Una campaña de descrédito, peligrosa para el buen funcionamiento de la democracia y plagada de contradicciones. Así describen distintos jueces y asociaciones de magistrados los "ataques" que varios dirigentes de Podemos han lanzado en los últimos días contra el poder judicial, en general, y contra el juez Juan José Escalonilla, en particular.
"No deberían tener ningún miedo y ninguna preocupación si realmente no hay nada detrás de esta denuncia. Si ellos tienen pruebas suficientes para demostrar que las acusaciones presentadas en este caso por un antiguo trabajador (el exabogado de Podemos José Manuel Calvente) son infundadas, como ellos dicen, entonces no deberían tener ningún miedo", señala la magistrada Natalia Velilla, miembro del Comité Nacional de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria, en declaraciones a Vozpópuli.
Desde la apertura de la investigación del juez Escalonilla contra Podemos por un presunto delito de malversación de caudales, distintos dirigentes del partido morado, como Pablo Echenique o Rafa Mayoral, han apelado al término jurídico anglosajón Lawfare para apuntar hacia una especie de "guerra jurídica" y mediática para desacreditar a Podemos, recordando que varias causas anteriores contra la formación morada terminaron archivadas.
"Siempre los jueces debemos respetar las críticas a las resoluciones y a los procesos judiciales, pero choca que en este caso las críticas provengan de miembros de un partido que está en el poder Ejecutivo", indica por su parte la juez Ascensión Martín, nueva portavoz de la asociación progresista Juezas y Jueces para la Democracia.
No es la primera vez que un partido ataca a la justicia cuando se abre una investigación en su contra. Pero en este caso, la principal sorpresa y preocupación para los jueces consultados es que los ataques contra el poder judicial provienen de un partido que está presente en los otros dos poderes del Estado.
"Cuanto peor se está en términos de defensa jurídica, más se tiende a disparar contra el juez", señala José María Macías, vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)
El partido de Iglesias acusa a la Justicia de abrir "una causa general" para sacar a la formación morada del Gobierno y ha cargado las tintas directamente contra el titular del juzgado de instrucción número 42 de Madrid por haber archivado las amenazas de muerte contra el exalcaldesa madrileña Manuela Carmena y haber aceptado a Vox como acusación particular en la investigación por la presunta financiación irregular de Podemos.
"La experiencia revela que cuanto peor se está en términos de defensa jurídica, más se tiende a disparar contra el juez", señala por su parte, José María Macías, vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en declaraciones a Vozpópuli efectuadas a título estrictamente particular. "Y la experiencia también revela que es una muy mala táctica de defensa", añade.
Macías recuerda los casos del exjuez del Supremo Marino Barbero, primer instructor en los años ochenta del 'caso Filesa', o del magistrado Pablo Llarena, víctima de ataques y críticas desde el independetismo catalán por instruir la causa del procés.
"Cuando no hay argumentos jurídicos se tiende a atacar directamente a la persona, y eso es lo más bajo que hay porque raya con la privacidad de la persona, en este caso de un juez", indica por su parte Ascensión Martín, portavoz de la asociación progresista Juezas y Jueces para la Democracia.
"En el caso de Podemos el juez está cumpliendo con su deber. Ha recibido una denuncia y ha abierto diligencias. Lo raro sería que no lo investigara", agrega Martín.
Síntoma del miedo
Añade Macías que la Justicia puede ser lenta e incómoda, pero también es inexorable. "Los insultos y el intento de descrédito suelen ser el primer síntoma del miedo a su puesta en marcha", sostiene este jurista y vocal del CGPJ.
En relación con los ataques a jueces de alguna formación política, una explicación para advenedizos al mundo de la justicia: puede ser lenta, incómoda... pero es inexorable. Los insultos y el intento de descrédito suele ser el primer síntoma del miedo a su puesta en marcha.
— José María Macías (@JMMaciasC) August 12, 2020
"Inventarse teorías conspiranoicas es hacer daño al propio Estado y esa es una actitud poco responsable. No es el primer partido político que lo hace, y ese tipo de críticas son preocupantes siempre vengan de donde vengan porque los partidos políticos no son peñas de fútbol", indica Macías. "Si, además, ese partido está en el poder Ejecutivo, todo se agrava mucho más".
Los jueces y asociaciones de magistrados no ocultan su preocupación por el descrédito que puede suponer una campaña por parte de un partido que forma parte del Gobierno y las consecuencias que puede tener que, en este caso, Podemos ponga en duda la independencia de la Justicia. No obstante, aseguran que nunca los partidos políticos conseguirán influir en la imparcialidad de los jueces.
"Sabemos que son manifestaciones políticas que se producen en el fragor del debate o los discursos parlamentario, pero lo que la ciudadanía debe tener claro es que nunca lograrán influir en la imparcialidad de los jueces", indica Ascensión Martín, portavoz de la asociación progresista Juezas y Jueces para la Democracia.
"Es peligroso para la democracia en el momento en que se están empezando a normalizar estos ataques en los que miembros del sistema, en este caso del poder Ejecutivo o legislativo, atacan a otro poder del sistema, como es el poder judicial", indica por su parte Natalia Velilla miembro del Comité Nacional de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria.
Las contradicciones de Podemos
Agrega Velilla que Podemos siempre ha sido "especialmente beligerante contra la administración de la justicia", pero destaca las innumerables contradicciones que el partido de Iglesias tiene con respecto al poder judicial cuando quienes son investigados son otros partidos.
"Hace apenas un mes, Pablo Iglesias, en sede parlamentaria después de que el PP le hubiese interpelado por cuestiones relacionadas con el caso Dina, dijo en público que creía en la Justicia y que la investigación acabaría en nada. Con lo cual, cuando les interesa confían en la Justicia y cuando no les interesa no confían en la justicia", señala Velilla.
"Cuando hace unos años se imputó al PP por Gürtel no era mala la Justicia, cuando se investiga a Podemos ahora la Justicia es mala", apostilla la magistrada.
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