Casi nadie dentro de Unidas Podemos niega la tensa relación que existe entre Yolanda Díaz y las dos ministras de la cúpula morada, Irene Montero e Ione Belarra, por el futuro de ambas dentro de la plataforma que planea la líder de Unidas Podemos en el Gobierno. Lo curioso es que el clima enrarecido se ha trasladado también a las redes sociales. Es más, la vicepresidenta segunda y la ministra de Igualdad han 'roto' relaciones en Twitter, donde llevan casi un año sin darse me gusta, según ha podido comprobar Vozpópuli.
El último tuit de Díaz que cuenta con un corazón rojo de su 'colega' Montero es del 29 de junio de 2021, cuando Irene Montero alumbró en el Consejo de Ministros la ley trans. En él, la lideresa del espacio morado en Moncloa daba "las gracias a todos los colectivos y movimientos que con su lucha abrieron el camino a Igualdad con Irene Montero". Y el resto es el vacío digital absoluto, porque desde entonces Montero ha dado alrededor de 800 me gusta, casi la totalidad a políticos morados, y ninguno ha ido a la vicepresidenta segunda del Gobierno.
Lo cierto es que Montero tiene predilección por dos personas en Twitter: Ione Belarra y Pablo Iglesias. A la actual secretaria general morada le ha dado en este tiempo 32 me gusta y, a su predecesor, 34. Lo más llamativo es que Montero sí ha tenido el 'gesto' de alabar hasta en siete ocasiones el contenido del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. E incluso ha repartido seis me gusta al portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. Y es que con anterioridad al 29 de junio sí que le daba me gusta de entre una y dos veces al mes.
El contraataque de la vicepresidenta
Así las cosas, Yolanda Díaz no se podía quedar atrás. Ella lleva desde el 7 de julio de 2021 sin dar me gusta a ningún tuit de Montero. Ese día, Montero se reveló, en plena ola indignación por el asesinato del joven Samuel Luiz, contra el blanqueamiento de los discursos "homófobos, xenófobos y machistas" que, denunció, hace la extrema derecha. Su intervención contó con el corazón de Díaz.
Yolanda Díaz tampoco ha dado en ese tiempo me gusta a ningún tuit de Belarra, aunque sí de otros políticos de Podemos, como uno de la diputada morada por Castellón María Saavedra que, además, respondió. En todo ese tiempo, la líder de Unidas Podemos en el Gobierno ha dado alrededor de 550 me gusta. Y, antes del 7 de julio, sí repartía corazones rojos a sus colegas ministras con frecuencia.
Maniobras contra Díaz
Lo cierto es que el poder no entiende de amistades. Y Unidas Podemos y sus confluencias otean una transición en su liderazgo que está agriando los vínculos entre sus principales figuras políticas según a medida que se concreta el "frente amplio" de Yolanda Díaz. El auge de la vicepresidenta segunda -ungida por Pablo Iglesias y por la actual dirección morada para capitanear ese nuevo espacio en la izquierda- pone en peligro su relación con la cúpula de Podemos. Con Irene Montero, pero también con la propia secretaria general, Ione Belarra, vieja amiga universitaria de la titular de Igualdad.
Es más, propio Pablo Iglesias lamentó que la llegada de Díaz a los mandos del espacio morado en el Gobierno se produjera mediante su "opinión" y no a través de un proceso de primarias. El exlíder de Podemos se lanzó así a pedir perdón a sus bases por no consultarles sobre el liderazgo de Unidas Podemos que ejerce la titular de Trabajo. El problema es que ese arrepentimiento llega cuando las relaciones entre Iglesias y Díaz están más tocadas que nunca precisamente por el tipo de liderazgo que está ejerciendo la vicepresidenta segunda.
Lo cierto es que a la vicepresidenta segunda le interesa alejarse de Podemos, una marca en horas bajas. Mientras, el recelo en la cúpula morada ante los plantes de Díaz crece cada día. Una fuente muy próxima a la vicepresidenta ya contó a este diario que tanto Montero como Belarra tienen en el punto de mira a la vicepresidenta, sobre la que “más pronto que tarde empezarán a llover ataques''.
El papel de Juanma del Olmo
En su día, un sector de Unidas Podemos próximo a Yolanda Díaz acusó al exdirector de gabinete de Iglesias Juanma del Olmo de ser el comandante en jefe de una estrategia de acoso y derribo contra la titular de Trabajo para que no fuera elegida líder del espacio. De ello dio cuenta El Plural el 8 de julio, la fecha en que a Díaz dejó de gustarle el contenido que subía Montero a Twitter. Y es que la titular de Trabajo prescindió de Del Olmo cuando llegó a la vicepresidencia segunda.
Del Olmo ha jugado un papel de máxima magnitud e influencia en Podemos desde hace años. No obstante, ha sido la mano derecha de Irene Montero desde el principio. Ambos son amigos desde mucho antes de entrar en Podemos, donde entraron juntos tras el éxito del partido en las elecciones europeas de 2014, al igual que Belarra, también amiga de Montero desde su época universitaria.
Según las fuentes consultadas por Vozpópuli, Del Olmo ha sido "el principal tentáculo" de Montero, quien se ha encargado "de ejecutar en la sombra los trabajos sucios". Es más, tuvo un papel central en la gran crisis de Podemos con el 'errejonismo' que terminó en cisma y ha sido tachado como el máximo responsable de purgar a los críticos. Estas fuentes apunta que "gracias a su papel de director y estrategia de comunicación de Podemos ha maniobrado para desgastar a los no afines de Podemos. Las relaciones no son fáciles. Y cuando no van bien en carne y hueso, las redes no mienten.
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