El paradero de los dos españoles desaparecidos en Israel, un hombre de 46 años natural de Zarautz y una joven sevillana de 19, es aún un misterio. El Ministerio de Asuntos Exteriores trata de confirmar su posible localización tras la ofensiva de Hamás en las inmediaciones de la franja de Gaza, si bien los principales indicios apuntan al secuestro. En ese caso, los terroristas podrían emplearlos como moneda de canje con Israel o como escudos humanos para protegerse de una ofensiva militar, tal y como viene sucediendo con las personas a las que los terroristas palestinos han retenido en contra de su voluntad en los últimos años.
Las identidades de los dos desaparecidos corresponden a Iván Illarramendi Saizar y Maya Villalobo Sinvany. Él, nacido hace 46 años en la localidad guipuzcoana de Zarautz, residía con su mujer en el kibutz de Kissufim, a unos dos kilómetros de la franja de Gaza. Ambos trataron de acceder a una habitación de seguridad al detectar la irrupción de los terroristas palestinos, tal y como quedó acreditado en un mensaje que enviaron a un familiar.
Las autoridades israelíes y sus familiares registraron la vivienda tras la retirada de las fuerzas de Hamás, aunque no dieron con ninguna señal de vida. Tampoco se localizaron localizaron restos de sangre, lo que afianza la hipótesis del secuestro del español y de su mujer.
Por su parte, Maya Villalobo Sinvany, natural de Sevilla, 19 años y con doble pasaporte -español e israelí- se encontraba en Israel para el cumplimiento del servicio militar obligatorio. Hamás atacó la base de Nahal Oz en la que se encontraba. Desde entonces no se ha vuelto a saber de ella, si bien su familia ha solicitado ayuda al Ministerio de Asuntos Exteriores para dar con su paradero. El Gobierno español cree que también podría estar retenida en contra de su voluntad.
El ataque de Hamás
La ofensiva de Hamás se libró a sangre y fuego, con al menos 700 víctimas mortales y más de 2.000 heridos. Las autoridades israelíes admiten que la cifra puede ser mucho más elevada a medida que vayan pasando los días. Un festival de música electrónica se convirtió en uno de los escenarios más sangrientos, tras identificarse al menos 260 cadáveres.
Los terroristas palestinos recurren a menudo al secuestro con un doble objetivo: presionar a Israel para la consecución de intereses políticos o militares o emplearlos como escudos humanos
Además de los asesinatos, las fuerzas de Hamás centraron sus esfuerzos capturar vivos a ciudadanos israelíes. Los terroristas palestinos recurren a menudo al secuestro con un doble objetivo: presionar a Israel para la consecución de intereses políticos o militares -como el canje por prisioneros en cárceles israelíes- o emplearlos como escudos humanos.
La diplomacia española teme que Iván y Maya formen parte de ese colectivo retenido en un lugar sin determinar de Gaza, y que Hamás se parapete tras ellos como medida de defensa ante la ofensiva de las tropas a la orden de Benjamin Netanyahu.
La elevada densidad de población es una de las características que definen a la franja de Gaza, con 2,1 millones de habitantes; o lo que es lo mismo, 5.500 habitantes por kilómetro cuadrado. Los terroristas de Hamás se protegen entre la población, en escenarios habitualmente ocupados por civiles. El paradero del centenar de secuestrados se ubica en algún lugar sin determinar dentro del laberinto de calles y edificios que constituyen este espacio urbano.
Ofensiva de Israel
Israel ya ha lanzado una ofensiva militar total contra Gaza. El Gobierno de Benjamín Netanyahu habla de “guerra” y esboza un amplio horizonte temporal, para el que ha dispuesto la movilización de al menos 300.000 reservistas. También ha desplegado su fuerza aérea, que ha bombardeado diferentes puntos de Gaza.
Los terroristas palestinos ya han anunciado que matarán a un rehén por cada bombardeo que Israel realice sobre Gaza sin aviso previo a las autoridades.
En lo que sí coinciden los diplomáticos españoles es que no hay un horizonte determinado para el desarrollo de la guerra. Israel aboga por una ofensiva total sobre Gaza, mientras que Hamás mantiene como baza principal su capacidad de resistencia en la franja y el apoyo de ciertos sectores de la comunidad internacional, con Irán como gran aliado.
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