El acuerdo por el que Generali cede sus servicios asistenciales a Sanitas (y que afecta a 150.000 asegurados) no ha hecho ninguna gracia a cientos de jubilados que llevaban casi 30 años con su póliza. Una plataforma de afectados se ha puesto en contacto con la Dirección General de Seguros, perteneciente al Ministerio de Asuntos Económicos, porque denuncian que no se les ha informado de las consecuencias de este pacto entre aseguradoras y que sus médicos y centros de Salud de toda la vida ya no les atienden "porque Sanitas les paga menos".
Son personas que llevan entre 23 y 30 años asegurando su sanidad con Generali, llegando a pagar por una póliza para una familia de tres miembros más de 4.500 euros al año. Denuncian que "por motivos de edad" se encuentran "cautivos en Generali, ya que ninguna compañía" les "admite" y "todas" los rechazan.
Sin ningún tipo de notificación ni preaviso, se enteran por la prensa en octubre de 2022 del acuerdo alcanzado entre Generali y Sanitas, que implicaba que a partir del 1 de enero de 2023 los servicios asistenciales que ofrecía Generali pasan a ser gestionados por Sanitas. “Generali reforzará sus seguros de salud sumando servicios de Sanitas”, rezaba un comunicado que la plataforma de afectados tilda de "totalmente falso". Y es que, a partir de esa fecha, "empiezan a descolgarse nuestros médicos y centros sanitarios habituales al no tener concierto con Sanitas".
"Todos los miembros de esta plataforma empezamos a notar comportamientos de total inseguridad en nuestra atención médica", aseveran. Entre los hechos que denuncian se encuentran:
- Anulación de citas previstas.
- Anulación de pruebas y tratamientos programados.
- Anulación de operaciones pendientes.
- Comunicaciones de que ya no podemos seguir con nuestro médico habitual.
- Comunicaciones de hospitales que nos dejan de atender.
A esta situación caótica hay que sumar el temor de los afectados de que se pierda su historia clínica, un documento valiosísimo para el seguimiento terapéutico de pacientes que llevan décadas siendo atendidos por los mismo médicos. "La mayoría de afectados llevamos muchos años con nuestros médicos y hospitales habituales, de la noche a la mañana, nos vemos en una situación de total vacío de atención, incluso de seguimiento de nuestras historias clínicas".
Es entonces cuando se produce una avalancha de llamadas por parte de estos afectados a los teléfonos de atención habituales, donde no les resuelven "ninguna duda". "No saben cuál es el perímetro de concertación de médicos y hospitales, es más incluso del mismo grupo hospitalario unos se pueden ir mediante favores y otros no. En nuestra opinión Generali quiere hacer apaños temporales para evitar protestas, pero el fin que persigue solo está basado en ahorro de costes, por lo que esos apaños temporales no tendrán continuidad", manifiestan en el documento trasladado a la Dirección General de Seguros.
Los afectados también señalan que sus médicos les han trasladado que "Sanitas es de las peores aseguradoras para el pago de honorarios a los médicos, por eso muchos no aceptan pacientes de Sanitas, aunque antes atendieran sin problema con la tarjeta de Generali". Por tanto, un importante grupo de usuarios con póliza de Generali están cautivos "en pólizas" que firmaron hace años y que por edad no pueden sustituir por otras porque ninguna compañía les acepta.
Este colectivo se ha puesto en contacto con la Dirección General de Seguros para denunciar la situación y también se ha puesto en contacto con el Tribunal de la Competencia en defensa del abuso sobre los usuarios. Además, se quejan de haber escrito en repetidas ocasiones a Generali y no haber obtenido respuesta. "En la central telefónica de Generali no son capaces ni siquiera de saber qué médicos y que centros están concertados".
Sanitas defiende que ha aumentado un 43% el cuadro médico
Sin embargo, fuentes de Sanitas señalan a Vozpópuli que el cuadro médico de los que tenían el seguro de Generali, lejos de menguar, ha crecido de manera exponencial. "El cuadro médico de los clientes de Generali en España ha crecido cerca de un 43,4%", subrayan. Admiten que en algunos casos no es el mismo cuadro médico del que disponían los asegurados de Generali durante décadas, pero que en zonas de difícil cobertura se está llegando a acuerdos con el mismo personal. "No es el mismo cuadro médico, pero la asistencia médica es mucho más amplia", subrayan.
Batalla en los tribunales
Los incendios de Generali y Sanitas por su acuerdo alcanzado para los próximos 10 años no terminan en la indignación de los jubilados. La patronal de la sanidad privada, ASPE, ha acudido a instancias judiciales y administrativas por considerar este acuerdo como una "práctica anticompetitiva". Según denuncia ASPE, este acuerdo supone una reducción del 20% de las tarifas que cobran los centros sanitarios proveedores de los servicios. Para ASPE se trata del enésimo abuso de poder de estas grandes compañías, pero en esta ocasión no se van a quedar de brazos cruzados.
ASPE encargó un dictamen jurídico a un despacho de abogados donde se pone de manifiesto que Sanitas y Generali podrían haber violado la Ley de Competencia Desleal. Acusan a Sanitas de haber hecho uso "de una posición de dominio en la negociación de la que carecía Generali".
Es la primera vez que termina en los tribunales españoles una disputa de estas características entre la patronal de la sanidad privada y las aseguradoras. Sin embargo, ambos mantienen una guerra de largo recorrido por las pólizas low cost (de bajo coste) que ofertan las mutuas, un conflicto en cuya raíz se encuentra la posición dominante de estas en el mercado. La capacidad de negociación de los centros hospitalarios es muy pequeña ante gigantes como Adeslas, Asisa o Sanitas. Lo mismo ocurre con los facultativos de la privada, que acaban aceptando tarifas muy bajas. Esta situación está llevando a los hospitales privados a enfrentarse a grandes dificultades para encontrar enfermeros y personal facultativo. Los precios que cobra cada médico se negocian individualmente al tratarse de una relación mercantil, lo que deja al sanitario en una condición de inferioridad sublime frente a la aseguradora.
Según un documento elaborado por UNIPROMEL, la asociación española de médicos de ejercicio libre, sobre los baremos de 21 compañías aseguradoras en medicina general, la primera consulta sale de media a 6 euros para el médico (3 euros si se trata de una revisión).
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