Amazon estrenó el jueves su nueva estación logística en Valladolid. La terminal cuenta con un 'director de orquesta' poco habitual: el teniente coronel de Infantería de Marina Rafael López de Anca. Un militar que hace diez años lideró la unidad de élite que liberó en Somalia a una francesa secuestrada por piratas. Fue condecorado por ello con la cruz al mérito naval con distintivo rojo y la medalla de oro de la defensa nacional francesa. Su fichaje por Amazon le ha hecho salir "de su zona de confort".
Pese a sus 44 años, López de Anca no había visitado nunca Valladolid hasta este 2021. Nació en Madrid. Ingresó en la Escuela Naval Militar de Pontevedra en 1998 y fue ganando peso dentro de la Armada española. Fue capitán, comandante y pasó por el Estado Mayor de la Defensa. Ya estando en excedencia ha ascendido a teniente coronel de Infantería de Marina. Sabía que podía seguir haciendo carrera dentro de las Fuerzas Armadas, pero eligió parar y tomar otro camino.
El militar atiende a Vozpópuli el viernes por la mañana, en el segundo día de funcionamiento de la nueva planta logística. López de Anca habla con entusiasmo de su nueva vida en Amazon: "Me veo vivo, activo, capaz de estar en el barro".
En la capital vallisoletana se despierta temprano para llegar a la estación en torno a las 8 horas, cuando envían a las calles a la primera oleada de repartidores en furgoneta. Se marcha sobre las 16:30 o las 17 horas, cuando las operaciones del día están prácticamente resueltas y ha organizado con su equipo las de la jornada siguiente. Su horario, en cualquier caso, lo adapta a "las necesidades". El tiempo libre de por las tardes lo quiere utilizar, sobre todo, para conocer la ciudad, su gastronomía y los paseos a pie que le han recomendado sus amigos. Durante los fines de semana aprovechará para visitar a su mujer e hijas, que se han quedado en Madrid.
La nueva base de Amazon en Valladolid está especializada en la 'última milla', que en logística se refiera al último viaje que realiza un artículo en furgoneta hasta el portal del cliente. López de Anca es el responsable de todo lo que ocurre dentro de la estación y en las rutas de los repartidores. En total, contará con 60 empleados en la nueva estación y más de 200 conductores indirectos de las tres empresas de reparto locales que colaborarán con la multinacional.
López de Anca no es el primer talento militar que 'caza' Amazon. Él entró en la empresa después de una curtida trayectoria en las Fuerzas Armadas. En su currículum hay misiones en Oriente Medio, en África y en los Balcanes. El militar está orgulloso de haber vivido una vida "apasionante" gracias a su vocación. Pero creía que podía dar más de si en el gigante del comercio electrónico. No es una persona de despachos. Prefiere el "contacto humano".
Uno de los compañeros más cercanos de López de Anca en las Fuerzas Armadas le habló del programa 'Militar Hiring' de Amazon para 'reclutar' militares. López de Anca dio el paso y contactó con la compañía logística. Un exmilitar estadounidense encargado entonces de reclutar militares españoles para Amazon le habló del programa de talentos 'Pathway', abierto a todo el personal de la empresa para impulsar la promoción interna. Comenzó en julio de 2020 en la planta logística de Vicálvaro. Primero cubriendo los turnos de noche y luego, los de las mañanas: "Fue súper educativo, un reto como hacía años que no tenía". Este último verano, tras la salida del que fuera el director, tomó las riendas del centro. Y de Vicálvaro, a Valladolid.
Armada: Operación Tribal Kat
La de Rafael López de Anca no es una carrera militar al uso. La intervención por la que fue condecorado con la cruz al mérito naval con distintivo rojo y la medalla de oro de la defensa nacional francesa se remonta a septiembre de 2011, en un episodio del que recientemente se cumplieron diez años. López de Anca, entonces capitán, lideraba un equipo de Fuerza de Guerra Naval Especial, unidad de élite de la Armada, que viajaba a bordo del buque de asalto anfibio Galicia, del mismo cuerpo militar.
El barco patrullaba las aguas del océano Índico, entonces infestada de piratas, en cumplimiento con la misión que la Unión Europea mantenía -y aún hoy lo hace- en la región, para evitar que las bandas criminales asaltaran las embarcaciones de la ONU que llevaban alimentos a Somalia o los barcos pesqueros que faenaban en la zona. En España, uno de los episodios más conocidos fue el asalto del atunero español Alakrana.
