El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, quiere que el presidente Pedro Sánchez se desmarque definitivamente de sus ministros en temas como la reforma de las pensiones y la nueva ley de vivienda. El líder de Podemos se reunirá con el presidente del Gobierno en La Moncloa esta semana (la fecha exacta se mantiene en el máximo secreto) y, según ha podido saber Vozpópuli, Iglesias acudirá a la cita con un requerimiento claro: que Sánchez deje de ponerse de perfil y desautorice a sus ministros que se niegan a asumir las políticas que Podemos considera blindadas por el pacto programático.
A lo largo de los últimos días, el Ejecutivo ha sufrido unos cuantos golpes por el enfrentamiento entre ministros socialistas (sobre todo Carmen Calvo y Nadia Calviño) y los representantes de Unidas Podemos. Los morados creen, no obstante, que la relación directa entre Sánchez e Iglesias se mantiene fluida y quieren aprovecharse del actual enfrentamiento del presidente del Gobierno con el Partido Popular para pedirle que fuerce a sus ministros a abordar dos políticas que los morados consideran troncales para la legislatura.
Podemos vivió momentos de tensión en la semana pasada por lo que parecía un acercamiento entre Sánchez y Pablo Casado. En ese tira y afloja, Sánchez acabó respaldando a Podemos salvaguardando su cuota de jueces y juristas (al menos dos) en el CGPJ. En diciembre Sánchez e Iglesias se dieron un apretón de manos y el hecho de que Sánchez mantuviera fe a su palabra la semana pasada tranquilizó al círculo de Iglesias. De no haber sido así, en Podemos admiten que el Gobierno iba a tambalearse.
Apretón de manos Sánchez-Iglesias
Ahora Iglesias está dispuesto a subir la apuesta. La lógica política que subyace a su posición es que, según el líder morado, cuando el motor del Gobierno se atasca, es mejor hablar con Sánchez. Y eso hará en el próximo encuentro en el que recordará al presidente sus "líneas rojas" de Podemos y le instará a desmarcarse o desautorizar a los ministros que insisten en frenar algunas iniciativas incluidas en el pacto de Gobierno. Es decir, a las leyes que impulsa Irene Montero sobre igualdad y a intervenir el mercado del alquiler y evitar "cualquier tipo de recorte" en las pensiones.
Los morados presionan en el ámbito de la vivienda porque quieren que el Gobierno permita a las comunidades autónomas fijar limites a los precios. Lo hace sobre todo para alinearse con ERC. Gabriel Rufián está amenazando en el Congreso con quitar su apoyo en las votaciones parlamentarias si Sánchez e Iglesias no avanzan en esa legislación. Iglesias avisará a Sánchez de que no pueden permitirse pasos en falso en el hemiciclo, e insistirá en erigirse en pilar del bloque con ERC y Bildu en el Congreso por temor a perder esa función de puente con los nacionalistas, como desveló este diario.
En cuanto a las pensiones, los morados advierten a Sánchez de que no quieren "recortes" de ningún tipo en el texto de reforma que está elaborando el ministro José Luis Escrivá. Los ministerios económicos están trabajando en estos días para atar algunos puntos de la reforma. Podemos desconoce los detalles de la reforma, pero Iglesias quiere dejar claro a Sánchez que no apoyará ningún tipo de corrección a la baja.
Responsabilidad del presidente
En febrero, estalló el malestar en el grupo parlamentario de Podemos cuando Calvo presentó una iniciativa en el ámbito de Igualdad (la 'ley Zerolo'), que es competencia de la ministra Irene Montero. Entonces, como adelantó este diario, el malestar de los diputados de Podemos se dirigió por primera vez directamente contra Sánchez, a quien consideraron el artífice de esa iniciativa.
El pasado lunes, la secretaria de Estado para la Agenda 2030, Ione Belarra, afirmó públicamente que su partido no está dispuesto a ceder en pensiones y alquileres y criticó a la ministra de Economía, Nadia Calviño. Pero dejó caer otra frase para señalar directamente a Sánchez: "Los acuerdos se tienen que respetar y el presidente debe hacérselo entender a los ministros de su partido". La ministra de Economía afirmó por la mañana que "regular los precios de los alquileres no va a solucionar todos los problemas".
Forzar a Sánchez a pronunciarse
Sánchez se encuentran de momento entre dos fuegos. Por un lado tiene a Podemos, que propone medidas como una nueva tasa para los propietarios de pisos vacíos para recaudar fondos y evitar recortes. Por el otro, el segmento moderado del Ejecutivo sostiene que la economía no va a aguantar una reforma cosmética, y que Bruselas tiene la mirada puesta en esa medida para conceder las ayudas para la recuperación.
En la diana de Podemos se encuentran las ministras Calvo y Calviño, además del responsable de Seguridad Social. Se trata de un bloque sólido de ministros, aunque Iglesias y los suyos están convencidos de que acatarán todo lo que le pida Sánchez. A lo largo de estos meses, los de Podemos han aprendido que, aunque el presidente intenta ponerse de perfil, las polémicas ministeriales se resuelven siempre apelando a La Moncloa.
Esto es exactamente lo que Iglesias le planteará a Sánchez esta semana. Será una oportunidad para revalidar la entente entre los dos líderes y garantizar al presidente la "lealtad" de sus socios, pero siempre y cuando se mantenga firme con los compromisos adquiridos hace un año. De aquel texto y de la máxima que reza pacta sunt servanda (lo pactado obliga, en latín), Iglesias no está dispuesto a renunciar.
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