El juez ha dejado a un paso del banquillo por delitos contra la integridad moral y revelación de secretos a la excuidadora de una residencia de Terrassa (Barcelona) que en agosto de 2020 se grabó vejando a una anciana discapacitada, y burlándose de ella, en un vídeo colgado en Instagram que se convirtió en viral.
En un auto, al que ha tenido acceso Efe, el titular del juzgado de instrucción número 3 de Terrassa concluye que la acusada, Ainhoa F.A., que era auxiliar de enfermería en la residencia Mossèn Homs de Terrassa, se puso de acuerdo con otra extrabajadora -menor de edad en 2020- con el fin de "humillar" a la anciana interna, de 91 años y que sufre un deterioro cognitivo y dependencia severa.
Por ser menor de edad cuando ocurrieron los hechos, la auxiliar de enfermería que grabó y público el vídeo en Instagram -con lo que disparó su número de seguidores- está siendo investigada en la jurisdicción de menores, donde se la ha derivado a un proceso de mediación que todavía no ha dado frutos, han informado a Efe fuentes jurídicas.
Por su parte, la defensa de Ainhoa F. ha presentado ante la Audiencia de Barcelona un recurso contra la decisión del juez de enviarla a juicio por dos delitos, al que se ha opuesto la Fiscalía. Si la Audiencia avala la resolución del juez instructor, la auxiliar de enfermería -que a raíz de los hechos fue despedida de la residencia junto a la trabajadora menor de edad- podría sentarse en el banquillo por un delito contra la integridad moral y otro de descubrimiento y revelación de secretos.
En su auto, el juez reconoce que la auxiliar que suministraba la medicación a la anciana "utilizó expresiones vejatorias" para con ella mientras la menor grababa con su teléfono móvil la escena y la publicaba en Instagram. El delito contra la integridad moral, que persigue el trato degradante a las personas, está castigado con penas de entre seis meses y dos años de prisión y el de revelación de secretos puede acarrear entre uno y tres, aunque la ley prevé que se imponga en su mitad superior si la víctima es un discapacitado.
El vídeo, difundido a través de Instagram, muestra a una cuidadora del geriátrico Mossen Homs de Terrassa vejando e insultando a una anciana en la cama, mientras trata de suministrarle la medicación: "Va, abre la puta boca ya, hombre, vieja cascarrabias". Paralelamente, la otra trabajadora se ríe a carcajadas de la situación, al tiempo que graba la conducta de su compañera con el teléfono móvil.
A continuación, la joven cuidadora vuelve a dirigirse a la anciana, a la que grita: "¡Elisa, la pastilla! ¿No entiendes que te la tienes que tomar? ¿No lo entiendes?". El vídeo encendió las redes sociales en plena pandemia, en un momento de gran sensibilidad social por la situación de los ancianos confinados en residencias por el coronavirus, lo que motivó que la Fiscalía Superior de Cataluña anunciara la apertura una investigación penal a las cuidadoras, que a raíz de la polémica renunciaron a su empleo sin que fuera necesario despedirlas. La autora de la grabación colgó además un vídeo en su cuenta de Instagram en el que pidió disculpas "a todos los familiares que se han podido ver afectados y a la demás gente".
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