El rey emérito Juan Carlos I ha llegado a Abu Dabi esta tarde tras su estancia en Vitoria, donde se ha sometido a una revisión médica en una clínica privada.
El Emérito aterrizó en el aeropuerto vigués de Peinador el pasado miércoles y seis días después abandona el país después de haber hecho escala en Vitoria, donde ha pernoctado el domingo y el lunes, se ha hecho un chequeo médico... y ha negociado con el entorno de Iñaki Urdangarin los detalles del divorcio con su hija, la infanta Cristina.
El jet privado del monarca despegó de Álava a las 10.48 de la mañana de este martes y ya se encuentra fuera del espacio aéreo español. El avión es el mismo que ha utilizado para sus desplazamientos desde Abu Dabi a Londres, de la capital británica a Vigo, y de Peinador a Vitoria: el Bombardier Global 5000, de la compañía emiratí Royal Jet, diseñado para transportar hasta 16 pasajeros en vuelos de largo alcance.
El jet abandonó España por Pirineos y, tras sobrevolar Touluse, viró rumbo al sur, volando en paralelo a la península de Italia, con destino a Abu Dabi. De esta forma, se confirma el plan de viaje de Juan Carlos I desvelado por Vozpópuli el pasado miércoles, cuando este medio adelantó en exclusiva que el Emérito quería alargar su estancia en España hasta el martes antes de volver a Emiratos Árabes.
Un viaje de negocios
Ese mismo día, este diario informó que Juan Carlos I quería aprovechar su estancia en España para liquidar una serie de propiedades en Galicia y Cataluña y poner en orden su herencia. Un objetivo que ha marcado su viaje desde el principio: desde su escala en Londres -donde tiene cuentas bancarias abiertas- hasta su última parada en Vitoria antes de marchar a Abu Dabi.
Estas fuentes consultadas por este medio insisten en que nada del itinerario del rey Juan Carlos I en este viaje procedente de Abu Dabi es casual: "Ni a Londres fue a ver a Carlos III o al Real Madrid, ni a Sanxenxo a las regatas, ni a Vitoria a verse con dos médicos". El verdadero motivo del viaje, concluyen, fue "liquidar asuntos económicos en todos los casos".
Así, en Sanxenxo apenas navegó tres horas "para que los periodistas tuvieran la fato", aunque sí disfrutó de una cena privada con sus amigos más cercanos.
El contacto con Urdangarin
A Vitoria, tal y como publica este martes Vozpópuli, aterrizó con la misma intención: "Sí, se ha reencontrado con dos médicos que ya le han tratado en el pasado, pero su verdadero objetivo era negociar diferentes asuntos con Urdangarin".
Las mismas fuentes destacan que el exduque de Palma está en pleno proceso de divorcio con la infanta Cristina y exigiendo unas condiciones -25.000 euros mensuales y una indemnización de 2 millones de euros- que preocupan, y mucho, a Juan Carlos I: "Las primeras informaciones apuntaban a una 'paga' de 10.000 euros, pero las cantidades que se están hablando no le gustan".
El entorno del rey emérito recuerda, además, que Juan Carlos I e Iñaki Urdangarin "hicieron negocios juntos" con Corinna Larsen, trabajando con una serie de sociedades, "y eso está siendo objeto de revisión". En todo caso, admiten estos informantes, "Juan Carlos I es consciente de la información que tiene su antiguo yerno, y no quiere que sea utilizada no ya para dañarle a él, sino a la actual Casa Real y a la jefatura de Estado de Felipe VI".
Las fuentes consultadas por Vozpópuli no pueden confirmar que haya habido una "conversación directa" entre el rey Juan Carlos I e Iñaki Urdangarin, aunque tampoco la descartan.
En todo caso, apuntan que el objetivo del Emérito era hablar, al menos, con el entorno del exduque de Palma, residente, junto a su familia, en Vitoria. Y sentencian: "Este viaje, desde el primer día, no ha sido de placer, sino de negocios. Y esta parada también tenía ese objetivo".
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