Sin acuerdo en la primera jornada de 'conclave judicial'. Los 20 vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no han logrado alcanzar este martes el consenso suficiente para elegir al nuevo presidente que debe sustituir al dimitido Carlos Dívar. Tras más de seis horas de reunión y 17 candidatos sobre la mesa, los miembros del órgano de gobierno de los jueces decidierno finalmente aplazar a una nueva reunión este miércoles la decisión final. En esta ocasión, el número de nombres que se barajarán será mucho menor, media docena, aquellos que a lo largo de las últimas horas han demostrado contar con mayor número de apoyos en las numerosas votaciones que se han celebrado.
Los candidatos se han votado en ternas para conocer con qué respaldo contaba cada uno
Entre los nombres que se han sometido a votación a lo largo de todo el pleno de este martes, todos ellos magistrados del Tribunal Supremo, se encuentran los del juez José Ramón Ferrándiz, adscrito a la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM), y Carlos Granados, fundador de la Asociación Francisco de Vitoria y exfiscal general del Estado, aunque ninguno ha obtenido el apoyo de tres quintos del CGPJ, es decir, doce votos. Según fuentes del órgano de Gobierno de los jueces, el primero llegó a reunir hasta diez votos, insuficientes de todos modos para convertirse en el presidente de los jueces. Junto a ellos, también se han barajado otros como el de Jesús Corbal, ya jubilado; el de José Manuel Sieira, presidente de la Sala de lo Contencioso, de talante moderadamente progresista; el del actual presidente en funciones, Juan Antonio Xiol, y los de Rafael Fernández Montalvo y Roberto Henríquez, sin éxito también.
Fuentes del Consejo han detallado que el pleno ha utilizado el sistema habitual que el órgano emplea para elegir los cargos en su seno: la propuesta por ternas. Con tres nombres sobre la mesa, los vocales votaban y, de este modo, descartaban aquellos que menos apoyos conseguían. "Lo de hoy han sido las semifinales", señalaba una fuente del consejo echando mano de un simil futbolístico. De hecho, los nombres que se verán mañana serán, precisamente, aquellos que han conseguido reunir un mayor número de votos. No obstante, dada la evidente división mostrada durante toda la jornada del martes por los vocales, ayer ninguna de las fuentes consultadas podía asegurar que de la reunión del miércoles salga finalmente el nombre de un presidente. "Aún hay tarea por delante", señalan fuentes del Consejo.
De hecho, el evidente fraccionamiento que vive en la actualidad el Consejo, acrecentada tras la crisis provocada por los viajes de Dívar, ha dejado sin sentido la tradicional división entre el bloque conservador y el bloque progresista. Un ejemplo de ello es la evidente alianza que desde hace tiempo mantienen una parte de los vocales elegidos a propuestas del PSOE, con Margarita Robles a la cabeza, con el grupo que lidera Manuel Almenar, destacado representante de los afines a la conservadora APM. Una extraña alianza, en principio, que, sin embargo, se ha visto reforzada tras conocerse los planes del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, de llevar en los próximos meses adelante una profunda remodelación del CGPJ que, en opinión de sus actuales vocales, lo convertiría en un mero "órgano decorativo".
Es precisamente este enemigo común el que ha llevado a la inmensa mayoría de los miembros del órgano de gobierno de los jueces a plantear la necesidad urgente de elegir un presidente que termine con la actual bicefalía en la presidencia del CGPJ y del Tribunal Supremo con un nombramiento que pueda hacer frente a los planes del Gobierno.
