En 1986, la jura de la Constitución del entonces príncipe de Asturias, Felipe VI, se negoció entre el Partido Socialista -con Gregorio Peces-Barba a la cabeza- y Alianza Popular. Así lo recuerda el que se convertiría aquel año en ministro de la Presidencia, Virgilio Zapatero, en declaraciones a Vozpópuli. Mucho ha llovido desde entonces, y hoy la foto del solemne acto cambia por completo. Para empezar, el Rey Emérito, Juan Carlos I, no estará presente por decisión de Felipe. Un nutrido grupo de diputados de Sumar y otras formaciones políticas (PNV, EH Bildu, ERC, BNG, Junts) han decidido ausentarse, al igual que el lehendakari vasco, Íñigo Urkullu, y el presidente catalán, Pere Aragonès. Sus homólogos en 1986, José Antonio Ardanza y Jordi Pujol, sí mostraron respeto a su majestad acudiendo al acto.
La Transición, tan respetada entonces, hoy es denostada por amplio espectro parlamentario, y hasta una ley -memoria democrática- duda de la moralidad de los primeros gobiernos demócratas de nuestro país. La ausencia del Emérito, cuyo papel en favor de la transición democrática siempre ha sido reconocido, no es trascendente desde un punto de vista legal, como apuntan los catedráticos en Derecho Constitucional con los que ha hablado este periódico, pero sí supone un daño simbólico a la imagen de la Corona.
Francesc de Carreras, catedrático en esta materia y fundador de Ciudadanos, explica que la ausencia de Juan Carlos I "no tiene ninguna importancia desde el punto de vista normativo. Lo importante es que esté la princesa de Asturias , Leonor, y es ella la protagonista ante las Cortes Generales. Ese es el requisito de la Constitución. Lo demás es accesorio y todavía más el caso de Juan Carlos I, que aunque tenga el título de Rey, no tiene ninguna función dentro de la Corona".
El también catedrático en Derecho Constitucional y diputado de Vox, Carlos Flores Juberías, coincide en que las consecuencias legales son inexistentes. Sin embargo, considera "desafortunado dejar pasar una oportunidad única de subrayar la dimensión de continuidad y estabilidad de la Corona. Lo que Juan Carlos haya hecho en su vida privada no le exime de un acto que simboliza el respeto de la Corona hacia el Parlamento y las libertades recogidas en la Constitución".
Lo que Juan Carlos haya hecho en su vida privada no le exime de un acto que simboliza el respeto de la Corona hacia el Parlamento Carlos Flores Juberías, catedrático de Derecho Constitucional y diputado de Vox
Flores Juberías señala que se está perdiendo una "magnífica ocasión para hacer patente esa dimensión de la monarquía, la posibilidad de ver en una misma fotografía y en un acto de tanta importancia simbólica a tres generaciones de la Casa Real".
El escritor y periodista experto en la monarquía española, Fernando Rayón, apunta a este medio que la ausencia de Juan Carlos I es "un error y una injusticia. Un error porque independientemente de las cosas que haya podido hacer, la monarquía actual española, según la Constitución está sustentada en los herederos de Juan Carlos I, y estando él vivo debería estar presente en la jura. Es una injusticia porque la Constitución existe gracias a él, a que se autolimitó sus poderes e hizo posible una monarquía parlamentaria".
La Constitución existe gracias a Juan Carlos I, que se autolimitó sus poderesFernando Rayón, escritor y periodista especializado en Casa Real
La falta del Emérito será notable en la ceremonia, pero Zapatero incide en que no se pierda de vista que la protagonista fundamental, también de cara a la Constitución, es la princesa Leonor. "Lo importante es el hecho de que la sucesora a la Corona jura cumplir y hacer cumplir la Constitución ante los representantes de la soberanía nacional. Si está la familia real tiene un valor periodístico, pero si no está no le priva de sentido a la ceremonia".
Asientos vacíos en el Congreso
Cuando la heredera al trono de España jure la Carta Magna habrá varios asientos vacíos en el Congreso de los Diputados, un hecho insólito. Para el exministro socialista, esa imagen va a "sacar los colores a la próxima mayoría llamada 'progresista'. Vamos a ver a la futura princesa jurando la Constitución y a los socios del actual Gobierno intentando dinamitar la Constitución, hasta el punto de ausentarse de una ceremonia tan importante como esta".
En palabras de Rayón, "ahora todo parece una subasta de quien plantea el desafío más alto a la Corona. El PNV no va a estar presente en un acto al que Bildu no va a ir, y en el caso de Junts quieren hacer visible el enfado de la derecha catalana por el discurso del Rey tras el golpe de Estado. Es una escalada para ver quién es más independentista. No solo es un error histórico de la derecha tradicional vasca y catalana, sino que es injusto con el papel de Juan Carlos con País Vasco y Cataluña".
Vamos a ver a la futura princesa jurando la Constitución y a los socios del actual Gobierno intentando dinamitar la Constitución,Virgilio Zapatero, exministro de la Presidencia con Felipe González
De Carreras lamenta que la ausencia de estas formaciones "indica cómo ha cambiado la situación política, cómo las instituciones constitucionales tenían un respeto que ahora los políticos han perdido. Es una muestra de descortesía más".
Es cuanto menos llamativo que miembros del partido del que forma parte la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, no vayan a estar presentes por sus "valores republicanos". Flores Juberías se pregunta que "a qué valores se refieren. Nuestra Historia particular deja a los valores lejos de las repúblicas españolas. En la primera edición hubo 4 presidentes en un año, y en la segunda se descabalgó al primero de sus titulares (Niceto Alcalá Zamora) solo por ser conservador. Yolanda Díaz dice que irá porque le interesa mucho. Si es solo por eso, podría verlo por la tele. Me sorprende que un partido serio no tenga una postura definida de un punto tan trascendental como este. No estamos hablando de gustos literarios, ni gastronómicos… me parece increíble que no haya una posición unívoca.
Rayón concluye que este feo de los socios de Sánchez a la Corona demuestra que eso que dice el Gobierno en funciones de que "ha bajado el soufflé de la presión que había en Cataluña y País Vasco es falso. No habrá conseguido bajarlo tanto si los más altos representantes de estas regiones no están en la jura de la princesa de Asturias".
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