El entorno de los presos de ETA impulsó un cambio de estrategia clave en los homenajes a los miembros de la banda terrorista. Conscientes del control judicial y de que estaba en juego el acercamiento de los presos al País Vasco se trazó una línea clara de actuación que pasaba por dotarles de un carácter más “discreto”. El objetivo era contentar a su enlace en el Gobierno de Pedro Sánchez pese que, en privado, admitían que seguían “luchando por los mismos objetivos”.
Así lo constata la Guardia Civil en un reciente informe incorporado a la Audiencia Nacional en el marco de unas diligencias abiertas por los homenajes en 2018 a miembros de la banda terrorista tras su salida de prisión. Tras analizar las comunicaciones interceptadas a los implicados en esta causa, el oficio policial constata que se produjo un cambio de estrategia que, lejos de partir de un "convencimiento moral", buscaba ofrecer una imagen de que estaban implicados en la "resolución del conflicto.
El documento, al que ha tenido acceso Vozpópuli, pone el foco en José Antonio López Ruiz, alias 'Kubati'. El histórico etarra condenado por su implicación en más de una decena de atentados de la banda terrorista y reconvertido en organizador de los actos de homenajes a presos, llevó la voz cantante de esta nueva estrategia. Aprovechando su línea directa con el Gobierno de Pedro Sánchez impulsó un cambio de dinámica de los conocidos como 'ongi etorri'. La misma se reflejó en el documento 'Propuesta de adecuación de los recibimientos de presos' donde reconocen que se ven obligados a darle otra dimensión a los recibimientos de los etarras.
"Los ongi etorri no ayudan"
"El estado español está utilizando a los presos para desgastar a la izquierda abertzale y condicionar el proceso de liberación. Y han puesto ahora el foco en los Ongi Etorris que les hacemos a los presos. Vienen cara a cara, empiezan a extenderse sumarios en la Audiencia Nacional y están llamando a declarar a la gente. Hay indicios de que pretenden actuar contra la estructura de Sortu. Por tanto, creemos que nos corresponde adaptar el censo y el ritual porque ganamos en autoridad y fortalecemos el proceso popular de acercar a casa a los presos", recoge uno de sus documentos internos.
La Guardia Civil resalta que se trata de una prueba "de especial relevancia" para la investigación porque demuestra que el cambio obedece al único objetivo de acercar presos de ETA al País Vasco y porque la última fecha de modificación es muy reciente, de octubre de 2019. En esas fechas Kubati mantenía línea directa con el exconsejero de Justicia vasco, Joseba Azcárraga, para que éste hiciera llegar al secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, sus peticiones en materia de política penitenciaria de los presos de ETA.
Prueba de ello es que en esas fechas (julio de 2019) Azcárraga dio un toque de atención a Kubati y le dijo que las imágenes de celebración de los ongi etorri "no ayudaban mucho" en sus negociaciones con el Ministerio del Interior. Por ese motivo se acordaron unas directrices de actuación que, además, estaban consensuadas con los familiares de los etarras. En el documento redactado recogían cuatro pasos de actuación. El primero ordenaba que el recibimiento de los etarras al ser excarcelado se haría por gente del pueblo en la prisión donde se encontrara. "La base principal de esto es sacar la foto oficial" que luego iría para la confección de carteles sobre los presos.
Recibimientos "sin parafernalias"
El segundo paso ordena celebrar un recibimiento "discreto y a puerta cerrada" una vez llegado el preso a su localidad natal. Los agentes constatan que se ordenó "evitar las parafernalias" para ofrecer una imagen de los ongi etorri como 'actos de apoyo' y no como homenajes a presos etarras que acababan en la Audiencia Nacional por delito de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas.
En tercer lugar se acuerda cómo serán las primeras semanas del preso en libertad (se acreditan reuniones con los etarras y sus familiares) y, el cuarto y último punto recoge que, semanas después de su llegada, se celebre un homenaje en el marco del bautizado como 'Día de la Solidaridad' aprovechando que el control policial y judicial será menor. La Guardia Civil concluye en relación a este último punto que este nuevo escenario no es más que el tradicional homenaje pero encubierto para no llamar la atención.
Una estrategia para Francia
Las diligencias redactadas por la Jefatura de Información de la Guardia Civil también revelan una estrategia para conseguir también la liberación de los presos de ETA que cumplen condena en cárceles de Francia o para lograr su acercamiento a centros penitenciarios más próximos al País Vasco y Navarra. En un documento intervenido por los investigadores bautizado con el nombre de ‘Situación y vías-claves’ destaca un apartado dedicado a los “presos/exiliados”, con el planteamiento de las líneas de trabajo seguidas en 2019 y 2020.
Las estrategias destacan la necesidad de “reubicar” el espacio militante. O lo que es lo mismo, que las bases cumplan con los nuevos desempeños adjudicados, que sirvan como presión ante las autoridades para tomar una decisión sobre los presos de ETA. Destacan la campaña Izan Bidea [Sé el camino, en euskera] coordinada por Sare que se celebraría en Hegoalde, como denominan a la parte de Euskal Herria al sur de los Pirineos y que integraría al País Vasco y Navarra.
Pero hay más. Los autores esbozan una novedosa línea de actuación en Iparralde, la región conocida como el País Vasco francés. El documento cita la “propuesta principal” de “reforzar la activación social y el apartado diplomático”, dos vías de actuación que tendrían el mismo objetivo: “Obligar al Gobierno francés a entrar en la agenda para la resolución de la cuestión de los presos”.
Para ello sería necesario estructurar una agenda propia que incluya citas con “agentes políticos, institucionales y de la sociedad del País Vasco francés”. Esfuerzos encaminados a lograr que el Gobierno galo, bajo la presidencia de Emmanuel Macron, ceda a las peticiones del colectivo abertzale respecto a los miembros de ETA que cumplen condena en su país.