En el siglo XVI, san Juan de la Cruz y santa de Jesús revolucionaron la Iglesia al reformar la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo y fundar la Orden de los Carmelitas Descalzos. En el año 1928, san Josemaria Escrivá de Balaguer hizo lo mismo con la fundación del Opus Dei. Y ahora, en pleno siglo XXI, otro movimiento empieza a hacer historia: Hakuna. Y como lo hicieron los otros en su momento, el grupo está rejuveneciendo la Iglesia.
Y, como todo lo que llega en el momento adecuado, lo ha hecho en tiempo récord: sólo ha necesitado una década. "Refleja que, en el fondo, los jóvenes tienen sed de Amor", cuentan desde la organización, estusiasmados y agradecidos por lo que están viviendo.
Ya que el movimiento se ha creado en pleno siglo XXI (están celebrando precisamente este mes su décimo aniversario), están arrasando justamente como se arrasa en el siglo XXI: con música y redes sociales. El pasado sábado 16 de septiembre llenaron por segunda vez el Palacio de Vistalegre, en Madrid. Más de 10.000 jóvenes 'reventaron' el recinto para rezar cantando y para cantar rezando. Ya lo hicieron igual exactamente igual hace un año. Y lo han conseguido porque Hakuna ha dado en el clavo de cómo hacer que la Iglesia vuelva a ser un lugar también para gente joven: ser del siglo XXI.
El mismo sábado, al acabar el concierto en Vistalegre, anunciaron su nuevo objetivo, uno muy grande: llenar el Wizink Center el días de Reyes, el 6 de enero, fecha nada fácil. Se propusieron ser como Aitana, Alejandro Sanz o Sabina. Y lo consiguieron. En apenas una hora, agotaron las 10.000 primeras entradas que pusieron a la venta. El martes salieron las 6.000 restantes, y solo pudieron comprarlas los más rápidos. Los jóvenes católicos están haciendo el ruido que el Papa les pide.
Hakuna, diez años renovando la Iglesia
El pasado mes de agosto, en Lisboa se celebró la Jornada Mundial de la Juventud. Aparte de Cristo y del Papa, el gran protagonista fue precisamente Hakuna. El grupo arrasó en los dos conciertos que dieron durante el encuentro de jóvenes católicos; había 'tortas' por verles, incluso entre gente de otros países. Porque ahora todo el mundo quiere ser parte de Hakuna: es el movimiento de los jóvenes para los jóvenes.
Este éxito en la JMJ y el segundo 'sold out' en el Vistalegre coinciden en el mes de su décimo aniversario. Hakuna lleva diez años haciendo joven a la Iglesia, recordando que también es lugar para la juventud. El movimiento nace justamente en otra JMJ, la de Brasil del año 2023. El sacerdote don Jose Pedro Manglano (don Josepe, como le llaman sus amigos) vio entonces que tenía que hacer algo grande. Y les propuso al grupo de chicos y chicas con el que iba que porque no empezaban algo. Primera idea: adoraciones.
Don Josepe y los jóvenes que le acompañaban empezaron en la universidad de la que formaban parte: el Centro Universitario Villanueva. Allí fue donde empezó a coger forma. La capilla de la 'uni' presenció los primeros pasos del grupo. Se reunían en la cafetería y luego rezaban, cantaban y hacían adoraciones en el pequeño oratorio.
Pero era inevitable que crecieran. Decidieron hacerlo más profesional, que pudieran venir de otras universidades. Y buscaron una iglesia que les acogiera. Comenzó a venir más gente. Empezaron a escribir sus propias canciones. La parroquia ya no tenía hueco para una silla más cuando tocaba adoración, así que tuvieron que empezar en otras parroquias.
Todo terminó de 'estallar' cuando en 2015 lanzaron su primer disco: 'Hakuna'. Por el nombre, probablemente pensaron que sería el único disco que sacarían. No se imaginaban que luego llegaría 'Mi pobre loco', 'Pasión', 'Sencillamente', 'Qaos' y 'Capricho', que se presentará en el Wizink. Tampoco se imaginaban que liderarían las listas de Spotify (¿cómo lo iba a hacer una canción religiosa?). Y mucho menos, pudieron prever que llenarían dos veces el Palacio de Vistalegre y colgarían el cartel de 'Vendido' en el Wizink en menos de una hora. Pero lo hicieron.
Ahora, están en todos los continentes, tienen retiros, voluntariados, charlas formativas, cursos prematrimoniales, formación eclesiástica, tienda y mucha, mucha oración. Hakuna nació para revolucionar la Iglesia, para hacer lío. Y ya lleva diez años haciéndolo.
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