La Audiencia de Jaén ha condenado a 13 años y medio de prisión a E.H.M., el hombre que el 20 de noviembre fue declarado por un jurado popular culpable de un delito de homicidio y otro de incendio en casa habitada. Se le condena así por haber matado a martillazos a su casero, de 68 años, y luego quemar su casa con el cadáver dentro.
En concreto, se le condena a 12 años y seis meses de cárcel por el delito de homicidio y un año más de prisión por el delito de incendio en casa habitada. Además, deberá abonar 20.765 euros por los daños que ocasionó el incendio a la casa, e indemnizar en 90.000 euros a la viuda y 60.000 euros para cada uno de los cuatro hijos que reclamaron por la muerte violenta de su padre.
Asimismo, la sentencia recoge la prohibición de entrar en Martos durante diez años, así como la de comunicarse y acercarse a la familia del fallecido.
El abogado defensor, Víctor Manuel Camacho, había solicitado desde un principio la libre absolución del procesado por entender que se trata de un enfermo mental sin diagnosticar, algo que rechazó finalmente el jurado después de que los forenses rechazaran cualquier tipo de trastorno o enfermedad psiquiátrica.
Una vez dictado el veredicto, la defensa solicitó que se le aplicara la pena mínima para este tipo de delitos, mientras que el Ministerio Fiscal pidió 15 años de prisión y 18 años, la acusación particular. Finalmente, la pena impuesta ha sido de 13 años y medio de prisión, según ha informado Camacho a Europa Press.
Ha pedido perdón
Antes de escuchar el veredicto, el acusado pidió perdón a la familia del fallecido y aseguró ante el tribunal con jurado que le ha juzgado en la Audiencia de Jaén que está "muy arrepentido por lo ocurrido".
"Pido perdón a todos vosotros y a la familia. Estoy muy arrepentido de todo lo que ha pasado. Lo siento mucho", fueron las últimas palabras pronunciadas por E.H.M. y traducidas por una intérprete.
Los hechos juzgados sucedieron 1 de febrero de 2019 en una casa ubicada en el número 5 de la calle La Peña, en Martos (Jaén). El acusado residía en ese inmueble con el permiso del fallecido, que no le cobraba nada y con el que mantenía una buena relación desde hacía ocho años.
El jurado consideró probado que el día en que ocurrieron los hechos, E.H.M. invitó a su casero a casa a comer. Sin embargo, se produjo una discusión entre ambos y el ya condenado, como el mismo ha reconocido, golpeó a la víctima con una maceta de obra en la cabeza.
El fuego calcinó por completo el cuerpo
Para intentar hacer desaparecer el cuerpo, trasladó el cadáver al corral de la vivienda, amontonó ropas y mantas viejas y puso el cadáver en el centro. A continuación, le prendió fuego y ardió toda la casa.
Los bomberos se emplearon a fondo para sofocar el fuego, pero no fue hasta la mañana siguiente cuando la Guardia Civil encontró el cadáver después de que la familia del fallecido comunicara sus sospechas de que podría estar en la vivienda. Los agentes los restos óseos de un hombre y las pruebas de AND realizadas confirmaron que pertenecía al casero.
Sin embargo, el fuego había calcinado por completo el cuerpo. Sólo se recuperó el tronco. De ahí que la autopsia no haya podido arrojar luz sobre cómo se produjo exactamente la muerte, pero sí ha revelado que la víctima había fallecido cuando le prendió fuego a la casa.
La Guardia Civil detuvo al inquilino de la vivienda como presunto autor de los hechos. E.H.M. confesó el crimen ante el juez, que lo envió a prisión preventiva, sin fianza y donde sigue interno. E.H.M. ha reconocido ante el jurado haberlo matado y que lo hizo porque la víctima le había echado "mal de ojo" y le hacía brujería para que él viera demonios.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación