El juez José de la Mata ha acordado el embargo de los bienes y derechos económicos que puedan corresponder de la herencia de José María Ruiz-Mateos a los seis hijos del empresario que figuran como imputados en la causa de Nueva Rumasa. Así lo ha acordado el juez una vez que ha tenido conocimiento de la existencia de un testamento cerrado del empresario jerezano.
El juez pretende proteger a 4.110 inversores que pudieron aportar 337 millones de euros de los que faltan por reintegrar 289
De la Mata requiere, además, al notario que tan pronto como se abra y protocolice el testamento deberá entregar una copia a la secretaria judicial del juzgado. Una vez obtenida dicha copia el juez y secretaria judicial procederán a una lectura reservada, dejando constancia en los autos únicamente de los bienes que constituyen el caudal hereditario.
Con esta medida cautelar el juez pretende proteger los derechos de los perjudicados en esta investigación, que son los 4.110 inversores que, hasta donde se conoce, pudieron aportar 337 millones de euros de los que faltan por reintegrar 289 millones. De la Mata pretende también investigar "cualquier indicio" del "rastro y destino" de esos fondos porque, según explica el instructor, estos sólo alimentaban un fraudulento mecanismo piramidal aflorado tras producirse el colapso económico del grupo empresarial.
La fianza, aún pendiente
En el auto, el magistrado explica que los seis hijos de Ruiz-Mateos imputados no han depositado la fianza de 30 millones que se les fijó hace cuatro años y "existen indicios suficientes de que existen bienes inmuebles que figuran formalmente a nombre de sociedades vinculadas al denominado" grupo Nueva Rumasa" que están siendo disfrutados por los querellados, como mecanismo para ocultar la verdadera o real titularidad y así prevenir la efectividad de medidas cautelares como la que aquí se acuerda".
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