El espigón de Benzú, uno de los puntos fronterizos con Marruecos más sensibles de la ciudad autónoma de Ceuta, adolece de problemas estructurales que amenazan su integridad. Así se desprende de un informe del Ministerio del Interior donde aborda la necesidad de encontrar las “soluciones más idóneas” para garantizar su estabilidad ante la amenaza de “colapso total o parcial”. Este es uno de los lugares habituales donde se registran intentos masivos de entradas de inmigrantes por vías irregulares, siendo también protagonista de la entrada de miles de personas en mayo de 2021 en plena crisis diplomática entre Madrid y Rabat.
Este documento, con el membrete de la Secretaría de Estado de Seguridad, detalla la situación en la que se encuentra el perímetro fronterizo entre España y Marruecos a través de Ceuta. Señala que el trazado se extiende por una distancia total de 8,7 kilómetros y que está dotado de infraestructuras de seguridad que “constituyen una importante barrera física para la contención de la inmigración” hacia la ciudad autónoma.
Añade que, “como consecuencia del aumento de la presión migratoria sobre las ciudades de Ceuta y Melilla”, se ha experimentado “un notable incremento” de los intentos para cruzar ilegalmente las líneas fronterizas con Marruecos saltando las vallas “por los puntos en las que presentan mayor vulnerabilidad” y rodeando los espigones cuando hay mareas bajas.
El Ministerio del Interior detalla que en los últimos años se han realizado obras de modernización sobre el perímetro fronterizo de la ciudad autónoma de Ceuta, “mejorando el estado del vallado y eliminando los elementos cruentos existentes”, las conocidas concertinas. Unas intervenciones que, a su juicio, han modificado la forma y los lugares de intentos de saltos ilegales desde Marruecos.
El espigón
Las obras incluyeron el cambio del vallado en el espigón de El Tarajal y una mejora en el espigón de Benzú. En éste último, transcurridos dos años, se han detectado algunos problemas estructurales. El informe habla de lavado de la cimentación de la punta del espigón, dejando al descubierto la estructura que sujeta el vallado y de un óxido considerable en el vallado.
Pero las principales deficiencias se centran en la aparición de unas grietas perpendiculares al espigón de Benzú que “hacen temer por su entera estabilidad”. El Ministerio del Interior habla, incluso, de que el “colapso total o parcial” de la infraestructura “podría causar daños personales o materiales de difícil cuantificación”.
Por eso, el departamento que dirige Fernando Grande-Merlaska destaca la necesidad de conocer “a la mayor brevedad” el estado real del espigón de Benzú, así como las “soluciones más idóneas” para garantizar su “estabilidad y permanencia”. Por eso ha puesto en marcha una licitación dotada de fondos por valor de 107.115,42 euros, impuestos incluidos, y financiado por la Unión Europea.
El proyecto incluye la redacción de un informe sobre las patologías detectadas en el espigón de Benzú, tanto sobre el nivel del mar como bajo el agua; otro sobre la afección al medio ambiente que supondría las posibles actuaciones llevadas a cabo para arreglar los problemas estructurales; un tercer informe sobre las diferentes alternativas existentes para reforzar el espigón; y, por último, una guía administrativa de relaciones con organismos afectados.
Relaciones España-Marruecos
Cabe recordar que este es uno de los puntos recurrentes por los que los inmigrantes tratan de acceder a España por vías irregulares. Una actividad que se ha reducido drásticamente en los últimos meses, desde que España y Marruecos arrancaron una luna de miel diplomática tras el reconocimiento por parte de Pedro Sánchez de los planes de soberanía del reino alauí sobre el Sáhara Occidental.
No obstante, el espigón de Benzú ha sido protagonista de numerosos intentos de saltos, especialmente de personas que lo bordean a nado para intentar alcanzar Ceuta. Así, el pasado mes de agosto, un ciudadano de origen egipcio tuvo que ser hospitalizado al intentar llegar nadando hasta la ciudad autónoma. También se han registrado episodios masivos, donde decenas de inmigrantes -incluso cientos, en mayo de 2021, cuando Marruecos permitió la entrada de miles personas a España- tratan de esquivar la valla fronteriza.
Un puesto fronterizo clave para España y para la Unión Europea, en tanto que Ceuta y Melilla constituyen la única divisoria física con países africanos. Y que ahora, debido a la situación del espigón de Benzú, padece una grieta estructural.
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