El equipo que lideraba el capitán López de Anca estaba especialmente instruido para llevar a cabo las intervenciones más quirúrgicas, las que requerían una mayor aproximación a esquifes sospechosos y entrañaban un mayor riesgo. Una fuerza de 15 efectivos seleccionados por sus destrezas físicas, preparados para un contexto volátil como entonces lo eran las aguas que bañaban el Cuerno de África.
La Fuerza de Guerra Naval Especial, la unidad de élite de la Armada, logró liberar a la francesa y capturar a los piratas, que antes habían asesinado al marido de la mujer
El 8 de septiembre de 2011 se registró una comunicación sobre un posible ataque a una pareja de ciudadanos franceses que daba la vuelta al mundo a bordo de su catamarán, bautizado con el nombre de Tribal Kat. Todas las embarcaciones de la Unión Europea desplegadas en la región, incluido el buque Galicia, recibieron la notificación del incidente.
Dos días después del suceso, un avión estadounidense detectó un esquife que viajaba a alta velocidad en las inmediaciones del buque de la Armada y que, por sus condiciones -ligero y con motor de gran potencia- debía de ser de los piratas. El equipo español desplegó el helicóptero que tenía a bordo para certificar la posición exacta de la barcaza. Al equipo de López de Anca se le encomendaría la liberación de los dos ciudadanos franceses, en una gestión diplomática entre Madrid y París al más alto nivel.
Los militares españoles liberaron a una mujer llamada Evelyne Colombo. Su marido, Christian, había sido asesinado en el asalto al catamarán. También capturaron a los piratas que habían secuestrado a la ciudadana francesa. La operación militar recibió el nombre de Tribal Kat, el mismo que el barco en el que viajaba el matrimonio en su vuelta al mundo.
Tras recibir las condecoraciones por su intervención, López de Anca ocupó varios puestos militares. Entre otros, en el Estado Mayor de la Defensa como jefe de equipo de Inteligencia.
"Trabajar con presión"
Amazon sedujo a López de Anca por varias razones. Una de ellas fue la obligación de tener que aprender disciplinas nuevas para él, como el análisis masivo de datos o las herramientas de inteligencia artificial. En su etapa militar, la "experiencia, la madurez y el sentido común gobernaban en el proceso de toma de decisiones". Ahora no le queda otra que asimilar los métodos y tiempos del imperio de la logística.
López de Anca está convencido de que puede trasladar a la terminal de Valladolid la "empatía" que desarrolló en los combates y en las situaciones más complicadas que vivió en las Fuerzas Armadas. Otro punto a favor, explica, es que los militares están acostumbrados a trabajar "bajo presión" y saben cómo transmitir calma a sus equipos. Y, por último, defiende que está acostumbrado a "ni pedir ni rehusar", es decir, a cumplir los objetivos que le encomienden respetando la seguridad de los trabajadores.
El nuevo jefe de la planta logística vallisoletana tiene claro que, por ahora, su futuro está dentro de Amazon. No se atreve a descartar por completo su regreso a las Fuerzas Armadas. Al fin y al cabo, disfruta de una excedencia y podría reincorporarse en un tiempo como teniente coronel de Infantería de Marina. "Fui militar, soy militar y seré siempre militar. No tendría ningún problema en volver a incorporarme si llega un momento en el que creo que es lo que debo hacer; ahora mismo, la oportunidad de Amazon es tan buena que estoy motivado y comprometido y quiero aprender lo que todavía no sé", señala.
En cualquier caso, cree que políticas de recursos humanos como las Amazon van a suponer un "cambio de paradigma" en España, donde no es tan habitual la incorporación de personal militar a compañías privadas. En concreto, a la altura del mes de mayo Amazon ya había contratado a casi medio centenar de militares españoles para reforzar sus filas en España. Los perfiles proceden tanto de la Armada como del Ejército de Tierra y el Ejército del Aire. Todos ellos, según López de Anca, no deciden terminar en Amazon "como un camino de rescate", sino "eligiendo" sus nuevos oficios por los que aplican de forma "consciente y directa".
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