“Yo no pienso ejercer de controlador de la labor de los diputados”. Así de contundente se ha mostrado este martes el presidente del Congreso, Jesús Posada, con respecto al control de los viajes de los parlamentarios por parte del Congreso como institución. El debate estalló la semana pasada, cuando el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, compareció en el Parlamento autonómico para explicar sus continuos viajes a Canarias con cargo al Congreso.
De la misma opinión es Alfonso Alonso, portavoz del PP en el Congreso, que está incluso dispuesto a que su grupo estudie medidas sobre los viajes para “corregir abusos”. Pero ha expresado su confianza en la responsabilidad de los propios diputados: “Esto no es un colegio y los parlamentarios son mayores de edad”, ha dicho.
Posada ha recordado que el actual sistema, vigente desde 1977, ha funcionado "bastante bien", ya que los diputados, aunque son elegidos por una circunscripción, son diputados nacionales, y pueden ejercer su actividad en todo el territorio nacional, manteniendo reuniones o entrevistas con colectivos sociales o políticos. Posada también ha avanzado que él seguirá defendiendo que un diputado nacional pueda moverse por España “con total libertad”.
"No soy partidario de controlar la actividad del diputado que, en algunos casos tiene un carácter que, si no es secreto, al menos discreto. No me parece que deba ser la Presidencia, ni el Congreso en general el que haga ese control cuando se trata de actuaciones políticas que se hacen desde cada partido", ha insistido.
Posada ve posible que sean los grupos parlamentarios los que controlen la actividad de sus diputados
Posada sí se ha mostrado dispuesto a escuchar las propuestas que le hagan las fuerzas políticas, o la posibilidad de que sean los propios grupos parlamentarios los que controlen la actividad de sus diputados.
"Me parece que los grupos pueden estar mejor preparados y son más idóneos para controlar la actividad de los diputados", ha subrayado, que ha defendido que sea el Congreso el que pague los desplazamientos a actos de partido de los diputados.
No obstante, el presidente del Congreso se ha mostrado "absolutamente convencido" de que las irregularidades en los viajes de los parlamentarios han sido totalmente minoritarias.
Alfonso Alonso pide no poner bajo sospecha a todos los diputados y senadores porque sería "francamente injusto"
Por su parte, Alfonso Alonso ha defendido que los diputados y senadores viajen "con libertad" por el territorio nacional para poder ejercer su función y que cada parlamentario sea libre de elegir su lugar de residencia.
El portavoz popular ha apelado en todo momento a la libertad de acción política que deben tener los diputados, que no tendrían que verse sometidos a una fiscalización de su trabajo, y ha pedido que se mire este asunto con "perspectiva" y no poner bajo sospecha a todos los diputados y senadores porque sería "francamente injusto".
"Lo lógico y normal es que esa posibilidad, que parece inherente a la función, se ejerza con responsabilidad", ha exclamado Alonso, quien también ha subrayado que hasta ahora no se había planteado de otra forma y han sido los casos de Monago y del diputado Carlos Muñoz los que han hecho saltar las alarmas.
"Yo tengo que confiar en la responsabilidad de los diputados. Esto no es el colegio", ha afirmado el portavoz popular, quien también ha defendido que las cámaras sufraguen los viajes de partido de sus parlamentarios.
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