El Gobierno volverá a aumentar la presión fiscal a las empresas. Pero esa subida afectará sólo al 1,7% de las compañías españolas, es decir, a las 25.000 más grandes del país. Así lo revelan fuentes del Ministerio de Economía que aseguran que el Ejecutivo prepara ya un nuevo recorte a las desgravaciones para acercar el tipo efectivo que pagan esas empresas, situado en el 19,3%, al tipo nominal que fija la ley del 30%.
El recorte en las deducciones se aplicó ya el año pasado de manera generalizada para el casi millón y medio de compañías que tributan en España. Como consecuencia de ello, Hacienda ha aumentado en más de 5.000 millones la recaudación que ingresa vía Impuesto de Sociedades. Sin embargo, ese aumento de la recaudación ha resultado ser artificial porque incluye 1.335 millones de adelantos que hacen las empresas con el nuevo sistema de pagos fraccionado. Al cierre del año y pese a la mayor presión fiscal, Hacienda recauda de los impuestos a empresas menos de la mitad de la que se obtenía al inicio de la crisis, en el año 2007.
Las fuentes consultadas aseguran que no han calculado todavía el impacto presupuestario del recorte en deducciones a las grandes empresas y a los llamados grupos consolidados y lo justifican en una cuestión de “equidad”. La medida, en cualquier caso, se sumará a otras que a lo largo del último año han supuesto una recaudación de 3.825 millones extraordinarios, entre las que destacan:
- Supresión de la libertad de amortización: 1.046 millones de euros
- Limitación de deducción de los gastos financieros: 1.010 millones de euros
- Subida del tipo sobre los pagos: 1.015 millones de euros
- Límite a la compensación por pérdidas: 824 millones de euros
Menos desgravaciones al margen de la reforma fiscal
La decisión está ya tomada independientemente de los demás ajustes que se adopten en la reforma fiscal que el comité de sabios entregará al Gobierno el 10 de febrero. Algunos de los miembros del Gobierno han comenzado ya a defenderla públicamente, tal como hizo el responsable de la cartera de Economía, Luis de Guindos, que –en declaraciones a la COPE—aseguró que “hay grandes empresas que pagan mucho menos que algunas pymes".
"Hay que llevar el tipo efectivo a lo que se debe pagar, es un tema de justicia" y concluía que hay “que actuar sobre el Impuesto de Sociedades y en el IRPF hay que establecer los incentivos adecuados para ahorrar e invertir".
Las grandes empresas han visto subir sus tipos nominales en dos ocasiones en los últimos dos años. Así, las empresas cuya cifra de negocio supera los 60 millones de euros han visto saltar sus tipos del 27 al 29% desde el pasado mes de julio. Sin embargo, la recaudación no ha crecido en la misma cuantía porque esos grupos han seguido acogiéndose a las desgravaciones todavía vigentes, explican fuentes de Hacienda.
"Las empresas han visto como los impuestos que pagan en los tres últimos años han subido después de cinco años de caídas" --afirma el fisco-- que, sin embargo, argumenta que "el tipo efectivo se situó aún más de 5 puntos oprcentuales por debajo del máximo observado en 2004", por lo que todavía hay margen para mayores subidas.
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