El ministro de Educación, Cultura y Deporte en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, ha reconocido este martes que no descarta que haya unas terceras elecciones porque las posiciones de todos los partidos son "todavía muy firmes". "Todos tenemos que hacer un esfuerzo. Creo que los españoles no quieren unas terceras elecciones y que ese esfuerzo merece la pena, pero yo no descarto nada", ha dicho Méndez de Vigo en una entrevista en Los Desayunos de TVE.
Asimismo, el ministro en funciones ha avisado de que las negociaciones para formar gobierno no deben "centrarse únicamente en la votación de investidura" sino que hay que pensar que "al día siguiente tiene que gobernar" y hay que darle al nuevo Ejecutivo herramientas e instrumentos para ello. En este contexto, ha afirmado que le sorprende que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, diga que no "antes de que conocer lo que el presidente del gobierno les va a proponer". Sánchez se reunirá el miércoles con el presidente del Gobierno en funciones y candidato del PP, Mariano Rajoy.
"Los españoles han dibujado un parlamento en el que los acuerdos son necesarios y lo que esperan de los políticos es que nos sentemos a hablar, yo creo que con la mirada limpia", ha dicho, añadiendo que le gustaría poder decir a los españoles que hay cuatro años de estabilidad por delante para realizar las reformas que el país necesita.
En relación a posibles acuerdos con partidos nacionalistas, Méndez de Vigo ha dicho que considera esencial mantener los puentes de diálogo y que "hay que hablar siempre", pero haciendo distinción entre el PNV y los independentistas catalanes: "El PP no va a poder llegar a ningún acuerdo con un partido que en estos momentos esta en esa singladura política", ha dicho. Así, ha insistido en que sobre "la soberanía nacional que reside el pueblo español y la integridad territorial del Estado" no va a ser posible llegar a un acuerdo, pero cree sobre todo lo demás "hay que hablar, escuchar y aprender". "Tampoco creo que el PSOE llegue a un acuerdo con un partido que se declara republicano o independentista", ha añadido.
Una LOMCE reformada, no derogada
De cara a la próxima legislatura, se ha mostrado convencido de que es posible llegar a un pacto por la educación con todas las fuerzas políticas sin necesidad de derogar la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), aunque ha admitido la posibilidad "reformar lo que haya que reformar". De hecho, ha puesto en valor la actitud negociadora de su departamento y puso como ejemplos los cambios que se introdujeron en el decreto que regula las evaluaciones de sexto de Primaria ante el temor de algunos sectores de que pudieran ser utilizados como un ranking de centros educativos. "Claro que se puede cambiar, claro que se puede hablar", ha reconocido.
En todo caso, ha defendido la LOMCE porque cree que realizó un análisis "correcto" de la situación educativa en España, pero se ha declarado partidario de "ir a más". "Soy partidario de escuchar y cuando he visto que una de las pegas con las evaluaciones era la posibilidad de que se hicieran ranking, lo escuché, lo entendí y llegamos a un acuerdo, porque creo que es posible, factible y necesario hacerlo".
Ha recordado, asimismo, el informe que encargó a José Antonio Marina sobre la ley que, en su opinión, es "un documento para encontrar consensos". Ha abogado, además, por poner a los maestros "en el centro del sistema". En cuanto a la asignatura de Religión ha asegurado que no ha recibido ninguna queja por parte de ninguna comunidad autónoma y ha recordado que la LOMCE "garantiza el derecho de los padres a escoger la educación de los hijos y que aquello que se enseña este asentado en valores y principios".
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