España

¿Por qué se hundió el Valbanera? Fin del misterio del 'Titanic de los pobres'

El vapor Valbanera se embarrancó y no se pudo recuperar en los cayos de Florida, EE UU, con más de 500 emigrantes a bordo, mayormente canarios, donde lo tumbó un ciclón tropical

Es una de las mayores catástrofes de la marina mercante española que permanece en el olvido hasta el punto que no se sabe el número real de pasajeros. La Asociación Canaria de Cultura Marítima (Accumar) rinde homenaje al llamado 'Titanic de los pobres' que durante años cubrió la línea España-Cuba vía Canarias; uno de los capítulos más negros de la historia de la emigración insular. El buque, de Pinillos, Izquierdo y Cía, que a principios del siglo XX trasladaba a miles de emigrantes a América, se embarrancó sin dejar supervivientes en circunstancias aún sin aclarar entre el 9 y el 12 de septiembre de 1919. Precisamente, en esas fechas el diario 'El Socialista' de Pablo Iglesias denunciaba "el gran abandono de Canarias" por parte del Gobierno central era "un horrendo crimen". 

Las huelgas anarquistas en Barcelona, donde tenía su base, impidieron que el Valbanera tuviera repuestos adecuados antes de perecer a 16 metros de profundidad y pasase de soslayo por la historia naval de España. Los documentos inéditos a los que ha tenido acceso Vozpópuli acreditan que las modificaciones en cubierta estaban mal agarradas y que la caldera de vapor requería un cambio urgente. Por aquella época Las Palmas era el segundo puerto del mundo en mercancías tras Nueva York. Accumar no se explica que no hubiera piezas de recambio en su escala en Canarias.

Han pasado 105 años y el pecio permanece en el fondo del mar en las arenas movedizas del Bajo de la Media Luna, a cuarenta millas al oeste de Cayo Hueso, tras llevar al Caribe 1.142 pasajeros, 88 tripulantes y sin contar con los polizones. Antes desembarcó en Puerto Rico y Santiago. El presidente de Accumar y medalla de oro de Gáldar de 2024, de donde procedían buena parte de los grancanarios fallecidos en este hundimiento sin náufragos, José Juan Rodríguez Castillo, señala que a la vista de los documentos "ese romanticismo de que la huella del Valbanera nos recuerda que fuimos tierra de emigrantes es de ignorantes, el mar es así, yo soy marino, el barco arrastraba problemas, punto", señala Rodríguez Castillo, que destaca el papel del Museo Elder de Las Palmas en recordar cada verano la memoria de las víctimas. El presidente de honor de la CEOE de Las Palmas y de Accumar, Sebastián Grisaleña, resalta que "esto es un episodio grave la historia económica de Canarias ya que, en el ámbito naval, la islas tenían un marco libre comercio y de personas en el Atlántico pero estaban alejadas y dejadas de la mano de Dios".

"No hubo un problema humano, no fue un tema de tripulación, fue un tema del mal mantenimiento del buque que se encontró con un ciclón tropical que, producto de que habría un problema de energía, el ciclón tropical terminó por hundirlo y esa es la conclusión que hemos verificado porque el capitán, que antes fue primer oficial, tenía instrucciones de llevar el barco a reparar a Nueva Orleans desde el inicio de la travesía", señala Rodríguez Castillo.

La tragedia del Valbanera es recordada como 'el Titanic de los pobres' -aunque Rodríguez Castillo rechaza esta idea- y es un símbolo de la emigración canaria y en ella fallecieron casi 500 personas, según las cifras oficiales, de las que no se ha recuperado aún ni un sólo cadáver. "La familias merecen un respeto, eran muchos jóvenes que no querían ser reclutados para el Rif en Marruecos y eso de los pobres son tópicos literarios porque La Palmas era el segundo puerto del mundo tras Nueva York en mercancías, es decir, no éramos unos parias, poco a poco gracias al esfuerzo del Ayuntamiento de Gáldar estamos recuperando la memoria de estos acontecimientos".

