Ni político del PP ni de ningún otro partido. Ni siquiera una única persona. El misterioso titular de las seis cuentas suizas por las que el titular del Juzgado de Instrucción número 5, Pablo Ruz, preguntó recientemente a las autoridades del país helvético dentro del 'caso Gürtel' son presuntamente diferentes miembros de la familia Ruiz-Mateos. Así lo han confirmado a Vozpópuli fuentes jurídicas del pequeño país centroeuropeo, que destacan que aunque Berna aún no ha remitido esta información a la Audiencia Nacional, la Justicia española ya la tiene dentro de otra causa en la que es investigado el entorno del polémico empresario jerezano. Estas fuentes añaden que las pesquisas han permitido destapar que los Ruiz-Mateos son también titulares de depósitos en al menos otras cinco entidades financieras de Suiza. La información ha sido confirmada a la Radio Televisión Suiza por el propio fiscal de Ginebra, Jean-Bernard Schmid.
La información reclamada ahora por el juez Ruz obra en poder de la Justicia española desde hace tiempo dentro de una causa en la que se investiga al empresario jerezano y a su familia
La petición de información sobre las seis cuentas suizas la realizó el juez Ruz el pasado mes de mayo tras analizar la documentación que las autoridades de Berna le habían remitido en enero respecto a las cuentas de Luis Bárcenas. Entre ella, figuraba un correo electrónico interno del Dresdner Bank (actual LGT), una de las entidades donde el extesorero del PP tuvo cuentas secretas. En el mismo, fechado el 29 de julio de 2009, sólo unos meses después de estallar el 'caso Gürtel', Andrea Dankert, asistente del vicepresidente de la entidad financiera, enviaba un mensaje bajo el asunto "resultado de la auditoría de PwC" a Agathe Stimoli, la gestora de cuentas que en el Dresdner Bank se encargaba de los clientes españoles, entre ellos Luis Bárcenas y su amigo Luis Fraga, también exsenador del PP y sobrino del fundador del partido. En el mismo, le alertaba que el análisis realizado por la empresa auditora de las fichas de los clientes había detectado incidencias en las de varios de ellos, entre los cuales había dos que estaban en su cartera.
Uno de ellos era una persona que acumulaba seis depósitos y del que "no está documentado" de donde procedía el dinero que ingresaba en ellos. Sobre éste, del que no se daba su identidad sino la numeración de todas sus cuentas, el directivo le indicaba a su subordinada que se habían visto obligados a encargar un informe sobre el mismo a una empresa especializada en rastrear la vida financiera y que el coste del mismo, 5.500 francos suizos (unos 4.450 euros), sería cargado a la oficina de Ginebra, donde trabajaba Stimoli. El segundo cliente que había despertado sospechas era precisamente Luis Fraga, al que tampoco se identifica por su nombre, sino por el número de cuenta que entonces, verano de 2009, tenía abierta en la entidad: la número 1283047. La auditoría de PwC había recalcado que sobre el político español había "demasiada poca información" y que tras repasar los datos que sobre él figuraban en los archivos, los responsables del Dresdner Bank habían descubierto que sólo se habían recabado información sobre "su carrera política, pero nada sobre su pasado financiero".
"No se puede discutir por teléfono"
La respuesta de Agathe Stimoli, también incluida en la documentación remitida a la Audiencia Nacional, más que aclarar ambos extremos añadía más misterio a la misma. La agente aseguraba que iba a viajar desde Ginebra a Madrid para reunirse con ambos clientes y obtener la información sobre la procedencia de su dinero, porque "estos problemas no se pueden discutir por teléfono". Lo que terminó de disparar las alarmas de la Justicia española fue que el desconocido titular de las seis cuentas hubiera sido catalogado por la entidad financiera como de "riesgo 3", la misma que en su día recibió Bárcenas por su condición de político pero que también se adjudica a clientes que muevan más de 50 millones de francos suizos, estén bajo investigación judicial en su país de origen o tengan vinculaciones con personas condenadas.
La catalogación del titular como "riesgo 3" hizo sospechas al juez Ruz que podía tratarse de un político. Suiza le remitirá en breve la documentación que echa por tierra esta hipótesis
Con la sospecha de que dicho misterioso personaje podía ser un político vinculado a los casos Bárcenas y Gürtel, el juez Ruz envió una nueva comisión rogatoria a Suiza el 14 de mayo. En aquella resolución, en la que el magistrado señalaba que contaba con el apoyo de la Fiscalía, destacaba la "relevancia" de estas seis cuentas fruto "de la vinculación que se establece entre las mismas y la cuenta de Luis Fraga al recogerse todas ellas en un mismo correo electrónico". También recalcaba que el hecho de que su gestión estuviese en mano de Agathe Stimoli, que también llevaba los depósitos del sobrino del fundador del PP y del propio Bárcenas, era un elemento más para reclamar más información ya que, recordaba, en la causa se estaba investigando "el posible pago de dádivas a numerosos funcionarios y autoridades en contraprestación por las adjudicaciones de contratos públicos".
En la comisión rogatoria, el magistrado pedía a Suiza toda la documentación que el Dresdner Bank dispusiera en relación con las seis cuentas, con el detalle de los folletos de apertura, los apoderados, extractos, relación de ingresos, transferencias y extracciones. También reclamaba los informes internos de la entidad financiera helvética sobre sobre estas cuentas o el cliente o clientes asociados a las mismas, con la inclusión del elaborado por Price Waterhouse Coopers (que hizo saltar la alarma sobre la supuesta procedencia ilícita de los fondos), y el que redactó Info4C, una sociedad especializada en analizar a clientes 'dudosos' para los bancos suizos y que habría sido reclamada por el banco para evaluar al cliente desconocido.
En aquella misma resolución, el juez citaba a declarar como testigo a Luis Fraga para unos días después con el objeto de que revelase la identidad del titular de las seis cuentas. Sin embargo, cuando el sobrino del fundador del PP compareció ante el magistrado el 28 de mayo, no desveló el misterio. El que fuera senador del PP durante 21 años negó conocerlo o tener algo que ver con el cliente que aparecía en el mismo correo cruzado entre responsables del Dresdner Bank en el que se le citaba a él. Fraga llegó a calificar este hecho de "un error" del banco helvético y llegó a justificarlo en que "los suizos son muy imprecisos". Cuando le insistieron sobre la cuestión, reiteró que no sabía al que llamó en algunos casos como "misterioso tercer hombre" y en otros como "mister X". La duda la han resuelto finalmente las autoridades suizas. Ni es político del PP ni de ningún otro partido. Ni siquiera una única persona. Es la familia Ruiz-Mateos.
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