Jennifer Hermoso ha acudido este martes a los juzgados para declarar por la causa que se sigue en la Audiencia Nacional contra Luis Rubiales por presuntos delitos de agresión sexual y coacciones. La capitana de la Selección femenina de fútbol de España ha ratificado ante el juez la declaración que prestó ante la Fiscalía y ha asegurado que el beso que le dio el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) fue "inesperado" y en ningún momento consentido.
A las preguntas realizadas por el juez, Hermoso ha revalidado que después de este episodio, tanto el vuelo de vuelta a España como en su estancia en Ibiza, sufrió un atosigamiento constante por parte de los investigados. Este hecho alteró su vida normal, produciéndole una situación de desasosiego y tristeza.
La futbolista ha acudido al Juzgado Central de Isntrucción Número 1 alrededor de las 9:50 horas. Tras más de dos horas en el interior de la Audiencia Nacional, Hermoso se ha acercado a los medios y ha agradecido su trabajo. Preguntada por los medios por su estado animico ha explicado que se siente bien y "fuerte". Finalmente, ha señalado que a pesar de que ha sido una declaración larga, "todo ha salido bien" y que el caso queda ya en manos de la Justicia.
La jugadora estaba citada a declarar el pasado 28 de noviembre ante el magistrado Francisco de Jorge, pero dos defensas, incluida la de Luis Rubiales, solicitaron su aplazamiento por coincidir la cita con otros procesos judiciales.
La Audiencia Nacional abrió una investigación el pasado mes de septiembre, después de que Hermoso formalizase ante la Fiscalía su denuncia contra Rubiales. La centrocampista declaró entonces ante la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, que no se había sentido respetada y que estaba siendo sometida a una situación que ella no había buscado.
En su declaración, revelada por Telencico, Hermoso aseguró que no esperaba el gesto de Rubiales: "Me vi con el beso en la boca y ya directamente me bajé a la tarima con mis compañeras(...)En ningún momento me podía esperar que pasara al final algo así".
Por su parte, Luis Rubiales denfendió que el beso fue una "muestra de afecto", que se produjo frente a "millones de ojos" de forma "natural". El expresidente de la RFEF mantiene que le preguntó a la jugadora antes de darle el beso y que, por tanto, fue "consentimiento".
Tres miembros del equipo de Rubiales imputados
Además del exdirigente deportivo, también están investigados por las supuestas presiones que habría sufrido la futbolista tras la final del mundial de fútbol femenino otras tres personas. Los investigados en la causa son: el exseleccionador Jorge Vilda, el director de la selección masculina, Albert Luque, y el responsable de marketing de la federación, Rubén Rivera.
En el procedimiento figuran, además, en calidad de testigos, la jefa de prensa de la Selección femenina, Patricia Pérez; el exdirector de Integridad de la RFEF, Miguel García Caba; y las jugadoras Alexia Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez, entre otros.
El presidente del Comité Nacional del Fútbol Femenino, Rafael del Amo, reveló que fue el propio Rubiales quien le pidió a Vilda hablar con la jugadora, tras el revuelo mediático del beso. Declaración que choca de frente con la versión de Rubiales que aseguró que fue el exseleccionador quien decidió hablar con el hermano de la campeona del mundo porque lo consideraba un "tío razonable". El entrenador ratificó en esta línea que habló con él "de motu propio".
El hermano de la jugadora, por su parte, afirmó haber sido presionado por Jorge Vilda durante un vuelo de regreso a España. Rafael Hermoso aseguró que el técnico le pidió que convenciera a su hermana para que saliera junto a Luis Rubiales para hacer un comunicado público en el aeropuerto de Doha, donde las jugadoras de la selección hacían escala antes de regresas a Madrid.
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