España

Juicio contra Sito Miñanco y Boye: la Policía temía que se pudiera filtrar información clave a la red

La Audiencia Nacional acoge desde este lunes el juicio contra el histórico narco gallego y el abogado de Puigdemont en el marco de la 'operación Mito'

"La organización tenía tentáculos en todos lados y cualquier gestión que se hiciese en un departamento podía trascender", así ha descrito el exjefe del Grupo II del GRECO de Costa del Sol "el poder" que tenía la organización criminal dirigida por el narco José Ramón Prado Bugallo, conocido como Sito Miñanco, cuando se abrió una nueva investigación contra él en el año 2016. El agente de la Policía Nacional ha declarado este martes en el juicio celebrado en la Audiencia Nacional contra el histórico narco gallego, donde ha detallado que la influencia y contactos de la red presuntamente controlada por Miñanco obligó a los agentes a trabajar con sumo cuidado, durante los primeros momentos de la investigación de la 'operación Mito'. 

En los primeros momentos de la investigación, cuando la Policía Nacional seguía los pasos de Sito Miñanco en Marbella tras encontrar indicios de que este podría haber retomado su actividad relacionada con el narcotráfico, los agentes tuvieron que extremar sus medidas de seguridad para evitar que trascendiera a la organización información clave de la investigación. Según ha explicado este martes el inspector jefe del GRECO encargado de dirigir las primeras pesquisas, cada gestión encargada por la Policía fuera de lo que eran meras labores de vigilancia, debían llevarse acabo "mucho cuidado", ya que existían antecedentes de filtraciones policiales. 

Este temor, provocó que la Policía Nacional decidiese prolongar la primera investigación preliminar. De esta forma, aunque normalmente todas gestiones relacionadas con el "tema patrimonial" de una organización criminal suelen hacerse en paralelo a las vigilancias, se decidió "esperar hasta el final de la investigación" para volcar todos datos recabados, en esa investigación primaria, en "un registro general".

Según ha relatado el agente, el miedo a que un chivatazo pusiera en sobre aviso a los investigados se hizo real. "Nos pasó en una ocasión, concretamente, cuando fuimos a hacer una gestión a una oficina de Policía Local en Marbella. Yo conducia un (BMW) X6 y una semana después se radió la matrícula de ese X6", ha explicado. 

Las medidas de seguridad de la organización

En paralelo, mientras los agentes trataban de tener cuidado en cada paso que daban, tenían que luchar contra las "estudiadas" medidas de seguridad presuntamente impuestas por Sito Miñanco. Sobre este asunto, el inspector jefe de la UDYCO que ha vuelto a declarar este martes en Sala ha detallado cuáles eran los mecanismos o herramientas que tenía el líder de la organización para evitar ser vinculado con los barcos localizados por la Policía como transportadores de droga.

Como ejemplo, el agente desvelado la existencia de un audio presente en las actuaciones en el que se hace especial hincapié en la importancia de "cuidar las comunicaciones" entre los miembros de la organización. "Hay un audio buenísimo en el que dice que las comunicaciones son fundamentales, que eso es lo que te hace poder controlar y dirigir todo en relación con la lancha", ha narrado. En este sentido, el inspector jefe de la Brigada Especial de Estupefacientes ha desarrollado a que los narcotraficantes tratan con especial cuidado las comunicaciones entre una embarcación y otra, y que para evitar ser detectados nunca habla directamente con las personas que van en los navíos, sino que se sirven de intermediarios.

En este sentido, el policía ha explicado que Sito Miñanco a pesar de "querer tenerlo todo controlado", "es una persona muy inteligente y con mucha experiencia" por lo que "lo último que iba a hacer es tener directamente contacto con un barco que tiene 4.000 kilos de cocaína que él tiene que recoger. Según el agente, esta "es una norma básica” en este tipo de organizaciones. 

Sito Miñanco se ha sentado este martes en el banquillo de los acusados en el marco de la causa conocida como 'operación Mito', por la que la Audiencia Nacional juzga además a un total de 46 personas. Entre los imputados, destaca el abogado Gonzalo Boye acusado de delito de blanqueo de capitales y otro de falsedad documental.

El letrado chileno fue procesado por su presunta participación en el operativo orquestado por la red dirigida por Sito Miñanco con el objetivo de recuperar 889.620 euros incautados por la Policía Nacional en el aeropuerto de Barajas en 2017. Según la acusación de la Fiscalía, la organización contacto con el representante legal de Puigdemont y otro abogado para elaborarar una estrategia y justificar el origen ilícito del dinero. 

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