La victoria de Isabel Díaz Ayuso en las elecciones a la Comunidad de Madrid tendrá efectos en las negociaciones entre Junts y ERC para formar gobierno en Cataluña. Los de Carles Puigdemont, que son los más reticentes a retomar la vía del diálogo con Pedro Sánchez, consideran que el 4-M ha abierto una "oportunidad" para alejar a sus socios en la aventura separatista del Gobierno de coalición y reforzar el papel de algunos puntales clave para el plan rupturista, como es el papel del Consell per la República.
Desde Junts barajan dos escenarios sobre el porvenir de la política nacional, pero ambos son negativos para que la Mesa de diálogo -propuesta estrella de ERC en la que, sin embargo, cada vez menos confían- pueda ser útil para alcanzar una solución al 'conflicto territorial'.
Por un lado, contemplan la posibilidad de que el tiempo de Sánchez en Moncloa termine antes de lo previsto (en dos años si hay otro adelanto electoral) y, por el otro, aunque sobreviva políticamente creen que estará atado de manos y pies para acceder a cumplir "con los pactos con Cataluña".
Pese a que los de Puigdemont nunca han confiado en la palabra del presidente del Gobierno, la mayoría parlamentaria que facilitó su investidura -con ERC al frente- obligaba a Sánchez a mostrar cierto interés en las peticiones de los nacionalistas. Una vez aprobados los Presupuestos Generales del Estado y con la llegada de los fondos europeos, la ascendencia de los de Oriol Junqueras sobre el Ejecutivo puede descender, explican estas fuentes.
En este sentido, el nuevo escenario que se cierne con la rotunda victoria del PP de Ayuso puede ser un punto de inflexión para que ERC reconsidere su hoja de ruta y se recupere la unidad estratégica del independentismo. Al menos, por lo que respecta a la falta de recorrido de una Mesa de Diálogo que ven destinada al fracaso y con el Consell per la República como entidad para volver a internacionalizar el procés.
En especial, explican las fuentes consultadas, ahora que la "partida" en el frente judicial se juega en un "campo neutro" con la aceptación por parte del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de las prejudiciales planteadas por el juez instructor de la causa del procés, Pablo Llarena.
Indultos
Las negociaciones de ERC y Junts para conformar gobierno están avanzando más lentamente de lo que preveían los 'republicanos'. Mientras el antiguo 'establishment' convergente quiere sellar un acuerdo, otras voces en Junts optan por quedarse en la oposición y, de esta forma, dejar que ERC se queme sola en su propósito de sentar a Sánchez a hablar de "amnistía y autodeterminación".
Por su parte, ERC presiona con los indultos a los líderes del procés para demostrar a Junts que las negociaciones con Madrid dan algunos frutos. Pero nadie esconde que la victoria sin paliativos de Ayuso complica cualquier movimiento de Sánchez, por mucho que los socialistas hablen de no "extrapolar" los resultados en la región con el resto de España.
Ayuso y el "polvorín neofascista"
Si Junts siempre ha hablado de España como un país con graves déficits democráticos o, directamente, ha vinculado la democracia actual con la "herencia franquista", la reedición de un Gobierno en la capital dirigido por el PP de Ayuso da alas a esta visión: "¿Queda claro? No habrá 'pax autonómica'. En menos de dos años España será un polvorín neofascista y Cataluña el objetivo a batir. Preparémonos para hacer efectiva la independencia o nos arrasarán", afirmaba Francesc Dalmases, dirigente de Junts y hombre fiel a Laura Borràs.
Los de Puigdemont presionarán a ERC para reactivar el Consell per la República, como único ente fuera del control del Estado en un momento en el que creen que se avecina una situación muy negativa para los intereses de Cataluña.
Las fuentes consultadas son optimistas que las tornas han cambiado y que su estrategia gana enteros frente a la de ERC. Sobre todo si en Moncloa se acaba originando un cambio, con un PP que no querrá plantear indultos ni abordar mesas de diálogo. De momento, ya optan por que sean las bases quienes se pronuncien sobre un posible acuerdo con ERC en los términos que plantean los de Junqueras.
"Que en Madrid la derecha arrase nos muestra que España es irreformable y que no hay que perder tiempo dando oxígeno a un gobierno socialista. ERC hoy tiene menos argumentos que ayer para defender la Mesa de Diálogo", concluyen desde Junts.
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