España tiene un grave problema con los mataderos de carne porcina. Así lo dice el Gobierno de México en un informe del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) al que ha tenido acceso en exclusiva Vozpópuli. Entre el 20 de junio y 1 de julio del pasado año 2022, México llevó a cabo una auditoría a 24 mataderos de carne porcina repartidos por toda España, incluyendo empresas del calibre de Incarlopsa, Olot Meats, Belloterra, Sierra Mayor Jabugo, Eurocentro de Carnes, Frimancha (filial del grupo Vall Companys) o Dehesa Barón de Ley, entre otros.
El objetivo de dichas inspecciones no era otro que evaluar el sistema de inspección de carne y productos cárnicos de cerdo, así como embutidos cocidos de las especies porcina y aviar, con la finalidad de determinar la permanencia del prelisting y continuar con la autorización de empresas españolas para exportar productos porcinos a México. Pues bien, de la veintena de compañías auditadas, solo dos consiguieron pasar el corte, dejando una pésima imagen a nivel mundial de una de las mayores industrias del tejido empresarial español.
Si en la primera parte de esta información pusimos en contexto todo lo relativo a la visita a estos mataderos y las conclusiones posteriores de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) del Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos, ahora toca detallar cuáles han sido algunas las causas que han sacado los colores a los gigantes porcinos de España.
Fraude veterinario y falta de saneamiento en los mataderos
Dos de los aspectos que más han resaltado en el informe desde México ha sido sin duda los relativos a los procesos veterinarios y de saneamiento en los distintos mataderos visitados. Al margen de que en cada Comunidad Autónoma de sobra de una forma distinta e independiente, dejando de lado la uniformidad de una legislación nacional. El SENASICA detectó falta de personal veterinario en las plantas de corte, despiece y proceso de madurados. Todo lo contrario que en las plantas de sacrificio, donde hay personal veterinario en todo momento.
Dicho personal no se encuentra presente durante toda la jornada laboral, incluso identificaron su ausencia por un lapso de tiempo indeterminado basado en la clasificación de plantas según su riesgo, lo que denota que no está definido el procedimiento que garantiza la presencia periódica del personal veterinario oficial en estas plantas.
Asimismo, y como ya hemos dicho, el grupo auditor observó que existen diferencias en la aplicación de la frecuencia y de las actividades de inspección entre CCAA dentro del mismo territorio español.
La higiene en los procesos de elaboración y los controles realizados por las empresas fueron de un nivel aceptable en plantas de elaboración de productos cárnicos de cerdo, sin embargo, no fue así en las plantas de sacrificio. La complejidad con la que se distribuyen las responsabilidades de los servicios veterinarios oficiales durante el proceso de certificación de exportaciones es confusa. De hecho, la emisión de los certificados zoosanitarios para la exportación (CZE) corresponde a dos ministerios, lo que dificulta determinar el cumplimiento de los requerimientos para la exportación a México en su totalidad.
El grupo auditor no pudo observar una comunicación vinculante entre los documentos emitidos por los servicios veterinarios oficiales adscritos a las plantas y el personal que ejecuta la certificación de los productos cárnicos que pueden ser exportados a México.
Además, los mexicanos vieron que el personal veterinario oficial encargado de expedir el CZE no evalúa en ningún momento los procesos de sacrificio y de elaboración de productos cárnicos de cerdo exportados. Por el contrario, se basa en una documentación genérica que carece de atributos en materia de seguridad alimentaria y que no guarda relación alguna con las atestaciones plasmadas en dicho CZE, requeridas por México.
Aunque las cuarenta páginas de informe describen situaciones del todo irregulares en las plantas de corte y despiece, compartiremos algunos casos muy particulares que llaman la atención.
"Por otro lado, en al menos una (1) planta, el personal veterinario oficial desconocía las instalaciones de la misma, realizando la evaluación del riesgo de manera documental, durante el recorrido por las instalaciones se observaron incumplimientos al Reglamento (CE) N° 852/2004. Cabe señalar que se detectó que los procesos de envasado y etiquetado se realizan en las instalaciones de otra planta que no se encuentra reflejada en el listado de plantas autorizadas del (SICPA).
En tres (3) plantas de sacrificio y una (1) planta de proceso de empaque de vísceras y despojos comestibles, se observó que el personal de los SVO es insuficiente para cubrir la inspección conforme lo descrito en artículo 107 de la LFSA que señala que las plantas deben contar con personal, en tal número que garantice la eficiencia de la misma, debido a las dimensiones de estas, especialmente en dos de ellas, donde los procesos de corte, deshuese y los procesos de empaque se localizan en edificios independientes, mientras que en una (1) planta con autorización para exportación a USA, se tiene inspección permanente siempre y cuando se elabore producto cárnico para exportación al destino.
En tres (3) plantas de sacrificio tienen a su servicio, personal denominado Auxiliares Oficiales de Inspección Veterinaria (AOIV), sin embargo, y a pesar de la variabilidad en la cantidad del personal veterinario en las plantas, las actividades de los auxiliares oficiales, no tienen injerencia en los programas y temas de capacitación, pues se constató que dicho personal desconoce la técnica de palpación de órganos, corte de músculos, corte laminar de nódulos linfáticos de cabeza, vísceras y de la canal como lo refiere la NOM009-ZOO-1994, y los requisitos referidos en los oficios No. B00.04.01.607/2016 y No. B00.04.01.2589/2018, por lo que las actividades de inspección en las líneas de sacrificio es deficiente.
Cabe aclarar que, durante las visitas de inspección en ocho (8) plantas, se detectaron incumplimientos a la legislación de la UE, con relación a bienestar animal, inspección ante mortem, inspección post mortem, limpieza y desinfección de superficies, así como deficiencias en la aplicación de las buenas prácticas e infraestructura y mantenimiento de instalaciones, algunos de ellos, poniendo en riesgo la inocuidad de los productos, sin que, en al menos en 7 plantas, los SVO realizarán actos de autoridad regulatorios."
A fecha de salida de este segundo artículo, ni el Ministerio de Agricultura ni Anice (Asociación De Industrias De La Carne De España) han hecho comunicación alguna a Vozpópuli acerca del informe del SENASICA. Aunque ambas instituciones dieron señales de vida, no respondieron a las preguntas formuladas sobre su posición al respecto de este tema. Si más adelante, en piezas venideras, contestan, incluiremos sus respuestas.
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