Juan Carlos I está invitado, como los abuelos maternos de la princesa Leonor, a la "celebración privada" de El Pardo posterior a la jura de la Constitución de la heredera en el Congreso de los Diputados el próximo martes. Pero el Emérito, que "sigue siendo Rey", cree que merece "un trato diferente al de un familiar más". Por eso, quiso ir a la jura de la bandera de su nieta en la Academia Militar de Zaragoza y por eso "está enfadado" desde que fue vetado para esa ceremonia. Un malestar con su hijo, Felipe VI, que ha provocado que aún no haya confirmado su presencia para el próximo día 31.
Así lo corroboran a Vozpópuli personas bien situadas en los servicios de seguridad de Casa Real, que reconocen las dudas existentes sobre la presencia o no de Juan Carlos I: "A día de hoy, su asistencia a El Pardo está en el aire y no existe confirmación por su parte, por lo que no existe un protocolo ya aprobado para su llegada".
En el "cuadrante" de previsiones de la semana que viene, añaden, no aparece nada relacionado con el Emérito, que todavía no ha informado sobre si piensa viajar a Madrid y, en caso afirmativo, "qué día llega y hasta cuándo va a quedarse". En todo caso, explican las mismas fuentes, "no se le espera durante el fin de semana y, de venir, sería a partir del lunes o ya el martes, el mismo día de la jura".
Sin dormir en Zarzuela
Según explican desde el entorno del monarca, el principal motivo de su enfado con Felipe VI es el "veto de Zaragoza", pero "tampoco ayuda" el hecho de que a Juan Carlos I "no se le permita pernoctar en Zarzuela pese a haber sido su casa durante todo su reinado". Un hecho que también está siendo tenido en cuenta por el Emérito a la hora de tomar una decisión.
Así, apuntan estas mismas fuentes, "se está hablando de un alojamiento en casa de su hija, la infanta Elena, o en la de un empresario amigo en la zona de El Viso, pero él quiere dormir en su casa". Un debate que "también está condicionando todo".
Entre las personas responsables de su seguridad se está extendiendo la tesis de un "viaje de ida y vuelta" el mismo día 31, para estar junto a su nieta el día de su mayoría de edad y de la jura de la Constitución en el Congreso, pero "sin tener que buscarse un alojamiento que no sea su casa".
En ese sentido, se repetiría, en cierta forma, el plan seguido tras la reunión con su hijo en Zarzuela el año pasado: "Llegó a Madrid procedente de Sanxenxo y ese mismo día partió de nuevo a Abu Dabi. No se descarta que pueda hacer algo así".
"Se debate entre ser Rey o ser abuelo"
La tesis de un viaje exprés también es vista como "posible" por el entorno de Juan Carlos I, que insiste en el "malestar" del monarca con su hijo y tampoco descarta, ni mucho manos, que decida no venir: "Como Rey Emérito, se siente maltratado. Ahora, se debate entre ser Rey y negarse a ser tratado como un invitado más, o ser abuelo y estar junto a su nieta en uno de los días más importantes de su vida".
Otro día importante para la princesa Leonor, recuerdan estas mismas fuentes, fue la jura de la bandera el pasado 7 de octubre y, pese a la insistencia de Juan Carlos I, Zarzuela rechazó su asistencia, en una decisión "incomprensible" para los más próximos al monarca: "Él podía entender que su presencia en el Congreso en la jura de la Constitución fuera problemática, pero en la Academia Militar solo hubiera recibido aplausos".
El Emérito ya conocía la decisión de Zarzuela nada más aterrizar en Sanxenxo la última semana de septiembre, una última visita que esperaba prolongar unos días más para estar presente en Zaragoza el fin de semana posterior a las regatas de la catedral pontevedresa. Pese a ello, apostó por reencontrarse con Felipe VI, aprovechando que su hijo se encontraba a apenas unos kilómetros en el Foro de La Toja.
El monarca, de hecho, dio por hecho que se vería con su hijo, pero no fue posible. La cara de decepción del Emérito era evidente en la cena en el Club Náutico de Sanxenxo con sus amigos y su hija Elena, tal y como confirmaron a Vozpópuli personas presentes en la misma.
"Felipe VI y Leonor le deben mucho"
Los amigos de Juan Carlos I afirman que el Emérito está "triste" por no poder asistir ni a la Academia Militar de Zaragoza ni tampoco al Congreso de los Diputados para estar presentes en las juras de la bandera y la Constitución de la princesa Leonor. Pero, añaden, también "decepcionado".
Estas mismas fuentes destacan que "tanto el Rey Felipe VI como la heredera le deben mucho", tanto por "la defensa de la monarquía en los años más difíciles de la Transición" como, "por saber cuál era el momento idóneo para abdicar".
En el actual Congreso de los Diputados, sería imposible aprobar la ley de abdicación para dar paso a su hijo
En ese sentido, recuerdan que Juan Carlos I abdicó en 2014, tras las elecciones europeas de ese año, anticipándose al fin del bipartidismo: "Supo ver que la ley de abdicación sí que la aprobaría aquel Congreso y actuó rápidamente. En el actual Congreso de los Diputados, sería imposible aprobar esa ley para dar paso a su hijo". El próximo martes, la otra "gran beneficiada" de esa decisión, la princesa Leonor, jurará la Constitución en esa misma Cámara... pero "sin estar presente la persona que lo hizo posible".
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