El presidente de la Junta de Castilla y León ha cedido finalmente a las presiones de Génova y ha aceptado encabezar de nuevo las listas en las próximas autonómicas. Su presencia al frente de la candidatura garantiza la continuidad del PP en una plaza tradicionalmente conservadora. Herrera ha revalidado su mayoría absoluta en tres oportunidades y se ha convertido en uno de los barones imbatibles de la formación.
Retirada anunciada
Tras su última victoria, más inapelable y abrumadora que las anteriores, tanto en número de votos como en escaños, Herrera anunció que sería su último mandato y que se retiraría de la primera línea de la actividad pública. Las presiones de la dirección del partido parecen haber hecho mella en su ánimo y finalmente ha dejado abierta la puerta a volverse a presentar.
El PP tiene importantes agujeros autonómicos en algunos territorios clave, tal y como adelantan las encuestas. Madrid y Comunidad Valenciana forman el primer círculo de las preocupaciones, ya que en ambas comunidades está en riesgo la mayoría absoluta. De ahí el empeño de Génova por amarrar resultados en las zonas donde rtiene la victoria prácticamente asegurada. Con Herrera como candidato, Castilla y León sería una de ellas. Ahora mismo el presidente de la Junta no tiene rival. El PSOE castellano-leonés carece de relevancia demoscópica.
Juan Vicente Herrera, no obstante, ha dado su brazo a torcer. Será candidato pero no concluirá su mandato. Fuentes de su entorno han comentado a este diario que haría una salida 'a lo Esperanza Aguirre', es decir, que dejaría la presidencia mediado su mandato en manos de su hombre de confianza, Juan Antonio de Santiago, actual consejero de Presidencia. No sería un movimiento clavado al de la expresidenta de Madrid ya que, en este caso, no mediarían razones de salud, sino estrictamente personales.
Aguirre dejó la presidencia de la Comunidad madrileña en manos de su segundo, Ignacio González, un gestor avezado y firme que había sido su mano derecha a lo largo de todos sus mandatos. El propio Herrera también llegó a la presidencia en sustitución de Juan José Lucas, quien abandonó su cargo en Valladolid al ser nombrado ministro de la Presidencia por José María Aznar.
Política conservadora
No entra en los planes de Herrera dejar la Presidencia a mitad de curso para incorporarse al Gobierno central. Su decisión es retirarse de la política en cuanto le sea posible. El presidente de Castilla y León arde en deseos de abandonar la primera línea de la política para retirarse a sus labores profesionales como abogado y colaborar con el partido desde la base y sin mayores reponsabilidades orgánicas ni en la Comunidad ni en Madrid, de acuerdo con las mencionadas fuentes.
Herrera ha gobernado en la región de mayor exensión de España con políticas austeras, conservadoras y moderadas, como manda el estilo de la vieja Castilla. Pero no ve llegada la hora de dejar el cargo. Su hombre más fiel, De Santiago, haría a la perfeción el papel de sustituto temporal, a la espera de la celebración de las nuevas elecciones. De Santiago es hijo de un histórico alcalde de Valladolid y ha actuado como el ejecutivo más laborioso de todos los gobiernos de Herrera. Es un personaje notable, astuto y trabajador, pero su vida política se ha desarrollado siempre a la sombra del su presidente.
Ya circulan varios nombres en la lista de espera para sustituir en su momento a Herrera. Rosa Valdeón, la alcaldesa de Zamora, una dirigente con personalidad y valentía, es quien hasta ahora despierta mayor entusiasmo.
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