El juez de la Audiencia Nacional que instruye la pieza relativa a la 'operación Kitchen', Manuel García-Castellón, se ha trasladado este lunes hasta la cárcel de Soto del Real para tomar declaración una vez más al que fuera gerente y tesorero del Partido Popular Luis Bárcenas. Esta es la segunda vez que declara ante el magistrado en tres días, ya que el viernes también compareció por videoconferencia.
Según fuentes jurídicas, consultadas por Europa Press, si bien se desconoce el fondo del interrogatorio de este lunes, sí que habría versado sobre la 'Kitchen' y más en concreto sobre una parte secreta que se abrió tras requisar varios dispositivos al que fuera chófer de Bárcenas, Sergio Ríos Esgueva.
En esta pieza se indaga sobre el operativo parapolicial costeado con fondos reservados y cuyo objetivo habría sido sustraer documentación sensible para el PP, que obraba en poder de Bárcenas, con el objetivo de que no llegara al juzgado en el que se instruye la 'Caja B' de la formación.
La advertencia sobre Rosalía Iglesias
El viernes, el extesorero afirmó ante el juez que abogados cercanos al partido le advirtieron en 2013 de que si "hablaba" de algo que pudiera comprometer a la formación política, su mujer, Rosalía Iglesias, acabaría en prisión. Pero los abogados a los que se atribuye este mensaje negaron en julio de 2013 haber trasladado esto cuando fueron a visitarle a Soto del Real.
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 le había citado a declarar, además de a su hijo Guillermo Bárcenas, como testigos en esta parte secreta, una subpieza de la séptima que integra el caso 'Tándem'.
Bárcenas, condenado por el Tribunal Supremo a 29 años de prisión por la primera época de la trama 'Gürtel', también se refirió a su estancia en prisión en esas fechas. Y destacó que no recibió un buen trato y que ahora entiende el porqué, según manifestaron las mismas fuentes.
Según una de las conversaciones telefónicas que obran en el sumario de 'Kitchen', Ríos informaba al comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo cómo se encontraba el extesorero y exsenador del PP en el centro penitenciario. "El jefe está fatal. Según he hablado con los hijos está incluso agresivo. Le están puteando mucho allí", le dijo en enero de 2014 el chófer a Villarejo, quien le aseguró que haría "unas gestiones" para evitar este tipo de trato.
Contratación del chófer
Sobre Sergio Ríos --quien, según consta en la causa, cobró 2.000 euros mensuales procedentes de los fondos reservados por ser confidente policial en el marco de la 'operación Kitchen'--, el extesorero del PP afirmó que fue él quien le contrató por recomendación de alguien cercano o vinculado con la formación política.
Ya en la declaración que prestó como testigo el pasado 16 de enero de 2019 en esta pieza 7 del conocido como caso 'Villarejo', Bárcenas explicó al magistrado García Castellón que contrató a Ríos como chófer en febrero de 2013 porque se había quedado sin conductor y necesitaba otro, dada la "presencia mediática constante" en la puerta de la vivienda familiar.
Según explicó Bárcenas en ese momento, una mujer que había trabajado para la familia durante "muchísimo tiempo", y que tenía dos hijos que habían trabajado para el PP y eran policías nacionales, le recomendó a Ríos porque ella y sus hijos lo conocían "desde que eran muy jóvenes".
"Las referencias que me dio es que había colaborado esporádicamente con el PP y que había sido conductor de Francisco Granados en la Comunidad de Madrid", recordó. El hecho de que hubiera pasado el filtro de "selección" del gobierno regional "era un plus en el sentido de que no era solo un portero de discoteca, sino que tenía experiencia en temas de seguridad", indicó.
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