Un tiroteo en Marbella, un incidente en un after próximo al estadio Santiago Bernabéu, otro episodio con navajas a las puertas de una discoteca en la calle Goya de Madrid... Numerosos actos en la vida nocturna han hecho especular sobre la escolta y seguridad en torno a Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón, sobrino de Felipe VI y nieto de Juan Carlos I.
¿Cómo se protege a una personalidad pública en estas circunstancias? ¿De qué medios dispone el Gobierno para garantizar su seguridad? Una petición tramitada a través de Transparencia instaba al Ministerio del Interior a obtener información sobre estas cuestiones, si bien el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska ha optado por desestimar la solicitud y negar la aclaración.
Según ha podido saber Vozpópuli, el Portal de Transparencia registró una petición en la que se requerían "datos sobre escolta" de Froilán. Pero el Ministerio del Interior considera que esta información es sensible y no se puede facilitar. En este sentido se ha manifestado en ocasiones anteriores, en referencia a la seguridad brindada a otras personas vinculadas a la Casa Real, como al propio Juan Carlos I, ya siendo rey emérito, en sus viajes desde Emiratos Árabes a España, o a Iñaki Urdangarín.
En esta ocasión, y en relación a Froilán, el Ministerio del Interior argumenta la desestimación de la información en base a que "uno de los principales activos de los servicios de protección es la discreción y reserva sobre su propia existencia, por cuanto tiene un importante componente de disuasión": "Hacer pública y evidente esa carencia de servicio de protección, expondría a dicha persona a riesgos innecesarios, sin que quepa excluir la posibilidad de que, ante la certificación oficial de esa situación, se concretaran acciones lesivas contra su persona que de otro modo no se habrían producido".
La argumentación jurídica del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska se basa en la Ley de Secretos Oficiales de 1994, que otorga la calificación de "reservado" a todos aquellos "planes de seguridad de Instituciones y organismos públicos", y a "los planes de protección de todas aquellas personas sometidas a la misma". También a los documentos necesarios para el planeamiento, preparación o ejecución" de los citados planes de seguridad.
La difusión de la información por personas no autorizadas puede poner en riesgo la seguridad de las personas objeto de protecciónMinisterio del Interior
¿Y los costes?
"Ello implica la restricción de la información solicitada, cuyo conocimiento o difusión por personas no autorizadas puede poner en riesgo tanto la seguridad de las personas objeto de protección como de los agentes encargados de la misma", argumentan desde el Ministerio del Interior, en el escrito consultado por este diario.
Asimismo, tampoco se ofrece información sobre los posibles gastos públicos derivados de la escolta y seguridad de Froilán. ¿La razón? No cabe "disociar" las partidas concretas presupuestarias destinadas a los distintos ámbitos en que dichas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ejercen sus cometidos, tampoco en la "seguridad y protección de altas personalidades".
Lo cierto es que con motivo de toda esa cadena de incidentes surgió un debate en torno a la seguridad que Zarzuela o el Gobierno brindaban a Froilán. Vozpópuli ya informó de las medidas que se articulaban en torno al sobrino de Felipe VI para evitar que su seguridad se viera comprometida, a pesar de verse salpicado por ese rosario de episodios en la noche madrileña y marbellí.
A partir de entonces, tanto Zarzuela como el propio Froilán asumieron que el mejor destino para el nieto de Juan Carlos I era lejos de España, por lo que se le buscó un acomodo en Abu Dabi, muy cerca del rey emérito.
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