Treinta años después de que el Ejecutivo de Felipe González ordenara luchar contra ETA recurriendo a sus mismos métodos, los Grupos Antiterroristas de Liberación continúan dando que hablar. Buena prueba de ello es el resurgir de las tinieblas del exsubcomisario de Policía José Amedo, quien lejos de arrepentirse, justifica sin miramientos en su publicación "Cal Viva" la denominada "guerra sucia" contra la organización terrorista vasca que tuvo lugar entre 1983 y 1987.
"Había que sensibilizar a los franceses para que no se juntaran con los etarras. Los daños colaterales fueron más beneficiosos de lo que se creía, una forma más rápida de sensibilizar al Gobierno francés", sostuvo Amedo en rueda de prensa, vestido de manera impecable, gemelos deslumbrantes al margen, al tiempo que refugió su inquietud en el tapón de una botella de agua que no dejó de manosear.
Durante la presentación de su libro, se vio al Amedo de siempre, con más canas pero aún atrincherado en el prototipo de dandi, metido de lleno en su papel de justificación por "deformación profesional". Un Amedo para nada apesadumbrado, prácticamente por encima del bien y del mal y que ahora, en un intento de esclarecer las entrañas de los GAL, señala a los responsables "de aquella terrible etapa" cargando con especial fuerza contra Felipe González y Baltasar Garzón, quien le condenó a 108 años de prisión.
"Felipe González nunca asumió ninguna responsabilidad penal ni política y sin embargo, conserva un enorme prestigio personal", asegura Amedo
Sobre el primero insiste que no tiene ninguna duda de que fue el principal responsable de los GAL. "Felipe González nunca asumió ninguna responsabilidad penal y, en realidad, tampoco política, aunque algunos quieran hacer pasar por ello su derrota en las elecciones de 1996", expone el expolicía. Y añade: "Él conserva un enorme prestigio personal y sigue siendo un referente para toda una generación de españoles, a pesar de que, para cualquiera que quiera entenderle, en todas sus declaraciones sobre los GAL deja claro quién estaba realmente detrás de esa decisión".
"Querían forzarnos a decir que la creación de los GAL había sido una idea exclusiva de los socialistas de Bilbao en la que el gobierno socialista de Madrid no había tenido ninguna participación", se defiende el miembro destacado de los Grupos Antiterroristas de Liberación en referencia a la "inquinidad" de algunos dirigentes políticos.
"De todos los relacionados con la estrategia política de lucha contra ETA yo he sido el que ha asumido más condena, el que más cárcelas ha conocido y el que más tardó en recuperar la libertad", manifiesta
Asimismo, el autor de "Cal Viva", quien obtuvo la libertad definitiva en 2008 veinte años después de su encarcelación en julio de 1988, expone que "todavía hay hechos y circunstancias que si se conocieran ahora, estremecerían a la ciudadanía al saber hasta qué extremo de crueldad fue capaz de llegar el Estado democrático y de Derecho para garantizar su supervivencia".
Y remata el capítulo en el que sitúa responsabilidades con la misma actitud chulesca con la que osó a narrar algunas batallas ante los medios de comunicación: "De todos los relacionados con la estrategia política de lucha contra ETA yo he sido el que ha asumido más condena, el que más cárceles ha conocido y el que más tardó en recuperar la libertad".
Garzón, "el torturador nato"
Y sobre el segundo dice que "era un delincuente con toga". "Garzón machaba psicológicamente a sus clientes. Era un torturador nato", aseveró Amedo, quien tras pasar seis años en prisión sumó algunos más durmiendo entre semana en un centro de reinserción social y que volvería a estar entre rejas en 1999 durante la segunda instrucción, en Bilbao, del sumario Brouard, sobre el exjuez de la Audiencia Nacional, quien según el exmando policial "se guardaba un as en la manga cuando dejó definitivamente la política".
Precisamente después de que Felipe González ratificara a José Luis Corcuera como ministro del Interior relegando a Garzón a un puesto de segunda fila, el juez evitó que prescribieran algunos capítulos de los GAL. En el capítulo titulado por Amedo "En manos del juez estrella", el exsubcomisario da rienda suelta a su apología narrando con todo lujo de detalles la supuesta conspiración trenzada por Baltasar Garzón para vengarse del ninguneo que padeció durante su etapa en política.
"De cara a la opinión pública, el Gobierno me puso una querella por calumnias e injurias; por la espalda citaron a mi abogado para ofrecerle mil millones de pesetas y el indulto si cambiábamos las declaraciones", afirma Amedo
Según escribe Amedo, Garzón fue quien le "chantajeó y amenazó para implicar al Gobierno". "Yo no quiero joderte ni a ti, ni a tu mujer, vosotros ya habéis pagado bastante durante estos años por lo que os han ordenado hacer los políticos, que en definitiva os han dejado tirados. ¿Qué les debéis? Nada; os han engañado, como a mí. Lo lógico es que unamos nuestras fuerzas y vayamos a por ellos sin remordimiento", escribe el exmando policial.
"Sinceramente, ¿no te produciría satisfacción ver en la cárcel a los que te han dejado tirado?", le repitió Garzón. "Tenía que traicionarme a mí mismo, clavarme un puñal en el corazón, así lo sentía yo", manifiesta Amedo dentro de su autoconvencimiento de perjudicado, pareciendo obviar la responsabilidad de los GAL en 27 asesinatos.
"Los políticos os han engañado, como a mí", escribe Amedo citando a Baltasar Garzón
Un Amedo "harto de promesas incumplidas", tal y como recoge en "Cal Viva", insiste en que tanto a él como a Míchel Domínguez, el otro rostro de la guerra sucia contra ETA, "nos utilizaron para alcanzar sus fines. Después apelaron a nuestro sentido del Estado. Luego nos prometieron de todo y, por último, nos chantajearon y nos amenazaron". "Sabía que iba a venir a por nosotros por no haber logrado sus aspiraciones políticas", remacha el expolicía, dejando en el aire el papel jugado por el rey Juan Carlos.
"Nunca olvidaré las palabras del Rey"
Después de que en rueda de prensa, Amedo afirmara "no tener la menor duda de que el Rey estaba al corriente de todo lo que sucedía con los GAL", en los últimos pasajes de sus memorias, destaca que los chantajes y amenazas contrarrestaron en algunos momentos "con el respaldo más insospechado", en referencia al monarca.
"En abril de 1994 (...) escribí una carta al rey don Juan Carlos. En ella le advertía que no estaba dispuesto a seguir soportando aquella farsa judicial y política en la que Míchel y yo éramos los únicos perjudicados. Apenas tres meses después, por fin, salíamos con el tercer grado", razona.
Después de pormenorizar un encuentro entre el Rey y su padre con motivo de los Juegos Olímpicos celebrados en Barcelona, en los que el progenitor de Amedo formó parte del equipo de tiro, el exsubcomisario afirma que "hasta el mismo momento de su muerte (de su padre), él nunca olvidó las palabras que aquel día le transmitió el rey".
"Y yo tampoco lo haré", concluye.