El juez que investiga en la Audiencia Nacional el caso Pujol, José de la Mata, ha ordenado que se impida a Jordi Pujol Ferrusola, el primogénito del expresidente catalán, Jordi Pujol Soley, el uso al menos durante cuatro años de diez vehículos de alta gama que le fueron intervenidos en 2015 tras conocerse la fortuna en el exterior de lo que el magistrado denomina una "organización" o "clan" familiar.
En concreto se trata de una 'flota' de vehículos de lujo que componen tres Ferrari, dos Lamborghini, un Jaguar, dos Mercedes, un Nissan y un Lotus; tres motocicletas de las marcas Bultaco y Yamaha; así como dos remolques, según consta en un auto de 5 de noviembre, al que ha tenido acceso Vozpópuli.
El instructor también bloquea el uso de un Opel, a nombre de la empresa Servitransfer del empresario Josep Mayola; y una motocicleta marca Montesa de Jordi Pujol Gironés, uno de los hijos de Jordi Pujol Ferrusola y su exesposa Mercé Gironés.
Un empresario
Según el sumario, Josep Mayola, junto con Jordi Pujol Ferrusola y otro empresario, habrían conseguido unas plusvalías de casi dieciséis millones de euros con negocios relacionados con una planta de residuos en Tivissa (Gerona), cuya concesión se entregó a la sociedad Gestio y Recuperació de Terrenys S.A.
Al adoptar De la Mata esta decisión antes de que se cumplan los cuatro años del primer bloqueo del uso de los vehículos, la ley permite al instructor prorrogar un mismo periodo de tiempo la medida, que tiene como finalidad, según consta en el auto, "garantizar las responsabilidades pecuniarias inherentes derivadas de los delitos de blanqueo de capitales, contra la Hacienda Pública, así como, en su caso, de uno o varios delitos de falsedad de documento mercantil".
El pasado 25 de octubre, el magistrado ya prorrogó su decisión de impedir que la familia del expresidente de Cataluña Jordi Pujol Soley disponga de cuatro fincas.
Las fincas
En concreto, se trataba de una finca en Puigcerdá, Gerona, de Jordi Pujol Ferrusola; una segunda que comparte el primogénito con su exesposa Mercé Gironés; de otra que figura a nombre de un empresario; y de una cuarta finca ubicada en la calle Ganduxer de Barcelona, propiedad de Nuria Pujol Gironés, nieta del expresidente catalán.
El pasado 8 de octubre, los Pujol presentaron un recurso en el que negaban formar parte de una organización criminal, y culpaban al juez por su desempleo. Así, los abogados defensores justificaron que trabajan para toda la familia por un mero motivo económico: "Los investigados, con acierto o desacierto, comparten defensa. Y lo hacen por razones puramente de ahorro (aventuraban quedarse todos sin trabajo por razón de la instrucción, como así, lamentablemente, ha sido)", indica el escrito de 8 de octubre.
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