La presunta asesina de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, ha confesado en su declaración a la Policía que llevaba dos años preparando el crimen y que la sometió a seguimientos, han informado a Europa Press fuentes de la investigación. Estas mismas fuentes han añadido que, al ser preguntada por las razones por las que no culminó su plan, Montserrat González contestó que no disponía de los medios suficientes. No fue hasta que consiguió el arma homicida, comprada en el mercado negro, cuando lo llevó a cabo.
A los investigadores les consta la planificación de este crimen ya que la mujer ha reconocido que practicó diversos seguimientos a la dirigente del PP. Montserrat González ha admitido ante los investigadores de la Policía que adquirió las dos armas que ella y su hija, Montserrat Triana, tenían en su poder a un toxicómano en Gijón (Asturias), según han informado a Europa Press fuentes de la investigación. La adquisición de esas armas tuvo que ser al menos hace más de un año, tiempo que el toxicómano que se las vendió lleva fallecido.
María Montserrat González Fernández, de 58 años, madre de la otra detenida y esposa del inspector jefe de Policía de Astorga, reconoció a los agentes que la custodiaban en comisaría que fue ella la autora de los disparos que acabaron con la vida de la dirigente popular, como ya avanzó Vozpópuli.
Estas mismas fuentes han precisado que la mujer declaró a los investigadores que la había asesinado por "inquina personal" desde hace años motivada por el trato dispensado por su hija, que fue despedida de la Diputación de León y mantenía un litigio económico con la Administración.
El crimen se produjo minutos antes de las 17.19 horas, cuando una llamada ha alertado al 112 de una agresión con arma de fuego en una pasarela junto al Centro de Salud Condesa Sagasta, en León, que atravesaba Carrasco habitualmente para ir desde su casa a la sede del PP.
La causa de la muerte de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco ha sido un "shock hipovolémico y destrucción de centros nerviosos superiores" a consecuencia de los dispraos recibidos, tal y como ha establecido en el informe provisional de la auptosia.
El arma fue encontrada la noche del martes a la Policía Nacional en León. Se trata de un revólver de la marca Taurus que tiene el número de serie borrado y a la que le faltan tres de sus seis cartuchos, informaron a Europa Press fuentes de la investigación. Los investigadores de la Policía Nacional creen que el arma se compró en el mercado negro, puesto que tiene el número de serie borrado, según fuentes de la investigación consultada por Europa Press.
Se desconoce el papel que jugó una policía local de León, detenida la noche de este jueves. Fue arrestada después de que se presentase en la comisaría de Policía de la ciudad con el arma presuntamente empleada en el asesinato. Según dijo esta mujer, el arma había aparecido en el asiento trasero de su coche particular, un Volkswagen Golf, concretamente dentro de una bandolera.
La agente alegó que se la había dejado ahí la hija de la sospechosa de ser autora material del crimen, que es amiga suya. Según su versión, no fue hasta ayer martes cuando se percató de que la pistola se encontraba ahí. Los investigadores, al considerar poco creíble esta versión, procedieron a arrestarla.