España

Junts plantea otro pulso a ERC en renovables y consorcios sanitarios

El pacto entre ERC y la CUP para aplicar una moratoria a los grandes proyectos de energías renovables no solo ha chocado con la negativa de los empresarios catalanes, sino

El pacto entre ERC y la CUP para aplicar una moratoria a los grandes proyectos de energías renovables no solo ha chocado con la negativa de los empresarios catalanes, sino que el equipo negociador de Junts ha comunicado a Pere Aragonès que ve inviable mantener esta prórroga en la coyuntura actual, con la llegada de los fondos de la Unión Europea que, en gran parte, deben servir para transformar el tejido productivo hacia opciones más sostenibles.

Donde tampoco hay entente, según explican fuentes de Junts a Vozpópuli, es en la escuela concertada y los consorcios sanitarios. "Para nosotros la colaboración público-privada es esencial tanto en educación como en salud", apuntan estas fuentes. Y piden no bloquear parques eólicos ni instalaciones fotovoltaicas.

Pese a que la nueva líder de Junts, Laura Borràs, ha ubicado el partido a la "izquierda" del espectro político, el equipo negociador está poniendo en valor ante los republicanos las líneas más ortodoxas de la extinta Convergència, con su defensa de un modelo que cuente con el sector privado.

En este sentido, añaden que ERC, "en privado", critica que el "Hospital Sant Joan de Déu no forme parte de la red de centros del Instituto Catalán de Salud (ICS)".

Pacto ERC y CUP

El documento firmado entre ERC y CUP para apoyar un govern independentista recoge la creación de una Conselleria d’Acció pel Clima y el compromiso de aprobar una ley de Transición Energética en el 2022. En el punto 8 C de este documento se señala esa “moratoria para los grandes proyectos de impacto territorial negativo del decreto 16/2019”.

Aunque ERC matizó posteriormente que querían que la moratoria tuviera el plazo más corto posible, ha suscitado el malestar de distintos sectores. Damià Calvet, consejero en funciones de Territorio y Sostenibilidad, afirmó públicamente que Cataluña "no se puede permitir una moratoria" de este género debido a la "emergencia climática" y atribuía al "desconocimiento" este acuerdo entre ERC y CUP.

Mesa de Diálogo

Otro de los temas que preocupa a Junts es tener un plan para "cuando fracase la Mesa de Diálogo" con el Gobierno de Pedro Sánchez. Los de Carles Puigdemont nunca han creído que estos encuentros pudieran ser útiles para encontrar una "salida" al conflicto territorial, pero asumen que ERC -como ganador del bloque tras las elecciones del 14 de febrero- quiere recorrer esta vía.

Si Pere Aragonès reclama a Junts sellar un acuerdo antes de que decaiga el estado de alarma, el 9 de mayo, estos piden que también la mesa de diálogo entre ejecutivos tenga fecha de caducidad para probar otras vías. De hecho, en este punto hay división dentro de Junts. El aparato del partido, procedente de Convergència, quiere entrar en el futuro gobierno mientras que los nuevos 'fichajes', como Joan Canadell o Salvador Vergés, presionan por quedarse en la oposición para no renunciar al "mandato del 1-O", en referencia al referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.

Este escepticismo con los encuentros bilaterales cada vez es más extendido, también entre las propias filas de ERC. Por esta razón, como publicó este medio, otro de los puntos de disputa es el de la continuidad del plan rupturista en el exterior.

En este sentido, tanto el control de las delegaciones catalanas en el extranjero como el papel del Consell per la República son de vital importancia. Y este último órgano, con solo 90.000 inscritos y bajo la tutela de Puigdemont, está resultando uno de los principales escollos para la entente entre ERC y Junts.

Indultos

En paralelo, Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, junto al ala catalana de Podemos, empujan a Sánchez a dar un paso adelante con la concesión de los indultos a los políticos y activistas condenados por sedición. Rufián considera que este "gesto" tranquilizaría a los posconvergentes de cara a la conformación de un nuevo ejecutivo catalán.

Aunque públicamente se inclinan por una ley de amnistía, ven con buenos ojos esta alternativa. Y, en este asunto, se mantiene la unidad entre ERC y Junts. No obstante, el nuevo escenario electoral en Madrid complican cualquier movimiento de los socialistas hacia esta dirección.

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