El comisario Agapito Hermes de Dios, el que fuera máximo responsable policial de Marbella hasta el pasado 18 de abril, cuando fue expedientado tras reconocer que había participado en la investigación sobre el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para el Ministerio del Interior. Los máximos responsables de departamento que dirige Jorge Fernández Díaz han tardado cerca de una semana en decidir qué hacer con él mientras se instruye el expediente informativo que le abrieron. Ayer, finalmente, optaron por destinarle a la madrileña comisaría de Usera-Villaverde como segundo jefe, según confirmaron a este diario fuentes de la propia Dirección General de la Policía. Sin embargo, sólo 24 horas antes la decisión era otra: iba a ir como máximo responsable de la de Moncloa-Aravaca, el distrito de la capital donde precisamente reside el número 2 del Ejecutivo autonómico de Esperanza Aguirre. Para complicar aún más su situación, la semana pasada sus ex subordinados en el municipio malagueño remitieron a un juzgado de esta localidad las diligencias que abrieron después de que el mando policial se inmiscuyera presuntamente en la actuación de una patrulla del 091 en un caso de violencia de género, según han confirmado a Voz Pópuli varias fuentes policiales.
El mando pidió que no acudiera ninguna patrulla a un aviso de violencia de género porque él se encargaba de solucionarlo
Este último suceso tuvo lugar la noche del pasado jueves, cuando la sala del 091 de la localidad malagueña recibió una llamada en la que una mujer denunciaba que su compañero sentimental le estaba amenazando con una pistola. Los agentes transmitieron inmediatamente el aviso a un coche patrulla, que se dirigió al lugar. Cuando éste aún no había llegado, en dependencias policiales se recibió una segunda llamada. En este caso, la persona que la hacía se identificó como el comisario Agapito Hermes, quien preguntó si habían recibido una denuncia de un supuesto caso de violencia machista. Al ser informado de que así era, el mando policial supuestamente dijo a sus compañeros que no hacía falta que acudieran, que él ya se había encargado de solucionarlo.
Pese a las indicaciones del mando policial -que ya entonces había dejado de ser responsable de la comisaría de la localidad malagueña-, la patrulla acudió al lugar de la denuncia, donde encontró a la mujer, quien finalmente declinó presentar denuncia por la supuesta amenaza. Tras tener noticia de ello, el inspector responsable de Seguridad Ciudadana intentó contactar telefónicamente con el comisario para pedirle explicaciones sobre su intervención en el suceso, pero éste no respondió a sus llamadas. Poco después, este agente elaboró una diligencias sobre lo sucedido, incluida la llamada al 091 del ex reponsable de la comisaría de Marbella, al juzgado de guardia de la localidad. Según fuentes policiales, el titular del mismo cerró la mismas hace dos días.
Denuncia "poco convincente"
Este último suceso no ha pasado inadvertido en Madrid, donde algunos responsables de Interior ya estaban muy molestos por la actitud del comisario tras conocerse su implicación en la investigación sobre el vicepresidente de Esperanza Aguirre. De hecho, algunas fuentes califican de "poco convincente" la denuncia que este mando presentó en la que aseguraba que le habían robado de su despacho en la comisaría de Marbella la carpeta con las conclusiones de las pesquisas sobre la vivienda que Ignacio González asegura alquilar en dicha localidad malagueña. "Dio tan pocos detalles sobre cuándo y cómo se podía haber producido la sustracción que impedía iniciar cualquier investigación medianamente seria sobre la misma", apunta una fuente que tuvo acceso a la misma.
Tampoco ha gustado entre sus compañeros que, cuando fue interrogado por este asunto por agentes de la Unidad de Asuntos Internos, haya hecho recaer toda la responsabilidad sobre el inicio de aquellas pesquisas en el ex director adjunto operativo, el comisario Miguel Ángel Fernández-Chico, fallecido el pasado mes de enero. Fuentes policiales insistían ayer a este diario que es poco creible que el anterior número 2 de la Policía encargase una investigación sobre el patrimonio de un dirigente del PP a un mando policial que, recalcan, "mantiene estrechos lazos con destacados miembros de este partido tanto en la provincia de Málaga como en Madrid". En este sentido, recuerdan que poco antes de la victoria de Mariano Rajoy en las elecciones del 20-N, fue visto en la sede popular de la calle Génova, en Madrid. "Cuando José María Aznar fue presidente estuvo destinado en el Palacio de La Moncloa", añaden.
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