Accumar maneja documentos a los que ha accedido Vozpópuli que ponen de relieve que durante la vida marinera del vapor Valbanera el armador hizo reformas y añadió alojamiento para pasajeros. La maquinaria del barco, que terminó de construirse en 1906 por C. Connell & Co Ltd en Whiteinch, Glasgow, Escocia, apenas un mes antes de la tragedia de septiembre de 1919, estaba en perfecto estado de revista por una revisión realizada en Barcelona. Pero los técnicos en Barcelona mandaron un oficio algo alarmados porque el barco no estaba bien para una travesía. Un dato: el buque perdió en La Palma, antes hizo escala en Gran Canaria y Tenerife, un ancla. También es cierto que lo lógico es que fuese un problema del molinete del ancla porque no se menciona de qué banda era, la de babor, estribor o el ancla de respeto.

El informe de los técnicos en el puerto de Barcelona recogido con anterioridad es confuso porque señala que "un ancla requiere ser provista, y la cubierta intermedia y las vigas en la zona de las bodegas de carbón, dañadas por el fuego, deben ser reparadas permanentemente". No se sabe nada del ancla de respeto. 

Las huelgas y las piezas

Era septiembre de 1919 y ese año en Cataluña hubo desde huelgas convocadas por la CNT en febrero a un paro patronal en octubre de ese ejercicio, que es cuando nació la jornada de trabajo de 40 horas semanales surgida al calor de las movilizaciones iniciadas en la empresa Riegos y Fuerza del Ebro, que llevaba a cabo el proyecto de electrificación de Cataluña, liderada por el Comité de la Regional Catalana de la CNT y ganaron obreros que trabajaban en diferentes lugares de Cataluña.

El caso es que, de acuerdo con los documentos de Accumar a los que ha tenido acceso Vozpópuli, en Glasgow, donde se construyó el buque en 1906, se recibe un dictamen que señala: "los peritos de Barcelona informan ahora que las reparaciones han comenzado, pero que debido a la declaración de una huelga general no fue posible realizar más trabajos y la cubierta ha sido ahora unida con fieltro y pernos, y los propietarios se han comprometido a realizar las reparaciones necesarias en Nueva Orleans o al regreso del buque a Barcelona. Se solicita que se difiera la acción". 

El sobrepeso no fue el origen del desastre

Para Accumar, "los datos reales, que nosotros hemos estudiado en Puerto de Sardina, Gáldar, destacan otra cosa: no se ha tenido en cuenta el número de polizones", señala a Vozpópuli. "A ver si dejamos las cosas claras, era un barco de carga, es decir, aunque se metan 5.000 pasajeros no se hunde, está claro que hubo un temporal pero el barco salió con problemas de Barcelona, cosa que ahora con los documentos que tenemos, se desvela una cosa: no fue resultado de un problema de la tripulación, los únicos que pueden saber la verdad".

El Aula del Mar de Gran Canaria, ubicada en Sardina, norte de Gran Canaria, ultima la exposición de documentos clave para ayudar a desenterrar el misterio que se ubica en el fondo del mar cerca de Matanzas. Rodríguez Castillo señala que "hubo mucho pasajero clandestino, seguro, la economía de aquella época en Canarias era un desastre, no todo el mundo tenía 120 euros de aquella época para un viaje de esa magnitud". 

El barco se hundió a 100 millas del puerto de La Habana en el Banco de la Media Luna, tras haber partido dos semanas y media antes desde Las Palmas, el 21 de agosto, con emigrantes que buscaban una mejora de su vida en América. "Esto no es comparable con el tema de la migración atlántica que llega a Canarias, conozco África, sé de lo que hablo". El Valbanera atracó en Santiago de Cuba el 5 de septiembre de 1919, antes de seguir su viaje hacia su destino final, La Habana; en la primera ciudad unos 700 pasajeros abandonaron el barco, casi 1.000 personas que, sin saberlo previamente, pudieron salvar sus vidas.

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