en transportes

Hacienda no se contagia del optimismo de Fernando Simón y del resto de los expertos en Salud Pública del Ministerio de Sanidad. El Departamento de María Jesús Montero seguirá comprando mascarillas para sus empleados de la Agencia Tributaria, y de la más alta calidad. Según ha podido constatar Vozpópuli, el Ministerio de Hacienda acaba de formalizar un contrato por 11.000 euros para la adquisición de hasta 132.000 mascarillas FFP2.

En la actualidad, la Agencia Tributaria mantiene en vigor un contrato para el suministro de estas mascarillas que finaliza el 28 de febrero tras su tercera y última prórroga. Es decir, llega a su fin 20 días después de que esta medida de prevención deje de ser obligatoria en el transporte público y sea ya solo necesaria en los centros de Salud (hospitales, ambulatorios, farmacias, etc.). Las oficinas de Hacienda no son, hasta la fecha, centros sanitarios, aunque haya más de un ciudadano que roce el infarto ante alguna de sus misivas.

Aun así, la cartera de Montero ha optado por firmar un nuevo contrato de suministro de mascarillas en vez de dejar que termine el actual y seguir, como el resto de los españoles, una vida cada vez más parecida a la de antes de 2020. En vez de eso, Hacienda ha considerado necesaria la compra -ni más, ni menos- de hasta 132.000 mascarillas FFP2, un suministro que se extenderá en el tiempo hasta septiembre de 2023. O sea, 7 meses después de que Sanidad nos haya liberado de su uso en el transporte público. El contrato se ha adjudicado por 11.180 euros a la empresa Farmadosis.

Que las mascarillas dejen de ser obligatorias no significa que tengan que dejar de usarse, pero los especialistas en Salud Pública de la Ponencia apelan a un uso responsable, voluntario y dependiendo de la situación de cada uno. Si el uso de la mascarilla es voluntario, el que quiera llevarla debería proveerse de ella, sin que un organismo público las compre con el presupuesto de todos.

La justificación de Hacienda

La Agencia Tributaria apela a su propio Plan de Actuación frente al SARS-COV2. Este plan fue actualizado en abril de 2022, cuando la situación epidemiológica de España distaba bastante de la actual. Este plan establece una serie de medidas de protección que "pretenden reforzar la eficacia de otras medidas de control y reducir en lo posible el efecto de los eventuales focos de contagio que puedan suponer las personas infectadas en los centros de trabajo de la AEAT". En dicho documento, se recomienda el uso responsable de mascarillas en el interior de los edificios de la Agencia, así como en sus zonas exteriores cuando existan aglomeraciones.

Pese a que las mascarillas dejaron de ser obligatorias en interiores hace "mucho, mucho tiempo" -como anuncia cada intro de Star Wars-, hay ámbitos de la AEAT en la que la norma persiste. Este plan establece el uso obligatorio de mascarillas para los trabajadores de la Agencia en las "actividades y situaciones tasadas por el Servicio de Prevención, de las que se derive un mayor nivel de riesgo de contagio, conforme a lo señalado en la Evaluación de Riesgos Genérica y en otros documentos de desarrollo del Plan de Actuación".

Este plan, algo parecido a las tablas de Moisés coronavíricas para la AEAT, señala en el apartado que "con objeto de facilitar la adopción de las anteriores medidas se seguirán adquiriendo y/o reponiendo los medios y elementos indicados para llevarlas a cabo en función de las necesidades y, en su caso, de su uso (mascarillas y EPI, etc..)”. Por ello, argumenta Hacienda, "resulta necesario la continuidad en la adquisición de estos suministros".

Una decisión al margen de Sanidad

Los expertos de la Ponencia de Alertas ya acordaron el 9 de enero que había llegado la hora de quitar las mascarillas obligatorias en el transporte público. Esperaron unas semanas para aplicar la medida para comprobar cómo afectaba la llegada de viajeros desde China, país en pleno estallido de contagios. Las autoridades sanitarias, sin embargo, han constatado el nulo efecto de la reapertura de fronteras en este país, y la ocupación de camas hospitalarias y UCI por pacientes covid es muy baja. Por ello se ha decidido retirar las mascarillas y dar un paso más hacia la normalidad. El plan de prevención de Hacienda no ha tenido en cuenta estas novedades. Parece que en la Agencia Tributaria sigue siendo abril de 2022.

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