La segunda jornada del juicio contra Daniel Sancho se ha desarrollado a puerta cerrada y con una gran expectación mediática a los pies de la escalinata del tribunal de Koh Samui en Tailandia. En la Sala se ha podido escuchar este miércoles la declaración de otros cuatro testigos a petición de la Fiscalía, cuyas exposiciones serán claves para esclarecer la cronología de los hechos al final del juicio.
Entre las testigos que han comparecido ante la atenta mirada del acusado, que más tarde ha podido formularles él mismo varias preguntas, destaca la comparecencia de la propietaria de la tienda de kayaks, situada a pocos metros de la habitación de hotel donde se cometió el crimen. Según apunta la Policía en sus informes, el chef español alquiló un kayak y, montado sobre esta especie de piragua deportiva, navegó más de medio kilómetro para, posteriormente, arrojar parte del cuerpo de Edwin Arrieta al mar.
La testigo ha explicado que ante la idea que tenía el joven de alquilar el kayak durante más horas de las que permiten las reglas del establecimiento, decidió vendérselo por 1.000 dólares. De esta forma, la propietaria de la tienda ha ratificado lo defendido por los agentes tailandeses, los cuales mantienen que Sancho portó parte del cadáver del fallecido en una mochila para luego lanzarla al agua rozando ya la media noche.
Los letrados de la familia de Edwin Arrieta intentarán demostrar en Koh Samui que la muerte del cirujano no fue accidental, sino un acto premeditado. Dicha tesis se encuentra básicamente sustentada con la idea de que Daniel Sancho acudió a una ferretería para comprar varios cuchillos y una sierra el día anterior al crimen.
Declaran las cajeras que vendieron los cuchillos
Este miércoles, han comparecido ante la Sala las dos cajeras que han ratificado haberles vendido al joven español dichos utensilios en dos establecimientos distintos. Tras las preguntas de la Fiscalía y la defensa, el chef se ha lanzado a hacerle varias preguntas, una de las cuales ha sido declarada por el tribunal como improcedente. Y es que el testimonio de estas dos mujeres es "clave" para los abogados de la acusación -representación legal ejercida desde España por Ospina Abogados- que tratan de probar que la muerte de Edwin Arrita no fue un homicidio imprudente.
Por su parte, el equipo legal de la defensa, tutelado por Marcos García-Montes desde Madrid, defiende que el joven compró los cuchillos debido a su trabajo como chef y para usarlos en los vídeos que este colgaba regularmente en redes sociales. La defensa mantiene que la adquisición de estos utensilios fue algo ocasional y que el crimen no fue algo ideado con anterioridad.
Daniel Sancho alquiló la habitación solo
Previamente, en la jornada de este martes, el juez pudo escuchar el testimonio de la encargada del hotel, quien ha detallado bajo juramento que Daniel Sancho registró la habitación del 1 al 4 de agosto y que, en ningún momento, pudo ver a Edwin. De esta forma confirmaría la versión de la acusación que mantiene que el chef estaba esperando en Tailandia a la víctima desde el día 31 de julio y que fue a recogerle al aeropuerto el mismo día de su muerte.
El juicio contra el hijo del actor Rodolfo Sancho continúa este jueves con la testifical -a propuesta de la Fiscalía- de dos agentes de policía, cuyas declaraciones son "muy importantes" para los abogados de la acusación.
Al frente, Daniel Sancho, quien se ha declarado no culpable del asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Eso sí, ha reconocido haber descuartizado el cuerpo de Arrieta para, posteriormente, deshacerse del mismo, delito penado por el Código Penal tailandés con un año de cárcel.
Finalmente, la Corte de Koh Samui no podrá acoger como testigos a los padres de Arrieta, tal y como había solicitado la acusación. El objetivo era acreditar ante el juez que el cirujano era el sustento económico de la familia, motivo por el cual solicitan una indemnización de 410.000 euros.
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