La amnistía para Carles Puigdemont que negocia Pedro Sánchez a cambio de su investidura ha provocado un terremoto en la izquierda. La reacción en contra de esta amnistía de amplios sectores del socialismo ha derivado en movimientos más o menos organizados para alumbrar nuevas formaciones políticas que ocupen un espacio ideológico equiparable al del PSOE y Sumar, pero que reniegue de los pactos con el separatismo y defienda un modelo territorial de España como Nación y no como nación de naciones.
El think tank El Jacobino, liderado por Guillermo del Valle, está poniendo los cimientos para presentarse a las elecciones europeas del 2024. Su propuesta no tiene nada que ver con Francisco Igea y Edmundo Bal, que tratan de crear un nuevo Ciudadanos al margen de Ciudadanos.
Del Valle cuenta con el apoyo activo de Félix Ovejero, fundador de Cs; ex cargos de la formación naranja en Cataluña vinculados a sus corrientes más socialdemócratas como Juan Antonio Cordero y Sergio Sanz; y figuras relevantes de Izquierda Unida como el economista Juan Francisco Martín Seco, mano de derecha de Julio Anguita en los 90; y otros ex dirigentes de IU sobre todo del sur de la Comunidad de Madrid como Ángel Pérez.
El Jacobino: izquierda no nacionalista
El Jacobino cuenta también con interlocución y presencia de miembros de la vieja guardia socialista a través del colectivo Fernando de los Ríos, cuyo portavoz es el recientemente purgado del PSOE Nicolás Redondo Terreros.
“Queremos ser una izquierda que reivindique a la vez servicios públicos, redistribución, trabajo, medidas sociales y que abogue por una reforma territorial, pero no para dividir sino para recentralizar derechos de todos los españoles”, afirma del Valle a este diario.
El Jacobino nació en plena pandemia (2020) como canal de Youtube y evolucionó a think tank de izquierdas en 2021. En diciembre del 2022 celebró su primer acto en el Centro Abogados de Atocha de Madrid. Ese fue el punto de inflexión. El momento en el que Del Valle decidió que daría el salto a la política.
El proyecto, según explica, se encuentra ahora en fase organizativa para concurrir con garantías a las elecciones europeas del 2024. Esta urna es la más favorable para un partido de estas características. La circunscripción única hace que cada voto cuente –con un 2,5% puedes tener escaño- y la propia naturaleza de estos comicios hace que la gente se permita experimentar con su voto, si se quiere.
La idea de Del Valle buscar un nombre que no sea El Jacobino y que los electores puedan identificar. Su objetivo es rehuir cualquier etiqueta de Tercera España y alumbrar una formación “netamente de izquierdas”.
“Para hacernos hueco en el espacio que representa Pedro Sánchez hace falta competirle de tú a tú con un programa todavía más de izquierdas que el suyo: salario mínimo, reforma laboral, derechos sociales y del trabajador”, explica. “En lo que no vamos a estar, y ahí está la diferencia, es en un programa que vende al PNV como un partido progresista y que además quiera triturar el Estado”.
Sinergia con la izquierda francesa
Uno de los hitos de El Jacobino tendrá lugar a principios de octubre. Participarán en unas jornadas en Francia con el partido GRS (siglas que se puede traducir como Izquierda Republicana y Socialista), que es una escisión del Partido Socialista francés y que cuenta con un eurodiputado en Estrasburgo.
Esta alianza, según explica Del Valle, es clave para seguir avanzando en la creación de su movimiento político. A finales de octubre quiere celebrar un acto unitario de la izquierda “a favor de la igualdad y en contra de los privilegios”. No sólo contra la amnistía; contra todos los privilegios. El encuentro contará con la participación de Ovejero y las figuras de IU y Cs que ya colaboran en El Jacobino y se invitará también a los miembros del PSOE del grupo Fernando de los Ríos.
Del Valle presentará su nuevo libro en noviembre y espera que esa cita congregue ya a la base de su propuesta política. El objetivo es presentar el esbozo de una candidatura a principios del 2024.
“No podemos esperar que se obre el milagro en el PSOE. Sánchez tiene controlada la organización y pensar en un relevo es precisamente pensamiento mágico”, dice Del Valle. “No podemos dejar de dar voz a una izquierda española no nacionalista que defienda la igualdad y la integridad de España sin complejos con un programa de servicios públicos, vivienda pública, derechos sociales y fiscalidad de izquierdas”.
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