Con el 'sí' a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) cada vez más difícil por las contrapartidas que están consiguiendo ERC y Bildu del Gobierno de coalición, a Ciudadanos se le están cerrando las puertas y por ello baraja ahora una fórmula para salvar sus líneas naranjas sin que vote al final a favor de las cuentas públicas del PSOE y Podemos.
Esta cuadratura del círculo pasaría primero, según fuentes de la dirección de Cs consultadas por Vozpópuli, por aprobar el mayor número de enmiendas que le deje el Ejecutivo de Sánchez en la Comisión de Presupuestos, que tiene hasta el 20 de noviembre para aprobar el informe de la ponencia y luego, una semana más para debatir las enmiendas al articulado, con el fin de tener elaborado el dictamen antes del 27 de noviembre.
Esta fase hasta el 27 de noviembre es crítica para la formación de Inés Arrimadas, pues todo lo que consiga meter en la propuesta de los PGE, luego será más difícil de cambiar o tumbar en el pleno de la Cámara Baja, que tiene del 30 de noviembre al 3 de diciembre para debatir y votar las enmiendas al artículo y las secciones no incorporadas en las fases anteriores y que los grupos hayan pedido mantener vivas.
Votación por capítulos
Las citadas fuentes subrayan que no hay que excluir que Ciudadanos vote 'sí' en algunas votaciones de la Comisión de Presupuestos, en concreto en aquellas enmiendas que impulse la formación centrista o que vengan de otros grupos parlamentarios y considere que son beneficiosas "para salvar vidas y empleos" en la actual situación de pandemia, y luego en el pleno decantarse por el 'no' en las secciones que no comparta o en la votación final sobre el conjunto de los PGE.
Además, Ciudadanos también podría seguir en el 'no' a las cuentas de Sánchez si el Senado modifica o veta el texto remitido por el Congreso y la Cámara baja tiene que decidir, en última instancia, si mantiene o revoca los cambios, en lo que suele ser el último paso parlamentario antes de la aprobación definitiva de los PGE y su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Hay que recordar que en su la comparecencia de prensa del martes donde expuso las nuevas "líneas naranjas", la líder de Cs reveló que aún tenía exigencias que trasladar al Ejecutivo, aunque prefirió no desvelarlas en público y lo dejó para una discusión posterior que ahora encaja con la nueva fase de negociación de los PGE.
La propia Arrimadas admitió este jueves desde el estrado que empieza "la hora de la verdad" en la negociación de la letra pequeña de las Cuentas y reiteró que Ciudadanos va a estar en la mesa "hasta el último momento".
En este sentido, recalcó ante la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que "no es necesario" que el Ejecutivo "tenga que soportar las humillaciones" del líder de Bildu, Arnaldo Otegi, "diciendo que decide el futuro de España".
El PSOE no elige socio
La líder de Ciudadanos pidió a los socialistas "moderados" que escuchen al sector de su partido que no quiere que los Presupuestos se aprueben con la coalición abertzale y también dejó claro que "no es necesario" que Sánchez soporte "humillaciones" de su vicepresidente y líder de Podemos, Pablo Iglesias. "Ha llegado la hora de la verdad, aquí tienen nuestra mano, si no la cogen jamás podrán volver a decir que no lo hacen porque no tuvieron otra opción", enfatizó Arrimadas.
El Gobierno rechaza opinar de momento sobre la fórmula que estudia Ciudadanos. Y se limita a asegurar que la puerta de los Presupuestos sigue abierta para el partido naranja. "Nosotros no cerramos la puerta del diálogo a Ciudadanos, pero tampoco descartamos a Bildu o ERC", admiten fuentes del Ejecutivo.
El canal de comunicación abierto entre el Ministerio de Hacienda y Ciudadanos ha funcionado con regularidad desde julio. Pero La Moncloa era consciente de la dificultad de mantener vivas dos negociaciones paralelas aparentemente antagónicas con Arrimadas, por un lado, y ERC y Bildu, por otro. Montero renunció a presentar una nueva senda de déficit para ahorrarse una votación, tal y como publicó este diario en exclusiva.
Sánchez ha conservado el apoyo Ciudadanos y el bloque de la investidura para asegurar la tramitación de las cuentas. Pero la geometría variable de La Moncloa no va a más. Arrimadas pide al Gobierno que elija socios. Y el PSOE está prácticamente resignado a perder el apoyo de Arrimadas en la recta final de la negociación.
Fuentes del partido culpan al vicepresidente Pablo Iglesias de impulsar el acuerdo con la izquierda abertzale sin consultarlo con nadie. En opinión de algunos barones críticos, Sánchez está dispuesto a sacar los Presupuestos al coste que sea.
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