España

¿Un hotel de lujo? La decadencia se come al antiguo palacete de los Franco 30 años después

Construido en 1920, el palacete fue el primer gran regalo inmobiliario que recibió el general. Sus descendientes se embolsaron 320 millones de pesetas con su venta en 1988. Desde entonces, su dueño ha intentado darle un uso hotelero, pero la falta de un mantenimiento adecuado ha dejado el edificio en estado de semiabandono

En el palacete del Canto del Pico, en Torrelodones (Madrid), todo sigue igual. Este gran edificio de piedra, que fue el primer gran regalo inmobiliario a Francisco Franco, acumula años en estado de semiabandono. En los últimos tiempos, sus dueños han dado pasos importantes para convertirlo en un pequeño hotel de lujo, pero el inmueble sigue en decadencia por falta de un mantenimiento adecuado.

Al palacete se le conoce como Casa del Viento y es el edificio que corona una finca enorme con vistas a Madrid capital y a la cuenca del Manzanares. Está situado en uno de los puntos más altos del municipio, en un montículo de rocas graníticas que queda cerca de Los Robles, una urbanización de adosados.

Su fácil acceso y su estado de semiabandono han convertido al palacete del Canto del Pico en un coladero de vecinos y curiosos

Su fácil acceso y su estado de semiabandono han convertido al Canto del Pico en un coladero de vecinos y curiosos. Hace tiempo que no sorprenden los grafitis de las fachadas o los escombros y cristales de vidrio rotos esparcidos por los alrededores. Los principales daños los sufren los aleros de madera de gran vuelo de las cuatro fachadas o las techumbres de las estancias interiores. Dentro del edificio hay algunos forjados de madera apuntalados. Y la mayoría de ventanas y accesos al interior se han ido tapiando, pero siguen quedando recovecos sin cubrir.

La familia Franco vendió el Canto del Pico en 1988 por 320 millones de pesetas. Fue la primera mansión privada que logró enriquecer a los descendientes del dictador

En realidad, el Canto del Pico ya había perdido su esplendor a finales de los 80, cuando la familia Franco logró vendérsela al actual dueño, el hostelero español José Antonio Oyamburu, por 320 millones de pesetas. "La Casa del Viento fue la primera mansión privada del general Franco y también la primera en enriquecer a sus descendientes", asegura el periodista Mariano Sánchez Soler en su libro La familia Franco S. A..

Los convulsos primeros años del Canto del Pico

La historia del Canto del Pico comenzó en 1920. Entonces, en Torrelodones apenas vivían 625 personas. Aquel año, José María de Palacio y Abarzuza, conde de las Almenas, mandó construir la mansión. Un año después, se produjo el primer episodio histórico del edificio: el político conservador Antonio Maura, amigo personal del conde, murió tras sufrir una hemorragia cerebral en unas escaleras del palacete.

Años después, en plena Guerra Civil, el Canto del Pico sirvió como cuartel director de los republicanos en la batalla de Brunete. Esto no agradó al conde, que ese mismo año decidió poner a Franco como heredero de la propiedad. El complejo, que en 1930 había sido declarado como monumento nacional, se convirtió en uno de los "santuarios favoritos del general y de su familia", según Sánchez Soler.

Desde la mansión de Torrelodones, el general tomaría importantes decisiones. También fue el escenario de la noche de bodas de su hija Carmen con el doctor Martínez-Bordiú. El interior del palacete no sólo albergaba una capilla con un cristo crucificado, sino que también sirvió como almacén de los regalos que recibió el dictador durante su dictadura y albergó durante años piezas renacentistas de referencia.

El viejo sueño del hermano del cura del pueblo

A finales de los 70, los nietos de Franco empezaron a moverse para deshacerse del Canto del Pico en plena expansión urbanística de la zona. Primero lo intentó Francis, el nieto 'favorito', en 1979. Pero la venta chocó con dos grandes obstáculos: además de su declaración como monumento nacional en 1930, el terreno que ocupaba la finca estaba calificado de rústico-forestal. Este doble blindaje ha torpedeado desde entonces las operaciones inmobiliarias en el Canto del Pico.

¿Un hotel de lujo? La decadencia se come al antiguo palacete de los Franco 30 años después
Palacete del Canto del Pico, en Torrelodones (Madrid).

José Antonio Oyamburu, el empresario que compró la mansión a los Franco, era también el hermano del entonces párroco de Torrelodones. Desde el principio, el hostelero se empeñó en transformar el complejo en un restaurante y en un hotel de lujo. Pasaban los años, se sucedían diferentes alcaldes y el edificio y la finca se iban deteriorando, pero Oyamburu se mantenía firme con sus planes iniciales. El empresario, que hizo fortuna en Reino Unido, también defendía su intención de "ser fiel" al Canto del Pico.

La operación de compra la realizó a través de Stoyan Holding Limited, con sede en Inglaterra. De hecho, en varias plataformas especializadas información patrimonial, Oyamburu sólo figura en España como administrador de Residencial Playa de Ronda S.A., una promotora inmobiliaria asentada en Málaga.

Su estado "cercano al abandono", en los juzgados

El Canto del Pico ha sufrido dos incendios desde que está en manos de sus actuales dueños. El último, en junio 2019, afectó al tejado. Stoyan Holding estuvo a punto de sacar adelante su proyecto en 2001, pero la licencia concedida una década antes había caducado. Los propietarios volvieron a intentarlo a partir de 2018. Y en septiembre de 2019, el Gobierno regional autorizó el uso hostelero siempre y cuando fuera supeditado a la protección municipal y medioambiental.

A Oyamburu le llegó esta buena noticia sólo unos meses después de que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Collado Villalba abriera diligencias previas por la falta de mantenimiento del Canto del Pico. Según ABC, el objetivo del Ayuntamiento de Torrelodones en este asunto es encontrar una solución para el Canto del Pico, tanto si se resuelve bajo iniciativa privada como si se da bajo el paraguas público. De hecho, el Consistorio ofreció el año pasado a los dueños una permuta de suelos. El plan puesto sobre la mesa -según detalló el diario de Vocento- consistía en que el Canto del Pico pasase a titularidad municipal a cambio de que los dueños recibieran una parcela de uso terciario junto al Casino Gran Madrid.

Según OkDiario, el Ayuntamiento y los propietarios no han llegado a un acuerdo para ninguna permuta. En estos últimos meses, el juzgado de Villalba ha dictado la apertura de juicio oral contra la empresa propietaria del palacio y los terrenos por los "daños sobre bienes de valor histórico, artístico y cultural". El magistrado considera en los hechos punibles que el representante de la propiedad "mantiene el Palacio del Canto del Pico en un estado cercano al abandono, lo que ha permitido un deterioro significativo del edificio".

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