El juez José Castro sazona los 19 folios del auto por el que cita a declarar como imputada a la infanta Cristina de numerosas explicaciones de el porqué de una medida que no cuenta con el respaldo de quien ha sido su gran apoyo durante toda la instrucción del caso Nóos, la Fiscalía. El magistrado destaca desde las primeras páginas de su escrito que "no ha escatimado esfuerzos tendentes tanto a confirmar como a descartar la intervención de aquellas personas que ya habían declarado en calidad de imputadas" y que si no había tomado hasta ahora la decisión de llamar a la hija del rey, pese a que hace más de un año que lo pidió la acusación popular representada por el sindicato Mano Limpias, era porque hasta ahora no había reunido los indicios suficientes para hacerlo. Sin embargo, al final del auto, el juez Castro destaca que en un momento en el que está a punto de concluir la investigación "no parece procedente que ésta se ultime gravitando la más mínima sombra de sospecha sobre la intervención que aquella [la infanta Cristina] haya podido tener".
"Sería un cierre en falso en descrédito de la máxima de que la justicia es igual para todos y una clara contradicción a la práctica cotidiana de los juzgados y tribunales que en casos seimilares es muy escasamente probable que prescindiera del trámite", añade en otro párrafo de un escrito en el que incluso detalla por qué hasta ahora no había citado a la hija del rey al menos como testigo. En este sentido, destaca que tal trámite no hubiera aportada nada a la causa porque, como miembro de la Familia Real, hubiera estado exenta de concurrir al juzgado a declarar y hubiera podido acogerse a la posibilidad de declarar por escrito, como los miembros del Gobvierno. "Su testimonio estaría seriamente limitado por un cauce procedimental que impide plantear preguntas al socaires de las respuestas y con ello muy compleja la observancia del principio de contraticción", resalta. Además, el juez Castro consideraq que como conyuge de uno de los principales imputados sus respuestas hubieran estado "comprensiblemente mediatizadas por el parentesco".
Tras ello, el escrito del juez destaca que el hecho de que fuera copartícipe junto a su marido de la empresa Aizoon, una de las mercantiles investigado, y que además fuera vocal de la junta directiva del Instituto Nóos "carecían por sí solos y sin refuerzo añadido de virtualidad suficiente para convocarla a prestar declaración en calidad de imputada, única modalidad en que cabría hacerlo". Sin embargo, inmediatamente añade que el "reciente advenimiento" de determinados datos, principalmento correos electrónicos y declaraciones de otros testigos e imputados, ha modificado esa situación y, por tanto, considera que ya sí hay indicios suficientes para hacerlos. ¿Cuántos? El magistrado detalla hasta catorce para respaldar su hipótesis de que la infanta Cristina fue incluida en la directiva de la ONG "no en atención a sus capacidades, puesto que, por mucho le sobraran, ningunas estaba llamada a desplegar", sino para que su "tratamiento real" fuera utilizado por su marido y el socio de este para conseguir clientes. El juez estima que ella lo sabía y lo consintió.
"Disfrutando junto con su marido de los beneficios obtenidos"
En el punto sexto del auto, el juez Castro anticipa que su decisión de citarla contrará con numerosas críticas -la Fiscalía ya ha anunciado que recurrirá su decisión-, y de qu "es consciente que cada uno de los anteriores indicios, en si mismos y aisladamente considerados, carece de peso suficiente para sustentar una imputación". Sin embargo insiste que "su valoración en conjunto" permite concluir que consentía la utilización de su nombre y que sabía que era "para propiciar un trato generoso por parte de empresas privadas y tan pródigo como privilegiado de las Administración Públicas que, en atención a ello, prescindían de los cauces y controles administrativos que eran de rigos, disfrutando junto con su marido de los beneficios obtenidos".
A partir de este punto, el magistrado considera que no le queda más remedio que imputar a la hija del rey, sobre todo porque la instrucción de la causa se encuentra "en la recta final". "No parece procedente que ésta se ultime gravitando la más mínima sombra de sospecha sobre la intervención que aquella haya podido tener", afirma, para poco después acotar claramente sobre qué cuestiones se le interrogará cuando comparezca el próximo día 27 de abril: "Su intervención en la referida asociación [el Instituto Nóos] y entidad mercantil Aizoon SL, manejo y destino de los fondos derivados de las mismas y las cuestiones que razonablemente se desprenda". El juez incluso apunta que en estos momentos es prematura "aventurar" si del resultado de dicha declaración se mantendrá su imputación o finalmente saldra exculpada, pero que si ha tomado esta decisión es "precisamente en garantía de sus derechos, asistida de letrado y con instrucción de aquellos" para que "facilite las explicaciones que tenga por conveniente".
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