El delegado de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Carlos Sánchez Mato, ha cifrado en 654.722 euros al año lo que órganos directivos de Ifema gastaban entre sueldos, coches y tarjetas, una cantidad que asciende a más de siete millones de euros en los últimos diez años.
Ese dinero, en lugar de ir a la internalización de Ifema -participado en un 33% por el Ayuntamiento-, ha ido a parar "al bolsillo de tres personas", que ha preferido no citar ya que todos los presentes en la comisión del ramo "saben quienes son".
Bienvenidas las "caídas de caballo"
"Llegó Manuela Carmena y nombró (para Ifema) al coordinador general de Alcaldía, Luis Cueto, que dijo que no iba a cobrar por ese puesto. Entonces parece que todo el mundo en Madrid lo descubrió. ¡Bienvenidas las conversiones y las caídas de caballo!", ha exclamado.
El delegado trabajará por mejorar el posicionamiento internacional en ferias de Ifema. Y es que el problema no sólo es de precios sino también de ocupación: en 2015 la ocupación de los recintos feriales ha estado por debajo del 42%. Esto conlleva una necesaria mejora en la labor comercial y en la búsqueda de oportunidades de negocio en sectores de interés para las exportaciones madrileñas.
Los ingresos inducidos de los recintos de Ifema ascienden a 2.000 millones según el concejal del PP Percival Manglano
Otro obstáculo a mejorar es el relativo a la posición estratégica de España y que Ifema no utiliza con respecto al continente americano. También es vital fortalecer la marca. El concejal del PP Percival Manglano ha lanzado en la comisión que la de Ifema es una "opinión política" de Ahora Madrid y no una decisión técnica.
Sobre los recintos ha afirmado que Ifema es "el primer organizador de ferias en España y el cuarto de Europa" y que sus ingresos inducidos ascienden a 2.000 millones. Para Sánchez Mato es "abracadabrante" que el PP hable de despolitizar Ifema "cuando las dos personas con más influencia en la organización nada tienen que ver con la política", ha lanzado irónicamente refiriéndose a José María Álvarez del Manzano y Manuel Cobo. "No sé cómo no se ruboriza", le ha espetado a Manglano.