Esta mañana era misión imposible encontrar un taxi libre en Barcelona. Los barrios de la ciudad condal amanecían con una estampa más bien de domingo. Por sus calles caminaban grupos de jóvenes con la estelada anudada la espalda rumbo a la plaza de la Universidad.
Allí estaban convocados al mediodía a la primera gran manifestación de este martes 3 de octubre. El pequeño comercio de la ciudad condal ha optado en su mayoría por echar a persiana ante la huelga general convocada por sindicatos minoritarios.
El transporte público también ha permanecido prácticamente paralizado y las bocas del Metro de Barcelona se han mantenido cerradas en las horas centrales del día. Las sedes de las grandes empresas y las franquicias de comida rápida han proseguido con su actividad pese a al "paro de país" convocado por las entidades soberanistas y los partidos independentistas en repulsa por las intervenciones policiales para impedir el referéndum del 1 de octubre.
Las grandes cadenas de ropa y algunas superficies comerciales han tenido que bajar la verja al paso de algunos piquetes. Los que han hecho el agosto han sido los bazares y supermercados 24 horas del centro de Barcelona, que surtían a los miles de jóvenes de agua y alimento durante la mañana. Hasta cuatro euros llegaba a pagar algún despistado que había olvidado su estelada en casa.
Los pasillos de El Corte Inglés de Plaza de Cataluña estaban casi desiertos. Algunos turistas se refugiaban en la zona de perfumería de la masa de manifestantes que cruzaba frente a la puerta del centro comercial. En la tienda de Apple situada justo en frente los guardias de seguridad vigilaban la entrada viendo cómo cientos de jóvenes proseguían su camino hacia la zona donde se concentraban las protestas.
Aunque el clima era en su mayoría pacífico, los manifestantes coreaban los cánticos más repetidos en los últimos días. El himno de "Els Segadors" se repetía espontáneamente en cada esquina de la Gran Vía, mezclándose con acusaciones de manipulación a la prensa española o demandas de independencia. En medio de estas concentraciones se formaban algunos castellers ante el aplauso de adolescentes emocionados.
Según la Guardia Urbana, cerca de 300.000 personas han salido a las calles de la ciudad condal durante las primeras horas del día. Cientos de ellos han protagonizado una concentración a las puertas del Parlament de Cataluña, situado en el Parque de la Ciutadella, con bomberos uniformados a la cabeza portando pancartas con el lema "Democracia".
Por su parte, otro grupo se congregaba en la plaza Sant Jaume, frente a la sede del Govern y del Ayuntamiento, mientras que dosmil personas más protestaban frente a las puertas de la Jefatura Superior de Policía Nacional en Via Laietana, al igual que ocurrió durante toda la jornada de ayer. También ha habido manifestación a las puertas del colegio Ramon Llull, donde se produjo una de las cargas más violentas de la ciudad condal.
Los que no se han librado de las protestas han sido los miembros del PP catalán y de Ciudadanos, frente a cuyas sedes se han concentrado decenas de manifestantes cercados por los Mossos d'Esquadra. Los miembros de la formación naranja han tenido que ser escoltados por los agentes para abandonar las instalaciones.
En el resto de Cataluña se han repetido los cortes de carreteras, el acoso a los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil frente a los hoteles donde pernoctan. A partir de las seis está convocada la segunda gran movilización de la jornada, que ha comenzado en los Jardines de Gracia. Las calles del centro de Barcelona ya están repletas.
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