Sus nombres y sus rostros son de sobra conocidos. Son los ocho irreductibles de Leiza -así es como se les conoce- que en su día plantaron cara a la amnistía desde la plaza de este municipio de Navarra, fortín inexpugnable de EH Bildu. Y hoy, en memoria de los guardias civiles asesinados en Barbate, han vuelto a salir a la vía pública para cantar El novio de la muerte, al tiempo que sostienen una pancarta en la que exigen la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
El vídeo recorre las redes sociales. Son ocho personas en el corazón de Leiza, municipio navarro de 2.800 habitantes donde gobierna EH Bildu con representación casi total -9 de 11 concejales- y que en su historia reciente ha escrito varios episodios marcados por los zarpazos del terrorismo de ETA; bien por ser municipio donde se criaron algunos de los pistoleros, bien por el asesinato de tres personas.
Sus nombres: Juan Carlos Beiro, guardia civil, José Javier Múgica Astibia, concejal de UPN, Gregorio Hernández Corchete, vecino del municipio, alcanzado por una ráfaga dirigida contra el cuartel del Instituto Armado.
En el vídeo que ahora circula por redes sociales se puede ver a Silvestre Zubitur, gafas y abrigo verde, sosteniendo la pancarta en la que se exige la dimisión de Marlaska. Es uno de los ocho que entona El novio de la muerte en memoria de los dos guardias civiles de Barbate. Al término de la canción, los ocho presentes en el vídeo gritan: "¡Viva España!" y "¡viva la Guardia Civil!".
Marmolista de profesión, ha sido concejal en el Ayuntamiento de Leiza durante varias legislaturas. Casi siempre de la mano de Unión del Pueblo Navarro (UPN), aunque en una legislatura lo fue de Derecha Navarra y Española.
Zubitur conocía de forma estrecha a Múgica Astibia, el concejal de UPN asesinado en el año 2001 después de sufrir un rosario de amenazas y presiones: ETA le colocó una bomba en los bajos de su vehículo y su cuerpo quedó tendido en medio de la vía pública.
La viuda de Múgica, Reyes Zubeldia, sostuvo durante varios minutos sostuvo la mirada al exjefe militar de ETA, Javier García Gaztelu, alias Txapote, y a sus compinches, en la celebración del juicio por el asesinato de su marido.
Homenaje al guardia civil Beiro
Las ocho personas que cantan en homenaje a los dos guardias civiles de Barbate también son asiduos al recuerdo que, año tras año, se celebra en el lugar donde ETA mató al guardia civil Juan Carlos Beiro. El crimen tuvo lugar en septiembre de 2002. Los asesinos habían colocado una bomba detrás de una pancarta en un talud a las afueras del pueblo, que rezaba: "Guardia civil mátalo aquí". La explosión acabó con su vida e hirió a un compañero.
El encuentro para conmemorar a Juan Carlos Beiro está marcado por la sencillez y la solemnidad, arropando a la viuda del agente asesinado, María José Rama. Los asistentes visitan el talud donde se perpetró el crimen y colocan una placa en recuerdo al guardia civil, flanqueada de una bandera de España y otra de Navarra. Entonan unos bertsos y, al concluir, retiran de nuevo la placa hasta el año siguiente para evitar que sea vandalizada.
Las personas que homenajean a los guardias civiles de Barbate celebraron otro acto en el mismo lugar el pasado mes de noviembre. Pretendían asistir en Pamplona a una concentración contra la amnistía, pero no pudieron porque tenían que asistir a un funeral en Leiza.
Por esa razón, decidieron concentrarse en la plaza de este municipio navarro y, con una pancarta, clamaron contra esta ley. El escritor y periodista Arturo Pérez Reverte les reconoció a través de sus redes sociales.
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