La infanta Cristina gastó 148.000 euros de origen público en mobiliario para el palacete de Pedralbes, una certeza acreditada por los investigadores que podría suponer un indicio más del supuesto blanqueo de capitales que podría acabar con la imputación de la hija del rey.
La mujer de Iñaki Urdangarin habría cargado a las cuentas de Aizoon, su sociedad patrimonial, una factura de 138.834 euros en 2005 por compras de "mesas, sillas, sofás, sillones, cortinas, alfombras, lámparas modulares y un mueble bar" en la prestigiosa casa barcelonesa Rosa Cerveto, según una información que publica el diario El Mundo. Además, en 2006 la pareja destinó 9.280 euros para la "confección e instalación de cortinas y rieles" facturados a la tapicería Blau Cel.
El gasto en la reforma del adquirido palacete de Pedralbes se completa con otros tres millones en obras para tirar abajo casi toda la edificación original, 928 euros para una compañía de selección de personal doméstico -Sarrià de Serveis-, 6.599 a Bodegas Baigorry o 242 por unas estufas exteriores para celebrar el 40 cumpleaños de Urdangarin en 2008. Todo ello, según apunta la Policía, se habría pagado con dinero desviado a Aizoon desde el Instituto Nóos, que a su vez lo habría obtenido de manera ilícita de diferentes administraciones públicas.
La información también revela los ostentosos gastos de los duques en marisco en varios restaurantes -780 euros-, en hoteles -17.466 euros en cuatro estancias en Elciego (Álava), Washington o el Tirol austriaco- o en vuelos por valor de 36.200 euros en diversas compañías, principalmente por viajes en clase business.
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