Sábado por la mañana. Se ha llenado la galería de arte Zènit, cercana a la Avenida de América de Madrid, para un acto de Refundación Liberal (espacio de Ciudadanos) contra la izquierda woke y la cultura de la cancelación. El actor y humorista Felisuco se encarga de casi todos los chistes, pero también hay intervenciones de enjundia académica: el Catedrático de Ética Pablo de Lora informa sobre los boicots de libros y charlas en las universidades y pide recuperar el legado de John Stuart Mill y de Immanuel Kant. “Lo que Kant pedía es que la sociedad saliera de su minoría de edad. Lo que tenemos ahora son debates en las facultades donde alguien usa la expresión ‘hacer oídos sordos’ y acto seguido se disculpa por si ha ofendido a alguien con diversidad sensorial”, lamenta.
Tiene también miga la intervención del periodista Julio Valdeón, que pasó de 2005 a 2021 en EE.UU., país que es el kilómetro cero de la corrección política, la militancia woke y la cultura de la cancelación (un eufemismo para hablar de la censura de toda la vida, si bien con nuevos protocolos). “El mundo de los últimos años es un matadero de reputaciones y la infección comenzó en Estados Unidos”, explica para abrir su intervención. “Si bien lo woke lo pudre todo, la mordaza no es patrimonio exclusivo de la izquierda" , recuerda oportunamente, ya que una parte de las bases del trumpismo también son partidarias de censurar. Pone el ejemplo de la escuela de Tennessee que ha prohibido Maus (1991), el primer cómic que recibió un Premio Pulitzer, por "contener palabras malsonantes". La historia trata de un superviviente del Holocausto.
Lo más concreto llega con Inés Arrimadas, que se compromete a tres medidas específicas: Ciudadanos propone que ninguna administración pública pueda cancelar obras que hayan sido contratadas "por motivos de presión”, que tampoco puedan hacerlo entidades que reciban subvenciones del Estado y que las universidades "tengan mecanismos para permitir el debate libre" (evitar los crecientes boicots y escraches para discursos que grupos de activistas consideran intolerables). Como argumenta Pablo de Lora, permitir conferencias con las que estamos en desacuerdo sirve para refinar nuestras posiciones intelectuales -si vemos que en algo tienen razón- o para reafirmarnos en nuestros principios -si vemos que no-. Comenta Lora que en Estados Unidos tres prestigiosos catedráticos han fundado un Journal of controversial ideas ('Gacetas de la ideas peligrosas') donde los investigadores académicos pueden publicar de forma anónima, sin miedo sufrir campañas que crujan sus carreras.
Plantar cara a la izquierda
Durante el acto de Refundación Liberal, dos de los ponentes hablan de la necesidad de “poner pie en pared” frente a la cultura woke y sus actos canceladores. Curiosamente ese es el nombre de otro laboratorios de ideas impulsado por el abogado Juan Carlos Girauta, el empresario Marcos de Quinto y la periodista Cristina Casabón. En la cuenta de Twitter de Pie en Pared, que apenas ha echado a andar, la noticia destacada es que Disney ha despedido a Bob Chapek, el CEO que más había luchado porque la compañía abrazase la ideología woke. Pie en pared tiene previsto presentarse en Madrid el próximo 12 de diciembre.
Agustín Laje defiende que la cultura no es algo subordinado a la política, sino el espacio donde se tejen los discursos necesarios para tumbar las tesis del adversario
Este nuevo espacio de debate, que no quiere vincularse a instituciones ni a partidos políticos, consiste en “plantar cara a la hegemonía de esa izquierda woke aferrada al discurso feminista radical progre, que defiende ahora el indigenismo, o se ha empeñado en achacar todo al cambio climático”. Durante una presentación en el CEU, Girauta señaló como clave el año 1985, cuando intelectuales cuando Ernesto Laclau y Chantal Mouffe proponen una “agregación de demandas” de los movimientos feministas, ecologistas e indigenistas, enlazadas en un discurso integrador. Todo esto en pleno auge del reaganismo y thatcherismo, una apuesta fuerte que da frutos veinte años después, en el siglo XXI.
Vox tampoco se queda al margen. El próximo viernes Jorge Buxadé debatirá en el Club del Estudiante de Alcobendas el nuevo libro del argentino Agustín Laje, un joven filósofo popular entre la derecha latinoamericana. Hablamos de un pensador cercano a Javier Milei, candidato a presidir Argentina contra el progresismo kirchnerista, famoso por su tirón popular y sus maneras de rockero rebelde. Laje presenta su libro La batalla cultural: reflexiones críticas para una nueva derecha (Sekotia). Sus tesis es que la cultura ya no es algo accesorio en política, sino el espacio donde se tejen los discursos necesarios para tumbar las tesis del enemigo. Malas noticia, entonces, para quienes ya estén hartos de batalla cultural: la cosa acaba de comenzar.
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