Hay mucha prisa por "gripalizar" la covid, pero antes convendría echar la vista atrás o, mejor dicho, al presente, para aprender, esta vez sí, de lo ocurrido. La sexta ola mantiene a nuestro sistema sanitario en un estado de tensión constante y los no vacunados tienen una responsabilidad manifiesta en ello. No es una opinión, es la conclusión a la que llega la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) tras analizar los datos covid de 2021: "Bajo el supuesto de que toda la población hubiera estado vacunada de la covid desde la primera semana de abril, la incidencia de la enfermedad en términos de hospitalizaciones y defunciones durante 2021 habría estado en la línea de una temporada de gripe con actividad moderada/alta".
"¿Qué habría sucedido si el 100 por cien de la población mayor de 12 años hubiera estado vacunada cuando comenzó la sexta ola?". Es la pregunta que se han hecho los investigadores José E. Boscáa, José Canoa y Javier Ferri en el informe 'Covid-19 en España durante 2021'. Los cálculos apuntan a que los "antivacunas" - el informe los denomina así-, durante la sexta ola hasta finales de diciembre, habrían incrementado los contagios un 14%, las hospitalizaciones un 44% (un 79% para el grupo entre 30 y 59 años), un 78% los ingresos en UCI (143% para el grupo entre 30 y 59 años), y un 32% las defunciones (53% en el grupo de edad entre 30 y 59 años).
En los apéndices al estudio se incluyen los cálculos matemáticos que se han llevado a cabo para conocer la incidencia vírica y asistencial de vacunados y no vacunados, por si alguno quiere hacerlos en casa, aunque no lo recomiendo si se carece de avanzados conocimientos en la materia.
Bien es sabido que tener al 100% de la población vacunada en abril de 2021 era misión imposible, pero da buena muestra de lo que puede ser esta pandemia si todos alcanzamos la pauta completa (dos dosis). "El impacto positivo de la vacunación sobre los indicadores sanitarios ha sido extraordinario. Por ejemplo, la no disponibilidad de vacunas habría aumentado las muertes por covid un 571 por cien con respecto a las observadas, aunque los menores de 60 años sólo sufrirían el 2, 1 por cien del aumento total, mientras que los mayores de 80 años hubieran sido los principales damnificados".
La no disponibilidad de vacunas habría aumentado las muertes por covid un 571%Informe de Fedea.
Déficit de profesionales
Los expertos de Fedea no solo han dirigido su mirilla contra los antivacunas, también han puesto de manifiesto en su informe la escasez de recursos humanos con la que nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS) ha tenido que hacer frente a la sexta ola. Un problema que se ha ido repitiendo ola tras ola, sin que las comunidades autónomas, ni el Ministerio de Sanidad, hayan buscado solución.
Para poder absorber toda la demanda sanitaria de esta sexta ola en condiciones prepandemia, habrían hecho falta 46.000 profesionales más, sanitarios y no sanitarios. Las labores burocráticas han sido ímprobas en esta última ola, y los funcionarios de los centros de Atención Primaria apenas han dado abasto con el papeleo.
"Si repetimos los cálculos sólo para los casos detectados entre el 15 de diciembre y el 14 de enero (último mes con datos disponibles), obtenemos un aumento en la carga de trabajo de los médicos (con respecto a la situación prepandemia) de 46.008 profesionales necesarios para hacer frente al incremento de trabajo del último mes (39% más de médicos, 27% más de enfermeros y un 55% más de otros profesionales, entre los que se incluyen técnicos de laboratorio).
Los investigadores de Fedea también han calculado el refuerzo que sería necesario en los centros de Atención Primaria, donde el colapso se ha convertido en el día a día habitual. "De acuerdo a nuestros cálculos, el total de personal requerido para hacer frente a la presión sobre los centros de Atención Primaria causada por la sexta ola sería de 26.515 profesionales". Esto supone aumentar, de media, dos profesionales por centro, aunque las necesidades de personal son mucho más acusadas en unas regiones que en otras.
En líneas generales, la sexta ola va dando tregua en la mayor parte del territorio español, con importantes caídas de la incidencia en territorios como Aragón o País Vasco (-800). Sigue subiendo, sin embargo, en Cataluña y Comunidad Valenciana. La ocupación de las UCI en Cataluña sigue por encima del 43%.
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