El Ejército de Tierra invertirá cerca de 170.000 euros en la renovación de las instalaciones donde residen los militares en el peñón de Vélez de la Gomera, unido a Marruecos por un istmo y sobre el que el reino alauí pretende su soberanía. El edificio corre riesgo de desprendimiento y es necesario el apuntalamiento de los techos. También hay “proliferación de colonias de hongos en la madera”. Las imágenes a las que ha tenido acceso Vozpópuli reflejan su estado deficiente. La reforma, no obstante, disipa cualquier sospecha de retirada de las tropas de estos emplazamientos, como se llegó a sugerir tras aprobarse la exhumación de unos restos mortales que permanecen enterrados en el peñón.
Los informes del Ejército de Tierra revelan que desde el año 2018 se ha alertado del estado en el que se encuentra el forjado de las viguetas de madera sobre el que descansa el dormitorio del personal. Desde entonces se han llevado a cabo varios trabajos para determinar el alcance de los daños, de los que se infiere que hay “serios problemas estructurales que afectan a la seguridad de las personas”.
De forma rotatoria, pero con presencia constante, los equipos del Ejército de Tierra se encargan de salvaguardar la soberanía del peñón de Vélez de la Gomera. Sin embargo, las condiciones en las que residen requieren una intervención inmediata. Los informes señalan que el forjado de las viguetas afectado se encuentra sobre los baños de tropa, el gimnasio del destacamento -en desuso por el mal estado-, unos almacenes y el paso al “quemadero”. Esos fallos se detectan a simple vista.
Sin embargo, una vez levantado el falso techo ubicado en otras áreas, se han detectado más anomalías que amenazan la estructura de las instalaciones, especialmente en la zona de acceso a los dormitorios y a los baños. Los peritos han detectado un alto nivel de humedad por problemas de filtraciones y fugas internas de la instalación de fontanería, según el informe adjunto al procedimiento administrativo.
En las fotografías se pueden ver las grietas en algunas de las viguetas sobre las que se sostienen los techos. También algunas humedades o el apuntalamiento provisional que han instalado los militares para que la presencia de hongos en la madera no conlleve un derrumbamiento. Las viguetas de metal en la zona de acceso a los baños también presenta un alto nivel de corrosión.
La reforma del Ejército
Por eso, el Ejército de Tierra ha aprobado una partida de 170.500 euros para su reforma, con tramitación plurianual. El plazo de ejecución de la reforma será de tres meses y el trabajo se ha adjudicado a la empresa Riegos Murcia S.L., por ser la más ventajosa de entre las tres ofertas que se presentaron al concurso.
En el Peñón de Vélez de la Gomera, que en tiempos albergase una población activa de civiles españoles, permanecen algunas instalaciones que el Ejército de Tierra se encarga de proteger y mantener. Se trata de uno de los emplazamientos próximos a Marruecos de soberanía española de un alto nivel estratégico debido a su posición en el Estrecho de Gibraltar y en el Mar de Alborán. Cada cierto tiempo el reino alauí lanza sus reivindicaciones sobre todos estos puntos. El episodio más destacado tuvo lugar en 2002, cuando un grupo de militares marroquíes tomó la isla de Perejil, lo que propició una intervención militar por parte de España.
En los últimos meses se han producido varios episodios por los que estas plazas de soberanía nacional han vuelto a ocupar titulares. La decisión de retirar los restos mortales de los españoles enterrados en los cementerios de Vélez de la Gomera y Alhucemas provocó que en algunos foros se sugiriese que el Gobierno se plantease la decisión de abandonarlos a su suerte en un contexto de máxima tensión diplomática con Marruecos.
La inhumación, no obstante, obedece al riesgo de desprendimiento de los restos mortales al mar debido al desgaste que el mar y el viento provocan sobre los camposantos. Ahora, tras aprobarse la reforma de la vivienda de Vélez de la Gomera, se disipan todas las dudas sobre la continuidad del Ejército de Tierra en el emplazamiento.
También se dedicó una partida presupuestaria a la instalación de una serie de antenas que mejorase las comunicaciones en los peñones e islas españoles próximos a Marruecos. El Ejército advirtió en la memoria justificativa del procedimiento que “una mala comunicación en esta zona supone poner en peligro la soberanía de dichos territorios”.
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