Nuevo conflicto diplomático entre Madrid y Tel Aviv. El ministro de Exteriores de Israel, Eli Cohen, ha acusado este viernes en su cuenta de X al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y al primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo, de “apoyar el terrorismo” tras la visita de ambos a la región. El ministro ha llamado a los embajadores de ambos países para mantener “una dura conversación de reprimenda”.
“Israel está actuando de acuerdo con el derecho internacional y luchando contra una organización terrorista asesina peor que ISIS, que comete crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad”, ha asegurado Cohen, en respuesta a las declaraciones de Sánchez en Israel, donde afirmó que la ofensiva de Tel Aviv a los ataques de Hamás “no puede implicar la muerte de civiles inocentes”.
El presidente Sánchez dijo este jueves ante el primer ministro israelí que el número de palestinos víctima de la respuesta militar de Israel al ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre era "insoportable". Y aludió a la experiencia española con ETA. “El mundo entero está impresionado por las imágenes que vemos a diario de Gaza. El número de palestinos muertos es realmente insoportable. Debe distinguirse claramente entre objetivos militares y la protección de los civiles”, espetó Sánchez, quien no obstante mostró solidaridad con el país: “Durante décadas, España ha padecido la lacra del terrorismo, por eso podemos entender la frustración y el dolor de Israel por los espantosos actos terroristas de Hamás”.
El Ministerio de Exteriores de Israel ha reiterado que el Gobierno tiene previsto reanudar los combates en la Franja de Gaza una vez se haya completado el actual acuerdo para liberar rehenes a cambio de presos palestinos. El presidente español ha concluido este viernes la gira por la zona que le ha llevado a sentarse con Netanyahu, ante quien cuestionó la ofensiva militar de su gabinete y que ha dejado más de 14.000 muertos en la Franja de Gaza. Netanyahu invitó en la reunión con Sánchez a que este se pusiera en su lugar si atacaran con cohetes ciudades como Madrid o Barcelona.
Sánchez, que ha viajado a la zona en calidad de presidente saliente del Consejo de la Unión Europea, ha abogado por reconocer el Estado palestino e incluso ha planteado la posibilidad de que España lo haga de manera unilateral si no hay movimientos a nivel de la Unión. El Gobierno de Sánchez, según fuentes gubernamentales citadas por el El País, considera inaceptable la reacción del Ejecutivo israelí.
En la delegación española que acompaña a Sánchez ha causado estupor la acusación del ministro de Exteriores de Netanyahu. Sánchez ha condenado en Rafah, el paso fronterizo por el que tiene prevista la entrada de ayuda humanitaria a la Franja, los “terribles ataques terroristas de Hamás”. Por eso, el Gobierno español no entiende que Tel Aviv pueda acusar a los dos primeros ministros de estar con Hamás. España sigue considerando a Israel un aliado.
De crisis en crisis
España dio por zanjada la crisis diplomática con Israel abierta a mediados de octubre por las declaraciones de la entonces ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, quien tildó a Tel Aviv de Estado 'okupa' y "genocida". El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, no obstante, tachó de "inamistoso" el comunicado que remitió la embajada de Israel en Madrid en el que el Ejecutivo de Netanyahu pidió a Sánchez que condenara las "vergonzosas declaraciones" de su entonces ministra.
Que Sánchez se abra a reconocer de manera unilateral a Palestina se celebra en Sumar, que lleva semanas exigiendo a los socialistas que den el paso. Las demandas de reconocimiento -una de las promesas electorales de Pedro Sánchez en 2015-. España está inmersa en la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea, lo que hace más difícil este tipo de posicionamientos, aunque el próximo 1 de enero Madrid se despoja de la presidencia. España sigue abogando que la única solución al conflicto es el reconocimiento de los dos estados.
El Ministerio de Exteriores está preparando la respuesta a la crisis abierta. Aunque los gestos inamistosos se suceden. Y es que la Embajada de Israel en España ha condenado "enérgicamente" la resolución aprobada este mismo viernes en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona, que lleva al equipo de la ciudad, capitaneado por el socialista Jaume Collboni, a suspender relaciones con el gobierno de Israel.
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