Delfí Mateu i Sayos es la persona a la que Jordi Pujol atribuye el milagro de su fortuna y a la que, según el ex president, se le entregaron hasta 140 millones de pesetas que se convirtieron, primero, en 500 y, más tarde, en la fortuna que se ha aflorado. Delfí Mateu i Sayos sería, pues, el testigo clave para la causa si no fuera porque está muerto. Falleció en 1993 a los 87 años, después de ser investigado como el resto de los directivos de la entidad en el caso Banca Catalana.
Pujol asegura que la documentación está en manos de su mujer que se niega a declarar
Mateu estuvo procesado en esta causa por delitos de apropiación indebida, falsedad en documento público y mercantil y maquinación para alterar los precios como Pujol, aunque el archivo de su procesamiento se retrasó 14 meses más que el del propio ex president. Junto a él, la querella alcanzó a otros 24 directivos entre los que estaban Ferran Aleu, Antoni Armengol, Francesc Cabana, Pere Messeguer, Joan Millet, Ramon Miquel y Josep Lluis Vilaseca, entre otros.
Delfí Mateu es el nombre que contenía la secreta carta que también ha desvelado Jordi Pujol, un documento en el que se detallarían los términos de esa cesión de fondos pero que el ex president no ha hecho pública ni entregado al tribunal. Según la versión del ex político catalán, ese hombre sería muy cercano a su padre ya que se incorporó a Banca Catalana en 1959 como el primer director en Barcelona de la entidad, en la que llegó a ser subdirector general y director general adjunto, mientras Pujol era vicepresidente de la entidad. El nombre hace imposible comprobar su versión porque Mateu se jubiló en 1975 y falleció 18 años más tarde, cuando Jordi Pujol ya llevaba 17 años como líder de Convergència Democràtica de Catalunya.
La desmemoria familiar del clan Pujol
Las declaraciones de este martes de los cinco miembros del clan que han comparecido ante la juez de Barcelona han tenido un trazo en común: ninguno de ellos recordaba los extremos esenciales que podrían esclarecer realmente el origen de la fortuna. Jordi Pujol, sin embargo, sí dijo que "el origen del dinero no era la corrupción ni el erario público" en una alocución a la que la juez respondió asegurando que no era eso lo que se le preguntaba. El ex president ha asegurado que toda la documentación probatoria obraba en manos de su esposa, Marta Ferrusola, quien se ha negado a declarar.
Los hijos de Pujol no recuerdan dónde estuvo el dinero antes de llegar a Andorra
Tres de los hijos del matrimonio también habían sido citados a declarar. Pere, Mireia y Marta han asegurado que no recordaban exactamente cuánto dinero habían recibido de sus padres. Ante las preguntas de la Fiscalía sobre dónde se había guardado el dinero antes de que lo regularizaran desde Andorra, los hijos del matrimonio Pujol Ferrusola no han respondido y han asegurado que tampoco recordaban en qué países se había ubicado ese dinero antes de 1992, cuando se comenzaron a ingresar fondos en el Principado. Ninguno de ellos ha sido capaz de recordar en qué entidades se custodiaron esos fondos con anterioridad a su llegada al Principado.