Después de que Junts exigiera mantener la "unidad estratégica" del independentismo en Madrid como condición para la formación de un nuevo Ejecutivo catalán, la diputada Míriam Nogueras vuelve a ser la voz de Carles Puigdemont en el Congreso de los Diputados, en sustitución de Laura Borràs.
Las fuentes consultadas por Vozpópuli no tienen dudas de que impondrá una "línea más dura" que su predecesora en Junts y que tiene el aval del ex presidente catalán huido a Waterloo para intentar arrastrar a ERC en su estrategia frentista con el Gobierno de Pedro Sánchez.
"Sus formas son más duras, pondrá el foco en que ERC corte con el PSOE", explican. Otra fuente de Junts asegura que la "línea política será muy similar", pero que Nogueras tiene un perfil "más directo" que Borràs y hará aflorar las contradicciones de los de Oriol Junqueras si siguen pactando con un PSOE que acaba de votar a favor de retirar la inmunidad parlamentaria a Puigdemont, Clara Ponsatí y Toni Comín en el Parlamento Europeo.
Como informó este medio, la petición de los posconvergentes de exhibir una "coordinación" no solo en Cataluña sino también en Madrid tenía como finalidad atar en corto a Gabriel Rufián, que representa el sector de ERC más favorable a alcanzar un acuerdo de izquierdas en la Generalitat que orille a Junts. La elección de Nogueras como nueva portavoz en el Congreso avala esta estrategia. Otro asunto, añaden las fuentes consultadas, es que Rufián se deje presionar por ella.
Es un secreto a voces que las relaciones de Nogueras con el portavoz de ERC son muy mejorables. Lo mismo sucede con el PSOE, con quien el contacto es prácticamente nulo. En cambio, y a diferencia de Borràs, con sus antiguos socios del PDeCAT -ahora divididos en el Congreso- mantiene la cordialidad pese a haber dimitido de vicepresidenta de los herederos de CiU cuando se consumó la ruptura entre ambas formaciones.
Coordinación ERC y Junts
Nogueras forma parte de la guardia de corps de Puigdemont, fiel a las instrucciones de Waterloo. Este miércoles en la sesión plenaria, la portavoz de Junts ha instado a Rufián a hacer valer el "52% de votos" independentistas del 14-F. Nogueras desconfía de que cualquier diálogo con Moncloa puede llegar a buen puerto para las intereses nacionalistas: "Tenemos el 52%. El futuro está en nuestras manos. No cometamos el error de seguir dejándolo en las suyas", afirmaba en sede parlamentaria en alusión a ERC.
No es la primera vez que la portavoz de facto de Junts tras la marcha de Borràs entra en el cuerpo a cuerpo con Rufián. En las redes sociales le ha acusado de tener un discurso "miserable" cuando criticó la actuación de la policía autonómica en un desahucio. Y le espetó: "Gracias por los votos a cambio de nada", en referencia a la disposición de los de Oriol Junqueras de pactar con Sánchez.
España, "Estado fascista"
Nogueras ya fue la voz de Puigdemont en el Congreso antes de la moción de censura a Mariano Rajoy. Fue durante la XII legislatura que se ganó la confianza del exmandatario catalán cuando se desmarcó de los sectores que, entonces, representaban los diputados Carles Campuzano y Marta Pascal, y que fueron dos de los principales artífices de la moción.
Nogueras tampoco tuvo reparos en definir a España como un “Estado fascista” y en un mitin de Junts afirmó que España recurre al “más puro estilo turco” para “ejercer la represión” contra los catalanes y llamó “ratas” a jueces, periodistas y policías que viven “en las cloacas del Estado”.
Curso con el Ejército
Como desveló Vozpópuli, Nogueras participó en un curso sobre defensa nacional que imparte cada año el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN). Su presencia, junto a la de la senadora María Teresa Rivero, generó malestar en una parte importante de la Fuerzas Armadas.
Para el independentismo más irredento, sin embargo, Nogueras demostró ser una dirigente de primer nivel, que entiende la importancia de la "real politik" para que Cataluña pueda constituirse como estado independiente. Es decir, en ningún caso, fue censurada por participar en un curso del Ejército español.
Su pedigrí nacionalista, con posiciones maximalistas que pasan por no pactar con el Estado, le hacen poco sospechosa de "traicionar" el plan rupturista iniciado con Artur Mas y, posteriormente, Carles Puigdemont. Su historial le avala. Y ahora, con el pretexto de un nuevo Gobierno de la Generalitat que avance hacia la independencia, se ve en posición para que ERC gire el rumbo que mantenían en Madrid.
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